Editoriales

Ayotzinapa… ¿es sólo responsabilidad del Estado? / Hugo Armando Sosa

En este juego de responsabilidades y culpas lo óptimo es quien cada quien asuma su culpabilidad y cada quien responsa por ellas, ante la ley, ante la sociedad o ante la propia conciencia
En este juego de responsabilidades y culpas lo óptimo es quien cada quien asuma su culpabilidad y cada quien responsa por ellas, ante la ley, ante la sociedad o ante la propia conciencia

¿Cómo quejarnos de la violencia exterior cuando privilegiamos y practicamos y consentimos la doméstica? Lo mismo la corrupción, ¿cómo quejarnos del narcotráfico si los ciudadanos son sus clientes?, ¿cómo quejarnos de la violencia si en algunas escuelas se enseña que es el mejor medio de transformación social y los mismos medios la exaltan cotidianamente?

 –

Morelia, Michoacán, 24 de noviembre de 2014.- Mucho se ha insistido en que solo la autoridad pública es responsable de la tragedia de Ayotzinapa y los más exagerados afirman que concretamente es el presidente Peña Nieto el que mayor nivel de culpabilidad tiene al ser cabeza del Estado pidiendo su renuncia.

Como ya había indicado en mi nota anterior; el Estado Mexicano sí tiene responsabilidad en el caso, pues el edil de Iguala, señalado como autor intelectual y sus policías como autores materiales, junto con integrantes del crimen organizado, así como los del vecino municipio de Cocula, además del gobernador del Guerrero, en cuyas manos estaba la seguridad de esa localidad, por otra parte habrá que determinar la responsabilidad de las fuerzas federales si la hubiere, todo ello sin olvidar a políticos y legisladores que apoyaron la candidatura del edil asesino, incluido AMLO, que también poseen un grado de responsabilidad y finalmente la del presidente Peña Nieto, que desde mi perspectiva nadie ha combatido mejor al crimen organizado que el ejecutivo federal, eso desde el sexenio de Felipe Calderón, ningún grupo de fuerzas ha sufrido más bajas que las federales en esta lucha, eso ya por sí solo indica mucho.

La otra gran pregunta es si sólo el Estado es responsable de esa tragedia y en general de toda la que vive nuestro país, creo que no, todos los mexicanos tenemos cierto grado de responsabilidad en ello, los sicarios, los narcos, los secuestradores, los halcones, todo delincuente es parte de la sociedad civil, es producto de ese complejo proceso socio cultural denominado sociedad, producto bastante deficiente por cierto y cuando el conglomerado social genera un resultado así es que hay algo que no funciona bien en su seno, allí en lo más íntimo de ella y nada más íntimo que la familia y los primeros agentes formadores de seres civilizados y ética y cívicamente responsables, la escuela también. Habrá que preguntarnos de manera muy seria qué estamos haciendo mal, para que nuestros hijos en vez de amar a su patria la asesinen, la secuestren la envenenen, la extorsionen, decir que solo fue el Estado es no querer ver la realidad y buscar evadir la responsabilidad integral, culpar solo a los demás es no poseer ética ni responsabilidad ni asumirse como seres civilizados.

Pero en este juego de responsabilidades y culpas lo óptimo es quien cada quien asuma su culpabilidad y cada quien responsa por ellas, ante la ley, ante la sociedad o ante la propia conciencia. La violencia tiene una profunda raíz en diversos factores que no pueden valorarse por separado si en verdad se busca una solución eficiente, ¿es un problema de legalidad? Sí, pero también de moralidad en el fondo de la conciencia del delincuente se decide hacer el bien o el mal, el Estado no puede llegar a ese ámbito, sólo contribuir, pero la sociedad civil, la familia si pueden.

El Estado ha tomado las medidas para asumir su responsabilidad emitió instrumentos legales y políticos idóneos: Leyes contra el Secuestro, contra el Lavado de Dinero, Nuevo Sistema de Justicia Penal, Fiscalías Generales, Mando Único Policial en todo el país, depuración y certificación de fuerzas policiacas, creación de la Gendarmería nacional, por citar solo algunas. ¿Y la sociedad?, ¿y la familia?, ¿y la escuela?

¿Cómo quejarnos de la violencia exterior cuando privilegiamos y practicamos y consentimos la doméstica? Lo mismo la corrupción, ¿cómo quejarnos del narcotráfico si los ciudadanos son sus clientes?, ¿cómo quejarnos de la violencia si en algunas escuelas se enseña que es el mejor medio de transformación social y los mismos medios la exaltan cotidianamente?

Ojaló este evento que nos une sirva para generar una profunda reflexión en todos, todos, y produzca un cambio de conciencias que permita una mejor sociedad y México sea mejor y en lo sucesivo nunca vuelva a repetirse otro Ayotzinapa.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba