Editoriales

Siete Años de Esfuerzo / Erik Avilés

Nuestro colaborador de Atiempo.mx, Horacio Erik Avilés, es presidente de Mexicanos Primero en Michoacán; fue director del Polifórum Digital de Morelia y actualmente es presidente del Consejo Ciudadano de Morelia
Nuestro colaborador de Atiempo.mx, Horacio Erik Avilés, es presidente de Mexicanos Primero en Michoacán; fue director del Polifórum Digital de Morelia y actualmente es presidente del Consejo Ciudadano de Morelia

Se abrió paso un equipo que pasó de ser de Tercera División a campeón de una de las ligas más competitivas del planeta. Después de un meteórico ascenso de solamente siete años de esfuerzo, todavía, al inicio de esta campaña, las casas apostadoras ofrecían como recompensa un pago de cinco mil a uno para quien osase arriesgar su dinero anticipando el campeonato del Leicester.

Morelia, Michoacán, 04 de mayo de 2016.- Una de las lecciones más valiosas que nos transmite la práctica de una disciplina deportiva es que aquellos que trabajan en la virtud, nunca construyen en vano. Una historia de éxito de alcance mundial se acaba de consolidar en Inglaterra, en la elitista Liga Premier, en la que habían transcurrido dos décadas desde que alguno de los cuatro grandes equipos hegemónicos en aquellas latitudes no dejaban de alternarse la coronación. Entre ellos, se abrió paso un equipo que pasó de ser de Tercera División a campeón de una de las ligas más competitivas del planeta. Después de un meteórico ascenso de solamente siete años de esfuerzo, todavía, al inicio de esta campaña, las casas apostadoras ofrecían como recompensa un pago de cinco mil a uno para quien osase arriesgar su dinero anticipando el campeonato del Leicester.

Si bien, el arquetipo del equipo del  pueblo que logra alcanzar metas y reconocimiento es un trilladísimo cliché que emociona al espectador, al televidente, al cinéfilo o al lector, su extrapolación hacia todos los ámbitos de la vida humana, no es fácil. La lucha contra los obstáculos cotidianos difumina la euforia rápidamente al abandonar el estadio, al apagar la pantalla o al cerrar el periódico.

Es plausible materializar el sueño si analizamos debidamente los factores de éxito de los ganadores,  estudiar las biografías y las condiciones en las que el triunfo florece pródigamente. Lo humano engrandece en la medida en la cual éste trasciende sus limitaciones, pero también en cuanto aprovecha sus fortalezas y oportunidades. Por ejemplo, en el caso de éxito del Leicester, está presente un plantel comprometido, estable, capaz en la cancha, moderado y discreto en su vida privada, ejemplar y competitivo. Asimismo, un entrenador experimentado, sagaz y conocedor, a la par que motivador del equipo al que lidera. También hay una afición creciente que le respaldó en su rampante carrera, ya que se sintió identificada con un equipo que transitó de la cotidianeidad a la gloria por méritos propios. Aunado a lo anterior, se contó con una administración honesta y transparente, que aunque brindó beneficios a los accionistas, generó múltiples e inequívocos gestos de responsabilidad social empresarial y manifiestas posibilidades de que el esfuerzo construido desde lo local brillase, en el que los jugadores aficionados pudieron reflejar sus aspiraciones legítimas soñando llegar en algún momento, mediante su talento y disciplina, defender la camiseta de la tierra que los vio nacer.

Cruzando el Océano Atlántico y el Lago de Cuitzeo, ¿tenemos las condiciones para escribir una historia de ensueño en nuestro futbol profesional de la localidad? ¿Contamos con ellas en la disciplina deportiva que practicamos, en nuestra empresa  en nuestra familia? y ¿tenemos la capacidad de transformar aquellos aspectos de nuestras vidas en los que estamos efectivamente en Tercera División y convertirlos en sustento de nuestra excelencia?

Sin duda, todos tenemos posibilidades de transformar mediante esfuerzo denodado nuestro destino manifiesto; el deporte, como representación de la existencia humana, nos permite ver resultados prontos de la vigencia del axioma que recita que el trabajo todo lo vence y al respecto, ahora el Leicester nos brinda una lección asequible para todos los seres humanos. Pongamos manos a la obra.

Sus comentarios son bienvenidos en erik.aviles@gmail.com  y en Twitter en @Erik_Aviles

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