Ayotzinapa: A un mes de desaparecidos / Yadhira Y. Tamayo Herrera
Los familiares y compañeros de esos estudiantes normalistas de Ayotzinapa tienen derecho a la verdad y la justicia, la ciudadanía tiene derecho a la verdad y a la justicia. La dignidad humana no puede ser reconocida de otra forma. Sólo eso puede cerrar los círculos, y permitir a las personas y la sociedad, seguir adelante.
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México, D.F., 30 de octubre de 2014.- El calificativo “estado fallido” ahora está siendo ganado por el Estado de Guerrero. Ahora Guerrero “es noticia”. El miércoles pasado sucedieron dos eventos importantes. Primero, los padres de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala, Guerrero se reunieron con el Presidente Peña Nieto en Los Pinos. Segunda evento: el Papa Francisco, desde la Plaza de San Pedro hizo mención a esta problemática diciendo: “envío un saludo especial al pueblo mexicano que sufre la desaparición de sus estudiantes y por tantos problemas parecidos, que nuestro corazón de hermanos esté cerca de ellos, orando en este momento”.
La desaparición de 43 estudiantes normalistas de Iguala, Guerrero ya cumplió un mes. Según las investigaciones, la versión oficial dice que fueron atacados por policías municipales que a la vez eran miembros de un grupo criminal llamado “Guerrero Unido”. Dicen que fueron atacado por órdenes del presidente municipal de Iguala. En ese ataque murieron tres estudiantes normalistas y otras tres personas.
Los padres, obviamente, piden que se busquen vivos a sus hijos, no en fosas. En la reunión con el Presidente Peña se especulaba les dieran noticias –buenas o malas- sobre el paredero de sus hijos. Sin embargo, luego de una reunión de cinco horas, lo único que consiguieron los padres ante un Presidente Peña bastante desgastado, además de ejercer su derecho de ser escuchados por la autoridad, es firmar un Acuerdo con el Gobierno Federal donde toman compromisos para encontrar a los estudiantes, mantenerles informados, etc.
Ángel Aguirre, gobernador de Guerrero no quería aceptar responsabilidades. Pidió licencia hace apenas una semana, hasta que fue presionado con la famosa desaparición de poderes (igual que en Michoacán). Eso Recuerda a otro gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa, quién en 1995 también se vio orillado a pedir licencia luego de la famosa matanza de Aguas Blancas, donde elementos policiales ejecutaron a 17 campesinos. Curiosamente, el gobernador sustituto que designó el Congreso de Guerrero fue el mismísimo Ángel Aguirre, quien fue gobernador de Guerrero de 1996 a 1999. Hasta 2010, Ángel Aguirre fue priísta, siendo ese año, cuando perdió la interna de su partido, que aceptó ser candidato del PRD luego de haber militado 30 años en el tricolor. El hoy gobernador sustituto de Guerrero, es también un académico de la Universidad estatal: el mismo esquema que en Michoacán.
Hace muchos meses, cuando llegó el Comisionado Castillo a Michoacán, leí una entrevista que le hicieron. Decía que él quería apoyar al Gobierno de la República y diseñar esquemas que ayudaran a resolver problemáticas tan difíciles que había en otros lugares de la República comenzando por Michoacán. Tras nueve meses de operar esa Comisión Especial para la Seguridad de Michoacán, se han visto “inventos” institucionales, operativos, esquemas nuevos… pero siguen sin resolver la raíz del problema. Mientras tanto, las problemáticas de gobernabilidad en todo el país no paran. El gobierno federal se ve sobrepasado y aplicando diseños institucionales que no han demostrado su efectividad.
La gravedad del problema ha trascendido las fronteras. No sólo el Papa Francisco ha hecho alusión a la gravedad del problema, también el vocero de la Casa Blanca en Washington, Josh Earnest, mencionó en su rueda de prensa que era preocupante el caso de Iguala, Guerrero y el Parlamento Europeo se pronunció a favor de una pronta investigación y justicia pronta para las víctimas.
Los familiares y compañeros de esos estudiantes normalistas de Ayotzinapa tienen derecho a la verdad y la justicia, la ciudadanía tiene derecho a la verdad y a la justicia. La dignidad humana no puede ser reconocida de otra forma. Sólo eso puede cerrar los círculos, y permitir a las personas y la sociedad, seguir adelante.
