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¿Quién perdió en la elección del 2011? / Hugo Gama

Hugo Gama es Maestro en Derecho por la Universidad La Salle México, así como abogado especialista en propiedad industrial
Hugo Gama es Maestro en Derecho por la Universidad La Salle México, así como abogado especialista en propiedad industrial

La elección local del 2011 ha sido sin duda una de las más polémicas en la historia reciente de Michoacán, el cúmulo de irregularidades la convirtió en la antítesis de la democracia, se trató de una simulación de una legal y legítima cesión del poder

Morelia, Michoacán, 18 de abril de 2014.- La elección local del 2011 ha sido sin duda una de las más polémicas en la historia reciente de Michoacán, el cúmulo de irregularidades la convirtió en la antítesis de la democracia, se trató de una simulación de una legal y legítima cesión del poder. Hoy las consecuencias las pagamos todos los michoacanos que día con día sufrimos un gobierno que no es otra cosa más que un desgobierno, mismo que carece de autoridad moral para poder regresar a Michoacán a los cauces legales, al desarrollo, la justicia y la paz pública.

Al iniciar las campañas electorales en el 2011, las irregularidades se empezaron a hacer presente, lo primero fue ver el ostentoso e ilegal uso de las televisoras nacionales para posicionar a la hermana del entonces administrador de Los Pinos. La señora Luisa María Calderón simuló entrevistas en programas de revista, pagó encuentros en revistas de televisión y del corazón, abusó de las estructuras gubernamentales y usó los recursos públicos para favorecer su candidatura.

El despilfarro de recursos llevó a la señora Calderón a la increíble situación de contratar artistas cuyos costos superan la imaginación de cualquier clase mediero, todo con la intención de “conquistar” a los michoacanos; no hay duda alguna de que la campaña de la hermana de Felipe Calderón fue totalmente ilegal, se puede afirmar que intentó comprar la gubernatura desde Los Pinos y con el dinero de los mexicanos, por lo que Luisa María sería tan espuria, ilegal e ilegítima como lo fue su hermano menor.

Por otro lado, las acusaciones de la intervención de las «fuerzas oscuras» en el proceso electoral empezaron a tomar fuerza, los candidatos del PRD, Silvano Aureoles Conejo y la propia Luisa María Calderón Hinojosa del PAN, denunciaron intimidación a candidatos a presidentes municipales, a militantes y operadores políticos de sus partidos, incluso varios renunciaron a sus candidaturas.

Al final de las campañas la intensidad de las acusaciones de intervención de los poderes facticos tomó otra dimensión, las imputaciones ya iban en el sentido de que su participación fue para favorecer a los candidatos del PRI, tanto a la gubernatura como a las diputaciones y municipios.

Hoy el tema de la intervención de las «fuerzas oscuras» toma de nueva cuenta relevancia, se presume fuertemente por el propio gobierno federal que el partido de Peña Nieto gana la gubernatura de Michoacán gracias a una transgresión a la democracia local, violentando la voluntad popular y acomodándose el voto a modo, principalmente en la tierra caliente.

El fin de semana pasado, Federico Berrueto columnista de Milenio (http://www.milenio.com/firmas/federico_berrueto/Fausto-Vallejo_18_280351983.html), señaló que la operación principal de esos grupos facticos que favorecieron al PRI para la gubernatura se dio en cuatro municipios, Lázaro Cárdenas, Apatzingán, Zacapu y Zamora; de los lugares citados por Berrueto, los primeros tres históricamente han sido amarillos, el último azul, es decir, el principal afectado por la ilegal operación fue el PRD.

El dato principal de la columna publicada en Milenio no son las encuestas que se mencionan, sino el resultado electoral real, pero principalmente el señalamiento de los municipios donde se notó la alteración de la naturaleza electoral de esos lugares, aunque a mi parecer faltaron más municipios por señalar y sobre los que el PRD también perdió votos de manera irregular.

Es probable que sin el cúmulo de irregularidades el proceso hubiera sido diferente, pero principalmente tendríamos un gobernante con capacidad para gobernar y su poder no estaría usurpado por un encomendero. Es factible que sin las ilegalidades la elección hubiera tomado un rumbo diferente, sin duda alguna el gran triunfador hubiera sido el pueblo de Michoacán, sin embargo, no fue así, el gran perdedor del 2011 fueron los michoacanos, quienes todos los días sufren la consecuencias de la ilegalidad e ilegitimidad de su gobierno, gracias a la ilegalidad de las campañas electorales.

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