Editoriales

Constitución e impunidad / Teodoro Barajas Rodríguez

El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas
El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas

En el marco del aniversario 99 de nuestra Carta Magna la impunidad se regodea y el pronunciamiento de Ricardo Flores Magón, uno de los más destacados ideólogos de nuestra revolución, es tan vigente como la condición humana

Morelia, Michoacán, 29 de enero de 2016.- La justicia ha sido arrojada de su templo por infames mercenarios y sobre la tumba de la Constitución se alza con cinismo una teocracia inaudita, ¿para qué recibir esa fecha, digna de mejor pueblo con hipócritas muestras de alegría? Esa interrogante la formuló Ricardo Flores Magón en 1902 aunque parece pronunciada ahora mismo.

El próximo 5 de febrero se cumplirán 99 años de haber sido promulgada nuestra Carta Magna en Querétaro, particularmente en el recinto conocido ahora como Teatro de La República, el contenido de la máxima ley mexicana ha sido calificada de diversas maneras, algunos le llamaron “evangelio laico escrito por hombres libres” así lo dice el epitafio sobre la tumba de los constituyentes de 1917.

En el siglo XXI cada vez son más los pronunciamientos tendientes a convocar a un nuevo congreso constituyente para dotar a la Carta Magna de elementos modernos porque ha sido reformada, corregida y enmendada en múltiples ocasiones, aunque ello no significaría que al momento de promulgar la nueva legislación en automático la situación cambie sustancialmente porque si algo caracteriza nuestro tiempo es un elemento nocivo llamado impunidad.

En los últimos años son recurrentes los actos violatorios a los derechos humanos, los crímenes mayoritariamente quedan sin castigo, amplias porciones de nuestro país son territorios del hampa que, en muchos casos, se empoderan de la mano de las propias autoridades que en teoría debieran combatirla. El cuadro es patético.

La Constitución mexicana de origen registró el pensamiento liberal de avanzada, los alcances de esa generación trascendente se manifestaron en algunos artículos como el tercero, el 27 y el 123 en los que figuró el genio legislativo de Francisco J. Mújica; se daba continuidad a la anterior de 1857 con la brillante composición de legisladores reformistas en la que destacó otro michoacano, Melchor Ocampo.

Actualmente está en boga la defensa y promoción de los derechos humanos, mismos que están plenamente reconocidos en la parte dogmática de nuestra Carta Magna, aunque en la praxis éstos se continúan violentándose hasta alcanzar un nivel que describe el horror.

Los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, el encarcelamiento de José Manuel Mireles, y el incontable registro de tumbas clandestinas son un reflejo, un dato duro que no deja lugar a dudas del oprobio y violación del pacto social.

En el marco del aniversario 99 de nuestra Carta Magna la impunidad se regodea y el pronunciamiento de Ricardo Flores Magón, uno de los más destacados ideólogos de nuestra revolución, es tan vigente como la condición humana.

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