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Los suspirantes… El fin de la era Chon Orihuela en el PRI

Prefirió acaparar y aplastar, y Chon Orihuela terminó excluido y aplastado
Prefirió acaparar y aplastar, y Chon Orihuela terminó excluido y aplastado

Tuvo su oportunidad, pero en lugar de ser incluyente y repartir el pastel con los grupos más poderosos del priísmo michoacano, los quiso aplastar. Ese fue el error que lo llevó a la debacle

Morelia, Michoacán, 18 de diciembre de 2015.- Tuvo su oportunidad, pero en lugar de ser incluyente y repartir el pastel con los grupos más poderosos del priísmo michoacano, los quiso aplastar. Ese fue el error que lo llevó a la debacle.

Ayer, antes del mediodía se concretó por decreto el fin del tiempo de Ascensión Orihuela Bárcenas a la cabeza del PRI en Michoacán.

Al amigo personal del presidente de México, Enrique Peña Nieto, se le dio la oportunidad de poner al gobernador sustituto de Fausto Vallejo Figueroa, de colocar dirigentes estatales con Marco Polo Aguirre Chávez y Agustín Trujillo Íñiguez, y de imponer candidatos en casi todo el estado, así como de hacer campaña por la gubernatura de Michoacán, y nomás no le alcanzó.

Chon Orihuela se creyó inmune al peso de la historia, la misma historia que decía que Jesús Reyna García le negó apoyo a Fausto Vallejo Figueroa en 2006, lo que le impidió ser senador de la República, pues él cuatro veces alcalde de Morelia quedaría en la antesala de la gubernatura en 2007.

La mismísima historia que dice que al año siguiente Fausto Vallejo le regresó “el favor” a Jesús Reyna y por eso en aquella elección que ganó entonces Leonel Godoy Rangel (del PRD), el PRI se fue por primera vez al tercer lugar en los comicios para elegir gobernador de Michoacán.

Fue sólo hasta 2011, cuando unidos por el proyecto común de Peña Nieto, los tres grupos hegemónicos del PRI en la entidad hicieron equipo y sumaron esfuerzos para regresar al tricolor a la gubernatura, con Vallejo Figueroa a la cabeza, con casi la mitad del gobierno en manos del dominante Reyna García, y también con algunos representantes del clan Orihuela en posiciones clave.

Chon Orihuela tuvo un gran acierto al mantenerse al margen del desastroso gobierno que encabezó el cuatro veces alcalde de Morelia, pero se la jugó al hacer alianza con el comisionado nacional, Alfredo Castillo Cervantes, para nombrar a un gobernador interino como Salvador Jara Guerrero, que dejó muy mal parados al PRI y a la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) en Michoacán.

Las cosas fueron de mal en peor, porque el nombramiento por unos meses del ex faustista Marco Polo Aguirre Chávez como dirigente estatal del tricolor nunca funcionó; Rosalva Vanegas Garduño y Eligio Cuitláhuac González Farías le sucedieron por breves periodos al frente del priísmo michoacano, sin que las cosas caminaran.

Sólo con Agustín Trujillo Íñiguez se alcanzó algo de estabilidad en la Presidencia del PRI en Michoacán, pero la poca o mucha autoridad de la que pudiera haber gozado el ex dirigente del Movimiento Territorial se fueron por la borda ante la persecución encarnizada que se hizo en conjunto con Alfredo Castillo contra todos aquellos que tuvieran cercanía con Fausto Vallejo y Jesús Reyna.

Tampoco funcionó el querer aplastar a ambos grupos con la imposición de candidatos, pues varios de los que pretendían imponer se cayeron en los órganos de justicia partidaria y en los tribunales. Al final de cuentas más de la mitad de los diputados y alcaldes que llegaron terminaron siendo del grupo del hoy preso Reyna García, por ahora encabezado por Jesús Sierra Arias.

Todo lo anterior pegó al proyecto principal de Chon Orihuela, que era la gubernatura, y pese a que luchó férreamente contra sus negativos para levantar su campaña del tercer lugar en que arrancó, terminó por entregar otra vez el estado al PRD, ahora con Silvano Aureoles Conejo a la cabeza.

Ayer, con la confirmación del nombramiento del dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, de un nuevo líder estatal en Michoacán, en la persona de Víctor Silva Tejeda, se le da fin a la era de Orihuela Bárcenas, quien tuvo la oportunidad de haber llegado a la gubernatura en la medida que hubiera sido inteligente e incluyente.

Prefirió acaparar y aplastar, y Chon Orihuela terminó excluido y aplastado.

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