Editoriales

Derecho a saber / Teodoro Barajas Rodríguez

El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas
El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas

Los candidatos a la gubernatura en Michoacán deberían brindar el abordaje serio a los temas de la rendición de cuentas y a la transparencia, máxime que vivimos tiempos de un brutal endeudamiento del que nadie reconoce su paternidad, tantas omisiones sólo contribuyen para generar más impunidad

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Morelia, Michoacán, 26 de abril de 2015.- Algunas de las fragilidades del estado mexicano en general se encuentran en un par de asignaturas, la precaria, casi nula rendición de cuentas y la opacidad; la transparencia y acceso a la información son un binomio socorrido en los discursos pero al sector gubernamental le incomodan esos temas por ello la modernización se posterga para continuar en prácticas arcaicas de otros siglos.

Los candidatos a la gubernatura en Michoacán deberían brindar el abordaje serio a los temas de la rendición de cuentas y a la transparencia, máxime que vivimos tiempos de un brutal endeudamiento del que nadie reconoce su paternidad, tantas omisiones sólo contribuyen para generar más impunidad, la no aplicación de la norma.

Las instituciones gubernamentales como sujetos obligados por la legislación vigente deben informar todo lo relacionado con su quehacer, son financiadas por recursos públicos producto de las contribuciones de los ciudadanos, no es un asunto menor.

La no rendición de cuentas es una característica que suele acompañar a los gobiernos autoritarios, a las vetustas prácticas que debieran estar liquidadas, la opacidad genera corrupción, misma que llega a convertirse en epidemia en un país como el nuestro.

Ya los diagnósticos sobre el caso Michoacán seguramente lo tienen todos los que aspiran a gobernarlo, hasta ahora no se registran pronunciamientos o propuestas que incluyan a la transparencia y rendición de cuentas, no ha sido, en la práctica, una prioridad. Son tópicos que se ven de lejos.

Muchos de los escándalos que se han visto en los últimos tiempos es cuando se han documentado expedientes tortuosos como la famosa casa blanca, las malas artes se combaten con el acceso a la información, con el ejercicio del derecho a saber, consecuentemente se combate la corrupción con todo lo que ella gesta.

Mientras en México no se den pasos imparables a la modernidad que refleje la inclusión de acciones de buen gobierno nuestra democracia continuará famélica, limitada y de baja calidad porque no puede reducirse exclusivamente al ritual de sufragar, esa es una parte del todo.

La rendición de cuentas y la transparencia son un binomio imperativo, no puede estar sujeto a la actitud de contentillo de los gobernantes, es ahora o nunca.

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