Los suspirantes… Adrián Huerta y los priístas
Seguramente que al PRI en este momento le conviene sacudirse esa imagen que se ha formado entre gran parte de los michoacanos, pero buscándole, tal vez el Revolucionario Institucional podría hacer un viraje sin hacer desastrosos experimentos como el que ahora vemos en el gobierno estatal
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Morelia, Michoacán, 04 de diciembre de 2014.- Haciendo gala de un discurso propio de los años setentas, se apareció por tierras michoacanas el dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz –mexiquense por cierto- para lanzar dos mensajes fundamentales: 1) El tricolor hará su principal alianza con la sociedad michoacana; y, 2) Los candidatos del Revolucionario Institucional saldrán de entre la militancia priísta.
El primero de los mensajes, obviamente, fue en respuesta a los frecuentes señalamientos de la oposición sobre la presunta alianza que el PRI hizo en 2011 con la delincuencia organizada para ganar las elecciones locales, con Fausto Vallejo Figueroa a la cabeza.
El segundo, aparentemente para atajar las múltiples versiones que han surgido acerca del interés del comisionado nacional, Alfredo Castillo Cervantes, por impulsar candidaturas ciudadanas en el tricolor, entre ellas la del empresario Adrián Huerta Leal, quien prácticamente se ha destapado, de una manera un tanto burda, pero esa ya es harina de otro costal.
Sin embargo, allegados al PRI aseguran que Adrián Huerta, quien ahora pretende que el sector empresarial replique todos sus mensajes, incluso los que se envíen a través de las redes sociales, afirman que el presidente de la Coparmex en Michoacán cuenta ya en su haber con algo así como seis meses de militancia en el tricolor.
Ya lo he mencionado en columnas anteriores, para el resto de los priístas en la entidad, más allá de que este señor cuente con el beneplácito del enviado presidencial, el recién llegado a las filas del tricolor puede ser visto como un oportunista, alejado toda la vida de las tareas políticas y partidistas, que pretende cosechar una posición por la cual algunos de ellos tienen más de 10 años trabajando.
Habrá que ver cómo toman personajes como el senador Ascensión Orihuela; el alcalde de Morelia, Wilfrido Lázaro Medina; y, el delegado federal de la Sedesol, Víctor Silva Tejeda, lo que aparentemente se convertiría en una imposición al interior del PRI.
Si del trabajo de partido se trata, y a la mano que mece la cuna no le apetece ninguno de estos tres experimentados priístas, bien podría echar mano de otros perfiles que tienen una trayectoria más amplia defendiendo la camiseta del tricolor, como el diputado federal y empresario, Alfredo Anaya Gudiño; el dos veces diputado local, Mario Magaña Juárez; el ex secretario de Educación, Jesús Sierra Arias; el actual titular de la Secretaría de Desarrollo Rural, Jaime Rodríguez López; y, hasta el actual secretario de Gobierno, Jaime Darío Oseguera Méndez.
Seguramente que al PRI en este momento le conviene sacudirse esa imagen que se ha formado entre gran parte de los michoacanos a partir del gobierno de Fausto Vallejo, de ser un partido vinculado con la delincuencia organizada, de ahí el interés de imponer como candidato a alguien sin trayectoria priísta, pero buscándole, tal vez el Revolucionario Institucional podría hacer un viraje sin hacer desastrosos experimentos como el que ahora vemos en el gobierno estatal.
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