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Día de Asueto / El segundo patio…

Y si tan buenas personas son Verduzco Verduzco y sus gloriosos “ayudantes”, ¿dónde están esos más de 5 mil niños que presumen cruzaron por la casa de La Luneta?
Y si tan buenas personas son Verduzco Verduzco y sus gloriosos “ayudantes”, ¿dónde están esos más de 5 mil niños que presumen cruzaron por la casa de La Luneta?

Yo no le creo a Enrique Krauze ni a su defensa rimbombante, pero sí le creo a las decenas de fotos que tomaron los increíbles reporteros gráficos de los distintos medios que anduvieron ahí metidos, en el segundo patio, en la miercolanza, la basura, las ratas, las cucarachas, la comida enlamada, podrida

Hoy sí, ¿Por qué Víctor Silva?

Morelia, Michoacán, 21 de julio de 2014.- Yo no lo creo a Enrique Krauze pero sí a Oscar Tapia. No le creo al dueño de Clío porque simple y llanamente no vive aquí y menos estuvo espalda con espalda con la doña Veduzco Verduzco vigilando que, efectivamente, las cosas se hicieran como se debía.

Al que sí le creo, aunque se la pase de pleito conmigo, es a Oscar Tapia Campos y sólo por eso, en honor al de Curimeo, concederé el beneficio de la duda a Rosa del Carmen y aceptaré la mera posibilidad de sus buenas intenciones cuando comenzó con eso del rescate de niños.

Puede ser incluso que la doña Veduzco, “La Jefa”, hoy perdonada por su avanzada edad y demencia senil que hacen casi imposible que ella sea la autora material de todos los delitos que salieron a flote cuando la PGR “tronó” la casa de “La Gran Familia”; puede ser que no tenga nada que ver en la miercolanza descubierta, pero de que conocía el segundo patio, de eso no tengo dudas.

También estoy segura que era necesario rescatar a las chiquillas y chiquillos que ahí habitaban. Y como dice la Lupe, ahí usté perdone, pero ni aunque todos los que firmaron el dichoso desplegado de un puñado de gente indignada por el trato que recibió “La Jefa”, me lo juraran en la cruz, podría yo pensar que todo fue mero teatro, la dichosa “cortina de humo” (autoría de los perredistas) o que la PGR se pasó de lanza.

Es más fácil para el ser humano negar la realidad que descobija la miseria y la maldad, que aceptar, en este caso, los oscuros secretos de la casona situada en la calzada Zamora-Jacona de la colonia La Luneta, allá en Zamora. Nadie puede digerir siquiera la posibilidad que fuimos ciegos, sordos y mudos a lo que cada día vivían -y vivieron-, cientos de pequeños latosillos.

Seguramente que el segundo patio de la vieja casona no nació en 1947 cuando Rosa del Carmen Verduzco Verduzco, de apenas doce años como rezan los melosos que defienden a morir a la veterana señora, inició su “encomiable” labor; igual y tampoco durante algunos o muchos de los años que le siguieron a las primeras tareas. Pero de que se creó, se creó.

En algún punto del camino de Verduzco Verduzco sonó la primera cachetada y uno de esos muchos pequeños fue violentado en su expresión más íntima. En algún momento de esa historia corrió la primera lágrima y la primera gota de sangre. Eso es lo imperdonable. Eso no tiene que ver con la ancianidad o la senilidad de Rosa de Carmen. Eso se llama delincuencia.

Yo no le creo a Enrique Krauze ni a su defensa rimbombante, pero sí le creo a las decenas de fotos que tomaron los increíbles reporteros gráficos de los distintos medios que anduvieron ahí metidos, en el segundo patio, en la miercolanza, la basura, las ratas, las cucarachas, la comida enlamada, podrida; los baños sin tazas sanitarias y la dignidad pisoteada, dejada en los suelos de los cuartuchos, de los jalones de pelo, de los pantalones rotos y las caritas sucias.

Si al final del camino Rosa del Carmen ya no tenía las fuerzas para cuidar como debía a esos chiquillillos, más culpables son quienes conocían su condición física y le permitieron seguir adelante. Si los gobiernos panistas, perredistas o priístas, se hicieron penitentes y dejaron que la “casa hogar” funcionara en la ilegalidad, son por igual responsables de la irresponsabilidad de la octogenaria; si los encopetados (das) decidieron quedarse en el primer patio, tomarse la foto e ignorar el segundo, la neta, que se les pudra el ta… Y si la Iglesia guardó el cómplice silencio, que en su conciencia lo lleve y con su pan se lo coma. Nada de lo que hoy se haga, podrá borrar de la mente y el alma de esos niños la experiencia vivida, buena o mala.

Que si fue un exceso el actuar de la PGR por la bronca que traen el abogado Jesús Murillo Karam y mi fabuloso Virrey, eso es harina de otro costal. La verdad es que cualquiera que atente de la manera como se hizo contra uno o mil menores, merece el peor de los tratos y la más aberrante de las maldiciones. Yo sí les escupía la cara y el piso.

Y si tan buenas personas son Verduzco Verduzco y sus gloriosos “ayudantes”, ¿dónde están esos más de 5 mil niños que presumen cruzaron por la casa de La Luneta? Una marcha de 100 o 200 personas como defensa, con la pena, para mí no es suficiente.

LO ÚLTIMO

Les tengo que contar de Víctor Silva y sus abrazos a decenas de jóvenes huérfanos de la democracia. Les tengo que decir cómo es el primer funcionario que, sin dudar y con respeto, se refirió a Fausto Vallejo, pero ora sí, me caí, será en la próxima. Saludos de la Lupe.

LO ÚLTIMO ÚLTIMO

Me dice Radiopasillo Ley que la próxima vez que venga Miguel Ángel Osorio Chong me le plante enfrente, le grite cuatro verdades, le exija que cumpla mi lista de sueños guajiros y luego le permita que me nombre vocera del DIF.

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