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Las estrategias de los candidatos / Diego Leal

Diego Leal es politólogo por el Tec de Monterrey; Maestro en Gobierno y Asuntos Públicos; y obtuvo en Madrid España, el Máster en Comunicación Política e Institucional
Diego Leal es politólogo por el Tec de Monterrey; Maestro en Gobierno y Asuntos Públicos; y obtuvo en Madrid España, el Máster en Comunicación Política e Institucional

A tan solo 14 días de llevarse a cabo las que presiento serán las elecciones más reñidas en la historia del Estado y transcurridos los 2 debates acordados por el órgano electoral, podemos decir ya con claridad, el tipo de estrategias de marketing político que cada candidato está llevando a cabo

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Madrid, España, 25 de mayo de 2015.- A tan solo 14 días de llevarse a cabo las que presiento serán las elecciones más reñidas en la historia del Estado y transcurridos los 2 debates acordados por el órgano electoral, podemos decir ya con claridad, el tipo de estrategias de marketing político que cada candidato está llevando a cabo.

Luisa María “Cocoa” Calderón se decantó por una campaña austera, sabedora de la condición económica y social que vive el estado y seguramente también de las críticas hacía su anterior campaña. Sin embargo, Cocoa también ha buscado comunicar que su campaña se centra en la transparencia, es por ello que hasta el momento, es la única candidata que ha presentado sus declaraciones de impuestos, de intereses y de bienes, además de un antidoping.

Con respecto a su estrategia, esta se centra en la comparación de perfiles. Sabe que las elecciones cada vez se deciden más con base en la personalidad de los candidatos que en las propuestas o la ideología de los partidos. Así que ha tratado de diferenciarse de los otros candidatos punteros, no con su condición genérica, que es obvia, sino criticando a los gobiernos perredistas y priístas en Michoacán y las relaciones personales de sus candidatos con criminales, con ello, busca restarles fiabilidad y presentarse como la candidata transparente, coherente y fiable.

Si hay algo en lo que ha fallado Cocoa, además de su menor presencia en medios y en publicidad, es que tal vez ha abusado de esta diferenciación y hasta ha sido demasiado incisiva. También ha olvidado generar mensajes positivos que combinen una buena dosis de “story telling” y de propuestas de solución a la agenda pública, en otras palabras, buscar que el elector indeciso la recuerde más por sus propuestas de solución a los problemas de inseguridad y desempleo que por los ataques a sus contrincantes.

Silvano por su parte ha decidido realizar una estrategia centrada en comunicar una conformación de mayoría. Su misma candidatura así lo hace ver, siendo el candidato de 3 partidos políticos, también ha mimetizado su identidad gráfica, dejando en el olvido el amarillo perredista y utilizando colores verde, rosa o morado. Además, en concordancia con esta estrategia, busca presentar adhesiones de personas de otros partidos a su candidatura e incluso encuestas que le dan un amplio margen de posible votación. Con ello pretende lograr un efecto “bandwagon” y de espiral del silencio, es decir, que el electorado indeciso lo elija al querer subirse al carro ganador o le vote por seguir el supuesto designio de la mayoría.

Sin embargo, su estrategia no ha sabido contrarrestar acertadamente los escándalos en los que se le ha señalado. Si bien sus simpatizantes podrán decir que dicha “campaña negra” (de contraste me gusta decir a mi si se trata de hechos demostrables y no de injurias) no le ha mermado en absoluto, lo cierto es que todavía no podemos conocer los resultados de esta contracampaña y es posible que el elector indeciso recuerde a la hora de emitir su voto más los escándalos en los que se encuentra envuelto el aspirante del sol azteca que en las propuestas o adhesiones que el candidato ha cooptado.

También se debe decir que el PT no le aporta una copiosa votación, que una buena parte del PANAL no lo apoya y que le han quitado la postulación por el PES, además de tener un hándicap en contra al estar todavía fresca en la memoria de los michoacanos el pasado gobierno perredista de Leonel Godoy.

La estrategia de “Chon” Orihuela se ha centrado en buscar demostrar fortaleza de su estructura, tanto en el ámbito territorial como en redes sociales. Mediante las constantes imágenes de sus mítines donde aparecen grandes concentraciones de personas y lograr posicionar vía el aparato internauta priísta algunos trending topics a su favor busca que los medios y mediante ellos el elector indeciso, vean en él a un aspirante con fuerte empuje social.

Lo cierto es que parece ser que en su campaña confluyen estrategias de la vieja escuela priísta con nuevas estrategias de las redes sociales. Ha buscado secundar a Cocoa en sus ataques a Silvano y desmarcarse definitivamente de Fausto Vallejo, a quien ve como un lastre a su campaña. Ha olvidado posicionar propuestas centradas en la agenda pública y ha buscado más ganar mediante el corporativismo priísta y sus viejas tácticas.

A Chon le perseguirá, al igual que a Silvano, el pasado gobierno estatal, de funestos resultados y memoria, por ello desde el primer día ha buscado desmarcarse de tal gobierno y en cambio ha tratado de presentar al gobierno de Peña Nieto como aquel que ha traído orden a Michoacán, lo cual a todas luces no es del todo cierto y no conozco la simpatía que pueda tener Peña Nieto en Michoacán, al menos en las encuestas nacionales no sale muy bien librado, por lo que puede meterse un autogol posicionándose como el candidato del PRI de Peña.

Entre los candidatos de los partidos minoritarios llama la atención el caso de Antúnez, quien ha sabido aprovechar los debates para posicionar los temas de su campaña que van en concordancia con los temas de la agenda pública: inseguridad y desempleo.

Sin embargo, su campaña es una de “stop and go”, no ha tenido un hilo conductor y solo aparece esporádicamente en los medios. La inclusión de Hipólito Mora fue un golpe atinado al que no ha sabido sacarle suficiente provecho. En Antúnez puede estar la victoria de alguno de los candidatos punteros, ya que algunos de los votantes indecisos, después de los debates, se pudieron haber decantado temporalmente por él, pero a la postre verán que ante la imposibilidad de su victoria, opten por ejercer el voto útil a favor de quien Manuel considere que puede hacerlo mejor, como ya ocurrió con el candidato de su partido en Nuevo León.

De los candidatos de Morena y del Partido Humanista mejor no hablar. Lo suyo más que campaña será presencia en la boleta. Son campañas testimoniales, no aprovecharon los espacios que tuvieron para posicionar sus temas, les faltó preparación, recursos y audacia.

Me extraña sobre manera el caso de Morena. Bien dicen que lo que mal empieza, mal acaba y candidatear a una guerrerense para gobernadora de Michoacán no traía buenos presagios. Además no ha tenido el apoyo de su líder moral, Andrés Manuel López Obrador, quien seguramente podría haberla ayudado a levantar un poco la votación, tan necesaria para este nuevo partido. Sin ideas, sin propuestas, sin ataques quirúrgicos, solo se podrá recordar a Morena en esta primera elección a la que se presenta en Michoacán como una oportunidad desperdiciada. Incluso se ha vuelto más visible y más estructurada la campaña de Morena en la ciudad de Morelia que la de su candidata al gobierno del Estado.

Por último, yo lo invito a que este 7 de junio salga y vote, no deje en manos de algunos el futuro del Estado. Hágalo en conciencia, dese unos minutos a contrastar perfiles, propuestas y pasados de los candidatos, tenga en cuenta que es mejor perder unos minutos analizar por quién votar que perder 6 años con un mal gobierno.

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