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Tour de Cine Francés: El porvenir

Es un drama austero, íntimo y minucioso, que aborda su trama con una honestidad y sutileza que la sitúan indudablemente como la mejor de la interesante selección que nos ofrece este año el Tour de Cine Francés
Es un drama austero, íntimo y minucioso, que aborda su trama con una honestidad y sutileza que la sitúan indudablemente como la mejor de la interesante selección que nos ofrece este año el Tour de Cine Francés

Nathalie es una madura profesora de filosofía, madre de dos hijos jóvenes, además de esposa de un profesor universitario con quien aparentemente lleva una vida satisfactoria, pero debe enfrentar los constantes achaques de su madre deprimida, la inestabilidad laboral, así como momentos difíciles al interior de su matrimonio

Morelia, Michoacán, 23 de septiembre de 2016.- El porvenir (L’avenir, 2016), fue probablemente la película más esperada de la vigésima edición del Tour de Cine Francés. Es el quinto largometraje que escribe y dirige la parisina Mia Hansen-Løve, a un par de años de que pasara por las carteleras Eden (2014), un apasionante recorrido por la escena electrónica parisina en los últimos años del siglo XX. Con su más reciente trabajo, la joven cineasta francesa (quien como dato al margen es esposa del realizador Olivier Assayas), se alzó con el premio a la mejor dirección en el Festival de Cine de Berlín.

El guión se centra en la figura de Nathalie, una madura profesora de filosofía, madre de dos hijos jóvenes, además de esposa de un profesor universitario con quien aparentemente lleva una vida satisfactoria. Pero hay mucho más detrás de esa felicidad ficticia ya que la protagonista debe enfrentar los constantes achaques de su madre deprimida, la inestabilidad laboral, así como momentos difíciles al interior de su matrimonio. Dichas situaciones pondrán a prueba su entereza pero al mismo tiempo le brindarán la oportunidad de replantear su futuro.

Es evidente que las vivencias personales forman parte importante de la filmografía de Hansen-Løve. Para Eden (2014), se inspiró en la vida de su hermano menor, mientras que hizo un recuento de su propia experiencia amorosa para Un amour de jeunesse (2011). Pero eso no es todo, recién terminada su participación en Berlín, la cineasta anunció que prepara una cinta basada en la figura de su célebre marido. Con tales antecedentes, es muy posible que podamos encontrar en su más reciente película ciertos rasgos autobiográficos, ya que tanto su padre como su madre fueron durante muchos años profesores de filosofía (la propia directora tiene una maestría en filosofía alemana), además que la pareja pasó por una experiencia similar a la que se nos muestra en la pantalla.

El personaje principal, la profesora Nathalie, interpretado estupendamente por Isabelle Huppert, deberá enfrentar una serie de cambios bruscos en su vida en un periodo muy corto de tiempo. Su aparente fortaleza emocional (basada en lo que ella llama “satisfacción intelectual”), esconde a partes iguales miedo e incertidumbre, sentimientos que se ven cuestionados por Fabien, el más brillante de sus ex alumnos, quien ha decidido alejarse de todo para vivir en una granja comunal en la campiña francesa.

La dificultad de romper las ataduras económicas y sentimentales después de gozar de un largo periodo de confort es uno de los temas principales del filme. El relato se va construyendo a base de detalles que giran alrededor del personaje principal, sentando el cambio como el punto de partida para mirar al horizonte y darse cuenta de que aún queda mucho por vivir. Y aunque es breve, resulta muy interesante el apunte sobre las reformas laborales que desde hace años han provocado el descontento de grandes sectores de la población francesa, así como el predominio de las estrategias de mercadeo incluso en un segmento tan restringido como lo es la literatura filosófica.

El porvenir se suma con elegancia a su sólida filmografía además de que confirma el talento de Mia Hansen-Løve. Es un drama austero, íntimo y minucioso, que aborda su trama con una honestidad y sutileza que la sitúan indudablemente como la mejor de la interesante selección que nos ofrece este año el Tour de Cine Francés.

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