Editoriales

Los medios hoy / Atole por las venas

El problema es que los políticos, gobernantes y tomadores de decisiones le apuestan al “luego los atiendo”, “no hay varo y háganle como quieran” y el “ah cómo chingan los sindicalizados”
El problema es que los políticos, gobernantes y tomadores de decisiones le apuestan al “luego los atiendo”, “no hay varo y háganle como quieran” y el “ah cómo chingan los sindicalizados”

Quienes participan de buena fe en la huelga del STASPE no deberían confiarse mucho ante el espeso atole que a don Chava Jara le corre por las venas. Para el improvisado gobernador es más fácil apostar al desgaste de los quejosos que a la verdadera gestión de recursos para solucionar el problema.

Morelia, Michoacán, 22 de septiembre de 2014.- Quienes participan de buena fe en la huelga del STASPE no deberían confiarse mucho ante el espeso atole que a don Chava Jara le corre por las venas. Para el improvisado gobernador es más fácil apostar al desgaste de los quejosos que a la verdadera gestión de recursos para solucionar el problema. En su paso por la UMSNH al menos contaba con relativa autonomía, y hasta con la posibilidad de asumir postura de guerrillero para bajar recursos ante sus innumerables deudas.

Hoy, el gobernador emergente ya no es autónomo ni soberano, pues sus decisiones dependen de una línea establecida directamente desde Los Pinos con intermediario en la persona del señor encomendero don Alfredo Castillo.

Resultan lamentables incluso los comentarios que en los pasillos de los cafés de los portales se intercambian de mesa en mesa para referirse al caso:

– “¿Y cuál es la chamba de Salvador Jara ante la huelga?

– Pus… ¿primero pedir instrucciones vía telefónica a Castillo?

– ¡No señor! Nada de llamadas a Castillo porque lo pudiera agarrar ocupado atendiendo el problema de la huelga y luego se pone molesto. La chamba del gobernador es ESPERAR la llamada de Castillo para recibir instrucciones de cómo atender el problema de la huelga, que deberá estar resuelta antes del desfile del 30; digo… no “vaiga” a ser que al señor presidente se le ocurra venir ese día.

Mucha gente me dice: “pos es que la huelga es injusta porque no hay billetes” y créanme, yo estoy de acuerdo, pero también lo he comentado en anteriores columnas, las huelgas y paros laborales se solucionan más que con dinero, con voluntad, con buenas relaciones, y antes de que estallen según mi teoría:

5% con dinero

95% con diálogo y negociaciones.

El problema es que los políticos, gobernantes y tomadores de decisiones le apuestan al “luego los atiendo”, “no hay varo y háganle como quieran” y el “ah cómo chingan los sindicalizados”. No creo que haya gente a la que le gusten las huelgas. Los mismos huelguistas ven con poco agrado estar en la calle contando cuántos vochos amarillos pasan por su calle pero, tampoco creo que sean insensibles ante el desastre financiero; lo que sí creo que hay es que los canales de comunicación son poquitos, al menos más escasos que los pretextos para ir a la huelga.

FRASES “LOKILLAS”

Pensar que lo ocurrido en Uruapan con los seis ejecutados afuera de unas instalaciones universitarias es un hecho “ATÍPICO” es como creer que la mala racha de los Monarcas es cosa harto rara. Al menos para el alcalde de Uruapan, Aldo Macías, es cosa casi casi como de “sorprais” lo de los jóvenes muertos. ¿O sea? ¿Qué pedo? Estas cosas no pasan en Uruapan ¿edá? Este alcalde de la Perla del Cupatitzio no debería de sorprenderse, él mismo ha sido señalado por sus presuntos vínculos con la “maña”.

Pero para frases “lokillas” también hay otra que me gustó: el PAN “no dará tregua a la reconstrucción del estado”. Al menos así lo dijo su coordinador parlamentario, Sergio Benítez Suárez y… ¡woooow! Bueno, equis, a veces hay que ser optimista ¿no? Aunque a algunos como que se les pasa la mano en sus buenos deseos, porque en sus palabras son una cosa, pero en los hechos son un verdadero lastre para el estado.

HASTA LUEGO RAÚL LÓPEZ

Luego de varios días desaparecido, el fotoperiodista Raúl López Mendoza apareció como muchos temíamos: muerto. Al menos la versión de familiares y autoridad señalan que su lamentable fallecimiento no está relacionado con crimen alguno. Su muerte no deja de ser triste porque muchos de quienes nos dedicamos al periodismo, hasta por nuestra cuenta, nos identificamos con el fotógrafo de Cambio de Michoacán: una muerte ausente de garantías de seguridad social, sin seguro de vida; al menos hasta para un austero sepulcro. En alguna ocasión alguien dijo: “hasta el crimen está organizado, menos los periodistas”. Triste realidad.

Buen lunes para todos.

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