Editoriales

No sé si estamos peor o… “jodidos” / Teresa Da Cunha Lopes

Teresa Da Cunha es doctora en Derecho; con diversos posgrados en universidades de México, España y Francia; profesora investigadora de la UMSNH; miembro del Sistema Nacional de Investigadores; y coordinadora del Área de Ciencias Sociales en el CIJUS
Teresa Da Cunha es doctora en Derecho; con diversos posgrados en universidades de México, España y Francia; profesora investigadora de la UMSNH; miembro del Sistema Nacional de Investigadores; y coordinadora del Área de Ciencias Sociales en el CIJUS

Un poco de humor negro sobre la crisis del 2014, porque como decía Oscar Wilde: “La vida es demasiado importante para tomársela en serio”. Y el año 2014 ha sido demasiado serio

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Morelia, Michoacán, 31 de diciembre de 2014.- Si usted es de esos lectores a los que les impresiona la pose del orador oficial, la banalidad cómoda de los programas de “análisis” y las pinceladas generosas de realismo fantástico de los telediarios, entonces, con seguridad, ha odiado mis columnas a lo largo de este 2014. Y va odiar esta.

Si usted es parte de ese universo “alternativo”, sin duda estará convencido de la prioridad del “orden” sobre los derechos sociales, clama por la moral y olvida la ética y siente un enamoramiento embarazoso por nuestros arrogantes “déspotas”, vulgo representantes populares electos, que independientemente del país y de la color ideológica, se concentran en la isla de la corrupción esquina con la avenida de la impunidad.

Posiblemente, también es flexible sobre las cuestiones económicas, siempre y cuando los recortes de los programas sociales se apliquen al vecino. Aunque es vulnerable a la crisis financiera es ciego a las conexiones entre crimen organizado, pobreza, déficit de derechos y subdesarrollo. Es precisamente, para eliminar esta última condición que le pido me lea hasta el final.

No crea que soy indiferente a su esfuerzo. Le doy las gracias (lo digo con grande humildad y desde el corazón) porque semana con semana ha usted hecho el ejercicio masoquista de leerme, aunque lo haga con una pinza en la nariz asqueado por la reivindicación del derecho fundamental a la libertad de expresión de esta binacional que se recusa al anonimato del silencio cómplice y que no lleva muy en serio el discurso populista.

Sea como sea, creo que se ha dado cuenta (a esta altura del cierre sin champán del año viejo) que tal como yo, no sabe si estamos peor o… “jodidos”. Yo casi, casi apuesto por lo último.

Es bien verdad que una pequeña luz de consolación nos “ilumina”. Como la situación de crisis es mundial, siempre existe otro que está peor que nosotros. Consolación que es un bálsamo para nuestro egocentrismo.

En este ejercicio comparativo entre vecinos del “barrio” Tierra, México hasta pasa algunos “exámenes”. Es bien verdad que la moneda ha estado devaluándose desde agosto y que desde hace unas semanas esta devaluación se convirtió en una caída en picada. Tranquilos, que no pasa nada. Argentina está peor y Venezuela cierra casa de helados por falta de leche. Hombre, que lo mismo nunca pasará a “La Michoacana” que en vez de helados hace nieve con agua. Y a Putin le estalla la burbuja económica que mantenía con alfileres desde el 2009.

Nuestras dificultades no son de ahora, pero se han agravado por causas externas y por causas internas. Aquí, hay que aplicar la máxima “dame serenidad Señor, para aceptar las cosas que yo no puedo cambiar… empuje y entusiasmo para poder cambiar las que puedo cambiar”. No hay de otra. Si el AA lo puede lograr, ¿por qué nosotros no?

Al fin y al cabo, las variables externas son aquellas sobre las cuales no tenemos control y que no tienen nada que ver con nuestras opciones. Luego, por lógica, son siempre culpa del “otro”. Casi siempre del “vecino” y de los “aliados del vecino”. En fin, no hay como que achacarlas al extranjero o al “gringo”.

La causa externa más inmediata de nuestros líos de final del 2014 es la gran bajada de los precios de petróleo en todo el mundo (aunque nuestra gasolina sube el 8%). Así que el problema monumental para la financiación del presupuesto anual aprobado para el 2015, no es culpa de la falta de visión, de información y de anticipación nuestra. ¡¡¡Claro que no!!! Es una consecuencia de múltiples factores externos –disminución de la demanda de China, aumento de la producción debida al fracking- tan inescrutables y misteriosos en su comportamiento como un texto chino escrito en jeroglífos egipcios.

Pero nuestras dificultades van más allá del impacto del precio de petróleo. ¿Por qué?

Es altura de la “lección de historia”. Portugal 2009, Grecia 2008, Argentina 2002, México 1994, Chile 1982, todas estas crisis tienen un común denominador, perdón, tienen dos comunes denominadores: 1.- son crisis desencadenadas por el pago de intereses de la deuda externa en manos de mercados internacionales volátiles y de fondos de inversión predadores; 2.- los “rescates” de austeridad draconiana –y que transforman a una (o dos) generaciones en mendigos funcionales- son vendidos a los lectores y televidentes bajo el mito de que los bancos son “too big to fail” y que nos tenemos que sangrar “democráticamente” para que los consejos de administración, que fallaron de forma indecente, continúen protegidos por las cláusulas doradas de sus contratos. Pero no hay que desesperar que todavía ganamos la parte del león (el Fobaproa fue un esfuerzo “mínimo” comparado con las medidas de la “Troika”) ya que la Grecia se lleva la “rifa del tigre”.

