Editoriales

El Evangelio Hoy: Producir en un país de flojos e irresponsables

El autor es el Presbítero Mateo Calvillo Paz, vocero episcopal y colaborador de diversos medios de comunicación locales, regionales e internacionales
El autor es el Presbítero Mateo Calvillo Paz, vocero episcopal y colaborador de diversos medios de comunicación locales, regionales e internacionales

Los burócratas y el pueblo son muy flojos y no producen, tienen el país en el atraso y pobreza. Serán juzgados por Dios.

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Morelia, Michoacán, 19 de noviembre de 2017.- En tu vida. A Pedro no le gusta trabajar, le gusta ganar dinero, mucho dinero. Se desaparece y regresa la noche con mucho dinero, nadie sabe cómo lo obtiene.

A muchísima gente no le gusta trabajar, está de ociosa y consume esperando las ayudas del gobierno, de los programas sociales. Por eso, no salimos de la crisis.

Dios habla. Dios crea al mundo con todas las riquezas naturales y crea a los hombres para que trabajen en él, lo administren y perfeccionen.

Dios crea al hombre con especial cuidado, lo dota de enormes riquezas en el cuerpo y en el alma que debe poner a trabajar para cumplir su tarea en el mundo y llegar a su destino definitivo.

En México no se midió, derramó el Padre Dios increíbles riquezas naturales. México es uno de los países más ricos del planeta, en muchos rubros más rico que Estados Unidos.

El mexicano debe ser como la mujer hacendosa, mostrar dinamismo, creatividad y deseos de superación. Sobre todo, debe temer a Dios, por admiración, respeto y amor hacer la tarea.

En el Evangelio, Cristo nos recuerda este plan divino y esta tarea de los hombres. Lo dice de otra manera: Dios distribuye sus talentos, millones de pesos en oro.

Tus riquezas del cuerpo y del alma valen más que eso, la salud, la libertad y tu destino eterno.

La capacidad de las personas y todos los dones que hay en ellas viene de Dios, la distribución no es igual. Hay personas más dotadas, más trabajadoras que otras. Quien tiene más dones y más capacidad debe trabajar más.

Es lo que significa el número de los talentos desde el cinco hasta el uno. Quien más ha recibido tiene más responsabilidad de producir frutos.

Cuando uno muere, va luego al tribunal divino, a dar cuenta de sus riquezas y de los frutos que produjo. Cristo da una luz de lo que sucederá en el juicio: van a revisar los dones que recibiste y los frutos que produjiste.

Debes producir otro tanto de los talentos que recibiste, te ganarás la entrada a la fiesta del cielo con el Rey más grande y más hermoso, con Dios, a la fiesta de bodas del Hijo.

Si no produces fruto, si no has cultivado, tus cualidades, no entrarás a la fiesta, irás al lugar del tormento, de la rabia, la frustración, la tortura insoportable  y eterna.

El infierno está lleno de flojos y holgazanes, que no hacen nada, se aburren toda la semana, esperan solamente robar asesinar o esperar la limosna que les llega a través de los programas sociales del gobierno para engordar.

Lo importante no es recibir el dinero sino trabajar para construir un mundo más avanzado, la civilización de la fraternidad y el amor, el reino de Dios, apreciar el trabajo.

Levántate temprano a trabajar, rinde al máximo. Harás un mundo mejor, tendrás salud y gozo interior por tus trabajos. No tendrás que irte con los narcos ni robar ni asesinar.

Es hora de trabajar con empeño, con gozo para construir un México mejor y ganar el cielo.

Hay que estar preparado porque en cualquier momento viene el Señor. “El Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando la gente esté diciendo que paz y seguridad tenemos. De repente vendrá sobre ellos la catástrofe”, el paso a Dios.

Vive intensamente. Despierta. Hay una razón divina para no estar de flojo. Entren el proyecto de Dios, trabaja con entusiasmo y gana tu pase al cielo.

Cristo con nosotros. Cristo está aquí, él te da la energía para trabajar, la fuerza divina. Te alimenta con su cuerpo y con su sangre.

Para platicar en familia. ¿Hay flojos en tu familia? Pónganse todos a trabajar y todos entrarán al cielo después de su muerte, por producir muchos frutos. El mundo será diferente.

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