Los idóneos / Horacio Erik Avilés Martínez
Amable lector, en su opinión quiénes son los maestros más idóneos para nuestros hijos: ¿los normalistas de plaza automática?, ¿los que compraron su plaza?, ¿quiénes acumularon kilómetros en el marchómetro?, ¿o los que ganaron el derecho de educar a los hijos de Michoacán mediante un examen de conocimientos y habilidades?
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Morelia, Michoacán, 30 de agosto de 2014.- La inconformidad sigue creciendo en redes sociales y se está mediatizando cada vez más. El veredicto social tiende a la ebullición ante la injusticia que está cometiendo la autoridad establecida de prometerles al menos a 400 profesionistas una plaza docente y no otorgárselas. La desinformación cunde rampante, gracias a posturas institucionales titubeantes e incluso contradictorias, a comentarios de pasillo, rumores y desasosiego que flotan en torno al tema, que por supuesto, es el devenir de los ganadores del concurso de ingreso al servicio profesional docente, realizado mediante una convocatoria abierta nacional, emitida por la SEP y el INEE, en la cual se les invitó a participar todos los profesionistas que por su propio derecho y méritos deseasen conseguir una plaza docente.
Dos mil 713 personas en Michoacán realizaron el trámite de registro y acudieron sin éxito a realizar el examen el 12 de julio a las sedes establecidas, etapa del proceso que fue bloqueada por la CNTE y los normalistas, en aras de preservar sus privilegios e inesperadamente la propia SEP y la SEE emitieron comunicados de cancelación de la evaluación, absorbiendo en buena medida la responsabilidad, eximiendo hasta cierto punto del atropello cometido a las cúpulas disidentes.
El desperdicio generado por el impedimento de la realización del examen asciende a varios millones de pesos, que absorbieron los sustentantes y el gobierno.
Posteriormente, los aspirantes revisaron su correo electrónico durante noches esperando novedades. En su momento, solo un poco más de la mitad fueron los afortunados que pudieron enterarse con apenas unas horas de anticipación, acudiendo al Distrito Federal a realizar el examen. Los demás, simplemente quedaron en el camino.
Los puntajes obtenidos, si bien no fueron de excelencia, destacaron más que el resto de los aspirantes y por ello lograron a pulso ganarse su lugar en la lista de prelación, que meritocráticamente asignará las plazas de acuerdo con los resultados de los profesionistas en los diversos aspectos evaluados. A ellos se les calificó como “Idóneos” para desempeñar el servicio profesional docente.
Con la firma del contrato laboral y su incorporación al magisterio, el proceso debería de declararse concluido. Sin embargo, esto no ha terminado, debido a que la autoridad no les ha contratado aún, exhibiéndose la precipitación con la cual se preparó el concurso, establecido en la Ley General del Servicio Profesional Docente, que no contempló en su diseño las dificultades que habría de atravesar en su implementación en Michoacán y Oaxaca.
De acuerdo con lo estipulado en la convocatoria, 400 plazas se otorgarían en Michoacán. Ni una sola se ha entregado, sin explicación cabal emitida aún. Incluso en caso de que hubiese barreras institucionales e incómodos incordios burocráticos aún por resolverse, debería de emitírseles a los ganadores del concurso una carta-compromiso o algún mecanismo administrativo que permitiese brindarles al menos tranquilidad a los aspirantes. El sentir generalizado es que no se les cumplió y están organizándose.
No se debe perder de vista que los idóneos también tienen poder de movilización. ¿Será necesario que se nombren delegaciones para acudir al DF y que inicien acciones de lucha para demostrar que tienen las mismas competencias que la sempiterna beligerancia sindical para ser contratados? La acción colectiva está a punto de desatarse. Está en manos de la autoridad establecida definir una postura y construir una solución, antes de que se empiece a recorrer todo el espectro de las tácticas de presión social que lamentablemente su efectividad está más que probada.
Sin embargo, en ello habría una enorme derrota: probar las mieles de la beligerancia por parte de quienes en realidad solamente buscan un empleo de las características de una plaza docente, que brinda estabilidad laboral y prestaciones, a la par que la posibilidad de ejercer la vocación magisterial, puede resultar un primer paso en falso que les haga focalizar su atención en el poder que tienen las movilizaciones para arrebatar bocados presupuestales al gobierno estatal y federal. Por ningún motivo se debe de llegar a ese escenario, que situaría a escasa distancia moral a los profesionistas calificados como idóneos respecto a los que arriban a una plaza mediante el marchómetro, la herencia y trueques ignominiosos. Sería un estrepitoso descalabro sistémico.
El problema definitivamente no es el de la falta de plazas, ya que centenares de profesores se han jubilado recientemente, máxime que se les está apoyando con cien mil pesos a manera de estímulo para tal efecto. Simultáneamente, nos enteramos los michoacanos que 989 normalistas recién egresados han concluido un proceso de afiliación para acceder a las plazas docentes. Todo parece indicar que los plurinominales de las plazas docentes accederán sin esfuerzo al servicio profesional de la mano de la CNTE, de sus padrinos políticos y hasta de la autoridad establecida, mientras que la desolación y el abandono seguirán siendo para los maestros idóneos. A las 400 plazas del concurso y a un número indeterminado aún de las de jubilaciones les amenazan nubarrones de opacidad.
Amable lector, en su opinión quiénes son los maestros más idóneos para nuestros hijos: ¿los normalistas de plaza automática?, ¿los que compraron su plaza?, ¿quiénes acumularon kilómetros en el marchómetro?, ¿o los que ganaron el derecho de educar a los hijos de Michoacán mediante un examen de conocimientos y habilidades, y con perfil revisado por las autoridades competentes? Usted tiene la mejor respuesta.
Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y Twitter: @Erik_Aviles
