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Día de Asueto / En defensa de mi Virrey… Cuando la forma también es fondo

La autora, Rosamaría Sánchez Rincón, es una destacada periodista con amplia trayectoria, principalmente en radio y en medios impresos de comunicación
La autora, Rosamaría Sánchez Rincón, es una destacada periodista con amplia trayectoria, principalmente en radio y en medios impresos de comunicación

Para muchos, bien agachones mis compadres; para mí, una prueba palpable del gran corazón que tienen los más ricos de los ricos en Michoacán, porque esos todopoderosos permitieron que mi muchacho se desahogara y que en el nombre de ese desahogo, pusiera en tela de juicio la capacidad de los empresarios

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Morelia, Michoacán, 21 de octubre de 2014.- La Lupe ya se quiere jubilar ¡¡¿¿!!?? Y me adelantó que quiere una pensión como la de Vicentito, que le alcance bien para comer frijolitos. Su acelere es mayor desde que el panorama se le puso tan agrio a mi Virrey favorito. Me rompe el corazón que malagradecidos insistan en que es tiempo de que se retire de estos lares, yo que ya me hacía la amiga-queridísima-preferida del werito mandamás en Michoacán.

Gente ingrata y envidiosa de Michoacán (nótese la ironía y el sarcasmo), que no entienden la bendición de que nuestro cuidador oficial sea además un excelente deportista y, si es que acaso es posible, un magnífico cantante, dos actividades que ha impulsado fuertemente en la capital del Estado. Y aunque elogio en voz propia puede entenderse como vituperio, a mi consentidísimo no le quedó más remedio que hablarlo frente a los hombres de negocios de Michoacán.

Para muchos, bien agachones mis compadres; para mí, una prueba palpable del gran corazón que tienen los más ricos de los ricos en Michoacán, porque esos todopoderosos permitieron que mi muchacho se desahogara y que en el nombre de ese desahogo, pusiera en tela de juicio la capacidad de los empresarios, su buen nombre -el de ellos y otros sectores más-, etcétera, etcétera, etcétera. Todo con tal de que hacerlo sentir “mejors”, ¡ternuritas!

A la Lupe le preocupa que el desesperado grito de mi Virrey consentido de la vida y del “amors”, sea acaso el reflejo de los cuestionamientos que le hacen sus jefes, ¿será? Yo creo que todo es una campaña mediática, como dicen los que saben mucho de estas cosas, y que lo único que quieren es hacerlo quedar mal.

Si no me cree, ahí tiene usted cómo mi Virrey favoritísimo del mundo mundial mundialista elevó a las órbitas internacionales a la hermosa Morelia, al ganar la oportunidad de representar al país vía Tres Marías, en el torneo de paddel-tennis.

¿Otro ejemplo?, los increiblísimos conciertos que se vienen desarrollando en la ciudad de la cantera y todos gracias a las relaciones personalísimas de mi favorito con artistas como el buenazo del Mijares; mi ex, el Emmanuel, y otros, según me jura La Lupe.

¿Por qué entonces la insistencia en despreciarlo? ¿Que el hombre no tiene buenas maneras?, bueno, algún defecto tendría que tener, pero mala gente, mala gente, lo que se dice mala gente, no creo que sea.

La Lupe interrumpe mis cavilaciones y me hace ver además que mi adorado tormento es, aparte de todo, un oportunísimo colocador laboral y que si bien el señor del Solio de Ocampo (aunque sea sustituto) diga que es él el que gobierna, lo cierto es que mi Virrey Favorito es súper-consiente de las necesidades ajenas y siempre logra contagiar al Jefe del Gabinete de esas necesidades.

La prueba más reciente y palpable es el nombramiento de la señorita Mariana Sosa Olmeda, la nueva titular del DIF Estatal (clap, clap, yo sí aplaudo ese relevo y espero que pronto haga lo mismo con la que despacha en el área de Prensa, igual de majaderita que su exjefa).

Cierto es que doña Ana Compeán cavó su tumba con sus tratos groseros, sus gritos y la cacería de brujas que inició desde que puso el primer pie en el bello edificio del Bosque Cuauhtémoc, en lugar de ir para adelante, se sumió en una dinámica muy poco positiva para el golpeadísimo gobierno del Estado. El “te lo dije” casi me sale sobrando aquí.

Sosa Olmeda, bien metida en lo académico, en la UNLA, en el TEC de Monterrey; es una doctora muy ordenada y comprometida, que en la campaña de Jesús Reyna García trabajó muy de cerca con los consultores de imagen que vinieron de México a apoyar al entonces candidato al gobierno de Michoacán, hace varios ayeres. Los mismos consultores -encabezados por doña Gisella Rubach-, que una elección después le brindó todos sus conocimientos a Cocoa Calderón y que ahora, dada su gran capacidad y trayectoria, es quien le lleva todos los asuntos de imagen a mi queridísimo Virrey Favorito (“ohhhhh, quizás ahí esté el problema”, grita la Lupe y brinca la sopa).