Es bien verdad que el pago de intereses de la deuda externa afecta el gasto en salud, educación y pensiones. Atención: no es un hecho “nacional”, es una verdad universal. También es verdad que el servicio de la deuda externa (datos de la SHCP) es una cantidad equivalente a una vez y media lo que el Estado gasta en educación anualmente. (La Jornada 13 de noviembre de 2014, p.29). En la realidad no sé porque nos escandalizamos. Al hacer nuestro ejercicio comparativo observaremos que la cleptocrata Isabel dos Santos, hija del presidente de Angola (que recientemente ha desmentido, con grandes dotes histriónicos, las alegaciones de enriquecimiento ilícito hechas por “Forbes”) comprará la empresa PT por un valor mucho superior a todo el presupuesto de las últimas 2 décadas para todos los niveles educativos de Angola.

Hablemos de la balanza comercial… y de su déficit. En esta columna de humor negro, construida como una sátira político-económica de final de año, no podría quedar de fuera la balanza comercial. En los primeros 11 meses del año en curso, según los datos de INEGI, la balanza comercial fue deficitaria en 2, 695 millones de dólares.

Aquí cometemos dos errores: de metodología y de interpretación de la realidad.

estamos-peor-jodidos_1_2196543 141231El primer error consiste en sólo explicar la deuda externa con el déficit de la balanza comercial y la tendencia a usar los fondos prestados para pagar importaciones. Error craso. Deberíamos también colocar en la ecuación otra componente que es la acumulación de activos fuera del país por parte de la “élite” política. Decenas de millones de dólares que ex gobernadores, ex ediles y otros ex funcionarios obtuvieron presuntamente a través de actividades ilícitas, han sido transferidos al exterior (claro, después de la compra de los “Porsche”). Un ejemplo concreto: en el caso de Tamaulipas, Coahuila y Veracruz tan sólo en tres años “las autoridades de EU han incautado 35 millones de dólares de 70 que han sido litigados a estos personajes, y les ha confiscado propiedades, aeronaves y vehículos”. (Reforma).

Pero, hasta en este rubro nos ganan. Es indecente, no nos dejan una. Paul Krugman en su columna “Estalla la Burbuja de Putin” se coloca la pregunta ¿por qué pidió prestado tanto dinero Putin, y a dónde fue a parar el dinero? La respuesta se encuentra: “caminando por la Mayfair en Londres, o (en menor medida) el Lado Este de Manhattan Upper, particularmente en la noche, y observando las largas filas de residencias de lujo sin una luz encendida; propiedad, dicen, de principitos chinos, jeques de Oriente Medio y oligarcas rusos”. Como pueden verificar nuestros clepto-burócratas (todos ex, claro) tienen mucho que aprender de los rusos, chinos y jeques, para ya no hablar de los cleptocratas de África.

Todo parecía sostenible mientras el precio del petróleo era alto. Pero ahora “la burbuja ha estallado” (ibid) y la misma corrupción sobre la cual parecían sostenerse los sistemas es la que nos coloca en apuros.

Precisamente hacemos un segundo error al no contabilizar la “economía negra”. Podríamos al menos “rever” la cuestión de la balanza comercial, quiero decir “revisitar” los sectores económicos introducidos en la ecuación, lo que también nos obligaría a re-calcular el PIB a la alza. Aquí, nada como mirar a la vieja “Albión” modelo de referencia sobre el cual se basará el nuevo Sistema Europeo de Contabilidad. En los próximos meses todos los países de la Unión Europea que aún no incluyan las drogas, la prostitución y otros negocios ilícitos y del mercado gris en sus cálculos del producto interior bruto (PIB), tal como ya lo hacen el Reino Unido e Italia, tendrán que hacerlo.

No es broma. Cuanto a metodología de cálculo, podríamos echar un vistazo a las metodologías “oficiales”. Por ejemplo, para estimar el mercado de las drogas, Holanda utiliza los números de adictos proporcionados por las organizaciones no gubernamentales que trabajan con ellos. También acepta datos sociológicos sobre el número de usuarios ocasionales, corrige algunas coincidencias entre los dos grupos y adivina, literalmente, la dosis media diaria de drogas. En cuanto al precio de la droga, el informe holandés de 2005, sobre la metodología de cálculo contiene la frase «de acuerdo a internet».

Ya imagino a la gente de INEGI estableciendo la nueva metodología. Podrían, por ejemplo, incluir sobornos. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico prevé que los costes de la corrupción es el 5% del PIB mundial y, según el Banco Mundial, se pagan más de 1 billón de dólares en sobornos cada año. ¿Por qué sólo se puede tratar a la corrupción como un gasto? Como lo coloca, con mucho humor y oportunidad el analista económico Carlos Montero: “No hay ninguna diferencia sustantiva entre los servicios de una prostituta y un burócrata corrupto”.

Bajo estas nuevas “reglas”, ¿se imaginan como el aumento de “las exportaciones” de sustancias ilegales podría ayudar a estabilizar los números de la balanza comercial? ¿Y, por ende el cálculo de la cotización del peso? ¿Y del PIB?

Espero que hayan odiado esta columna. Yo la escribí entre dos carcajadas, porque como decía Oscar Wilde: “La vida es demasiado importante para tomársela en serio”. Y el año 2014 ha sido demasiado serio.

Feliz Año Nuevo 2015.

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