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Los suspirantes… Ganadores y perdedores de 2015

¿Quiénes fueron?, ¿cómo les fue?, ¿dónde están ahora? Aquí los grandes ganadores y perdedores de la contienda por la gubernatura de Michoacán en el año que pasó
Sin duda alguna, Silvano Aureoles fue el principal ganador de la contienda electoral local de 2015, sin embargo no es el único que salió ganando con la forma en que se dieron las cosas

¿Quiénes fueron?, ¿cómo les fue?, ¿dónde están ahora? Aquí los grandes ganadores y perdedores de la contienda por la gubernatura de Michoacán en el año que pasó

Morelia, Michoacán, 11 de enero de 2016.- ¿Quiénes fueron?, ¿cómo les fue?, ¿dónde están ahora? Aquí los grandes ganadores y perdedores de la contienda por la gubernatura de Michoacán en el año que pasó:

GANADORES:

Silvano Aureoles Conejo (PRD). Sin duda el principal ganador de la contienda electoral local de 2015. Ahora, sin embargo, se ha sacado “la rifa del tigre” con toda la problemática que le heredaron y habrá que ver cómo la resuelve en los meses por venir, para empezar.

Marko Cortés Mendoza (PAN). El ex senador obtuvo para él una diputación federal y de paso la nada despreciable coordinación de la bancada panista en la Cámara de Diputados. También obtuvo el control del partido en Michoacán y se perfila para otras cosas, ya sea en el plano local o incluso en el nacional.

Víctor Silva Tejeda (PRI). Quedó muy disgustado, pues por instrucciones de su dirigencia nacional tuvo que ceder la candidatura que sentía en la bolsa. Pese a ello, recibió tres premios de consolación que lo mantienen vigente: Una diputación federal plurinominal, la coordinación de los diputados federales del PRI por Michoacán; y, más recientemente, la dirigencia estatal del tricolor por segunda ocasión.

Wilfrido Lázaro Medina (PRI). El ex alcalde de Morelia negoció para sí la coordinación general de la campaña de Chon Orihuela a la gubernatura, así como la primera posición en el listado de diputados locales plurinominales. Hoy sigue vigente en el ambiente político, aunque le siguen pesando señalamientos de su paso por la alcaldía.

Fidel Calderón Torreblanca (PRD). No tenía con qué contender por la gubernatura, pero al interior de su partido logró pesar lo suficiente para lograr una diputación federal plurinominal que lo mantiene vigente. Sin embargo, aunque está muy lejos el 2021, sigue muy verde para lo que pretende.

Selene Vázquez Alatorre (PT). De haber llegado a la candidatura por la gubernatura no habría ganado, y más bien pudo haberle restado votos a Silvano Aureoles. ¡Pero en fin!, con el apoyo de su hermana Talía como presidenta de la Comisión de Justicia del Congreso del Estado, fue nombrada presidenta de la recién creada Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas, para seguir viviendo del erario otros años.

Manuel Antúnez Oviedo (Movimiento Ciudadano). Nunca tuvo posibilidades de ganar la gubernatura, pero está claro que sus objetivos reales eran mantener el registro de su partido, regresarlo al Congreso del Estado y ganar elecciones en los municipios. Todo se le dio como se planeó y sigue en su puesto como delegado nacional del partido naranja en Michoacán.

María de la Luz Núñez Ramos (Morena). Otra que nunca tuvo posibilidades de ganar la elección, pero también logró conservar el registro y que su partido cuente con un diputado y un alcalde. Ahora, es cuestionable la forma en que se logró –defraudando a decenas o tal vez centenas de proveedores que actuaron de buena fe-. Por lo menos el Morena no contará con ellos para la próxima elección.

PERDEDORES

Ascensión Orihuela Bárcenas (PRI). Obtuvo la candidatura a la gubernatura y logró levantar en gran medida las preferencias para su partido, pero tuvo que lidiar con una serie de intereses internos y externos, así como con las consecuencias de una serie de malas decisiones que tomó. Al final no le alcanzó y hoy ha regresado al Senado a continuar su periodo.

Luisa María Calderón Hinojosa (PAN). No sólo perdió la elección por la gubernatura de Michoacán, sino que perdió adeptos que se sumaron a los candidatos del PRD y del PRI, y, también se quedó prácticamente sin equipo al interior de su propio partido, donde perdió también casi todas las posiciones. Hoy está de regreso en el Senado y su vigencia política dependerá de sus contactos nacionales.

Salvador Vega Casillas (PAN). Tras conocerse que él no sería el abanderado de su partido a la gubernatura, “El Gallo” comenzó a tener cada vez un más discreto papel en la escena pública. Hoy sigue en el Senado, al que nunca dejó, y su equipo está debilitado, ante la falta de activismo político de su parte.

Jaime Darío Oseguera Méndez (PRI). Entró a la mesa de negociaciones en el último momento, pero sólo para apoyar a Chon Orihuela. Su premio de consolación fue la candidatura a la alcaldía de Morelia, en la que finalmente perdió. Al final de cuentas, como pago a sus servicios, recibió una de esas decenas de notarías que entregó al final de su mandato el tristemente célebre gobernador sustituto, Salvador Jara Guerrero.

Raúl Morón Orozco (PRD). No tenía con qué contender por la gubernatura, pero lo hizo, y estiró la cuerda lo más que pudo. En compensación por su declinación obtuvo la candidatura a la alcaldía de Morelia, para la cual tampoco tenía con qué competir. Tras su derrota se regresó al Senado, a cumplir sus tres años restantes, y ya muy debilitado políticamente.

Adrián Huerta Leal (PRI). El empresario le jugó a ser el peón del ex comisionado Alfredo Castillo Cervantes en la mesa de negociaciones del tricolor. Tras la decisión de la dirigencia nacional del PRI no obtuvo ni siquiera una regiduría y volvió a desaparecer de la escena pública. Ya ni siquiera lo vimos tratando de resolver conflictos sindicales o sociales, como alguna vez teatralmente trató de hacerlo durante su “campaña”.

Alfredo Anaya Gudiño (PRI). No es tanto que haya perdido algo en la mesa priísta -si algo ganó seguramente lo mantendrá muy en secreto-, pero por lo menos algunas horas o días de su valioso tiempo sí perdió el multimillonario empresario sahuayense en esa serie de negociaciones.

Gerardo Dueñas Bedolla (PH). Fue el candidato a la gubernatura del Partido Humanista y nunca logró levantar en su campaña. Al final terminó por declinar a favor de Silvano Aureoles y la campaña y el esfuerzo representaron sólo tiempo perdido para él y su partido.

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