Y si bien la vendieron –a Mariana Sosa-, como la asesora de imagen del señor Jara -¿what?, ¿en qué momento por Dios?-, lo cierto es que quien fuera directora de Bachillerato en la UNLA se convirtió en gran colaboradora del enviado de Los Pinos y ahora, por supuesto, alguien le vio todas las cualidades del mundo para ser candidata a diputada por el Revolucionario Institucional y es el camino que le han trazado, comenzando en la institución políticamente más importante como es el DIF -junto con la Sedesol y Sepsol-, aunque digan que la asistencia social es como el agua: incolora, inodora e insípida, o sea, pareja para todos. Ni es cierto.

Respiro dos veces porque el “¿qué le dije?’” repetitivo de la Lupe me trae toda mareada. El perfil de Mariana Sosa Olmeda no es, para nada, despreciable, agréguele su condición de mujer. Puros puntos buenos. Entonces: mi Virrey Favorito tiene toda la razón del mundo mundial en sus reflexiones y decisiones. El problema con mi werito no es pues el fondo, sino la forma. Acaso es el primero en olvidar que su condición de servidor público le obliga, como el nombre lo dice, a ser más accesible y parejo, y a permitir que todos, absolutamente todos los burócratas de Michoacán, desde el más más hasta el menos menos de la jerarquía, cumplan con su obligación.

Es empezando por entender que los medios de comunicación, pequeños, medianos, grandes, extragrandes, radio, televisión, prensa escrita, y los del ciberespacio, son el enlace entre la autoridad y el pueblo, y uno un indeseable servicio al que se le puede ignorar o tratar a conveniencia. Lo más claro es lo más sano y lo más decente. Si no quieren trabajar con esos medios, pues que lo digan, pero que no les falten al respeto llevándolos de un día a otro, ignorando preguntas y pagos. No es moral ni ético, no es, pues, de buenas maneras. Por eso el trompito que le van a tronar al mero dueño de Los Pinos estos días durante la tradicional celebración anual de Apatzingán.

Y si seguimos con lo de las formas, le puedo enlistar otros muchos ejemplos más: los pagos no cubiertos a los trabajadores de confianza y eventuales; muchos de ellos carne de cañón de oportunistas que los dejaron ahí colgados. A los que corrieron y no los han finiquitado. El amago o la amenaza; el incumplimiento de objetivos, todo es cuestionable de mala manera cuando hay inconformidad social; y no es que los michoacanos seamos malagradecidos, es que es difícil ver con claridad cuando hay preocupación y temor, cuando en el norte o en el sur, en el oriente y en el poniente, se siguen dando esos actos repulsivos que engendra la violencia y el hampa organizada; a eso agregue todo lo demás. Valemos dos cosas pues. Difícil tarea.

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Y, siguiendo con lo de la ausencia de las buenas maneras, problemas así hay en todos lados. El esfuerzo de Wilfrido Lázaro Medina al frente del gobierno de Morelia, se mancha de gris con acusaciones como las que hicieron J. Jesús Garibay Méndez, Adriana Cortés y otros 13 trabajadores del Poliforum Digital, que acusan los tratos despóticos del director de ese inmueble, Erik Avilés Martínez (mucho doctorado y poca educación, incongruencias), quien además los corrió “injustificadamente” y no les permite el acceso al recinto.

“¿Qué podemos hacer si no firman contratos?”, justifica el representante de la organización esa que defiende la buena educación ¿? (de la que por cierto también forma parte Mariana Sosa). Obvio, el aludido niega las acusaciones, dice que todo es parte de aplicar la normatividad, pero por igual acepta que hasta la quincena pasada, los 13 acusadores recibían su pago sin contrato previo.

LO ÚLTIMO ÚLTIMO ÚLTIMO

No me cae mal Salvador Vega Casillas sólo me parece un muy mal servidor público. Sorry panistas, espero que ya no se ofendan. De risa sus comunicados donde todo le urge. Así de urgido hubiera trabajado cuando era secretario de la Función Pública y ganaba un sueldo base de 32 mil pesos y una compensación de 172 mil pesos MENSUALES, además de contar con otras prestaciones: seguro de separación (¡?), seguro colectivo de retiro, seguro de gastos médicos mayores, seguro de vida, prima vacacional del 50 por ciento de 10 días de sueldo base por cada periodo, prima quincenal de acuerdo por los años de servicio, aguinaldo de 40 días, pago de defunción, AYUDA PARA DESPENSA, equipo de comunicación, apoyo económico para alimentos y apoyo económico para gastos del vehículo.

Sólo en el 2008 el urgido panista tenía un equipo de seguridad de 9 elementos, en los que el Estado gastaba, anualmente 642 mil pesos. No te acabes PAN.

LO ÚLTIMO ÚLTIMO ÚLTIMO

Decepcionante el actuar del ahora excontralor del Estado, Gabriel Joaquín Montiel Aguilar. Quizás, como cuando renunció al mismo cargo en el municipio, el trabajo lo agobió. Quienes realmente saquearon al Estado e hicieron una pésima praxis administrativa, siguen gozando impunemente. Triste realidad.

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No andaba muerta, sólo enfermita… I’ll be back….

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