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Inseguridad, el gran desafío en Michoacán: Carlos Garfias

Acerca del atentado que sufrió un sacerdoteen la Catedral de México en días pasados, lo calificó como muy lamentable, y que “resulta muy significativo que ya no haya el respeto propio por los lugares sagrados y que aun en estas circunstancias de una celebración se agreda de tal forma al sacerdote”
Acerca del atentado que sufrió un sacerdoteen la Catedral de México en días pasados, lo calificó como muy lamentable, y que “resulta muy significativo que ya no haya el respeto propio por los lugares sagrados y que aun en estas circunstancias de una celebración se agreda de tal forma al sacerdote”

“Sigue siendo el gran desafío para las autoridades y para la sociedad civil, porque a quienes generan la violencia, a quienes generan la inseguridad, tendremos que seguirles haciendo el llamado para que se den cuenta del grave daño y del grave perjuicio que hacen sobre todo contra personas inocentes”, expresó el arzobispo de Morelia

Morelia, Michoacán, 21 de mayo de 2017.- El Sr. Arzobispo de Morelia, D. Carlos Garfias Merlos, nuevamente recibió a los comunicadores este pasado domingo al concluir la Misa de nueve de la mañana, en el anexo de Catedral. En esta ocasión, estuvo acompañado por el Sr. Obispo Auxiliar D. Víctor Alejandro Aguilar Ledesma.

Mons. Garfias, auxiliado por Mons. Aguilar, dio lectura al Comunicado respectivo*, y contestó a las preguntas de los reporteros.

Acerca del atentado que sufrió el P. Machorro en la Catedral de México en días pasados, lo calificó como muy lamentable, y que “resulta muy significativo que ya no haya el respeto propio por los lugares sagrados y que aun en estas circunstancias de una celebración se agreda de tal forma al sacerdote. Creo que es muy importante saber –ojalá que podamos tener claridad– cuáles hayan sido las razones por las que la persona que agredió lo hizo, y depende de eso el que podamos tener una mayor objetividad para darle significado a la agresión”.

Respecto a la situación de inseguridad que se vive en Michoacán, dijo que “sigue siendo el gran desafío para las autoridades y para la sociedad civil, porque a quienes generan la violencia, a quienes generan la inseguridad, tendremos que seguirles haciendo el llamado para que se den cuenta del grave daño y del grave perjuicio que hacen sobre todo contra personas inocentes, porque quienes más sufren la violencia y la inseguridad son los ciudadanos comunes de la sociedad, ojalá que se den cuenta de ese grave daño quienes la generan, y ojalá que todos, tanto autoridad como sociedad civil, podamos colaborar, podamos participar para generar mejores condiciones de seguridad. Y también, quienes van recibiendo las consecuencias de la violencia y la inseguridad, que se convierten en víctimas de la violencia, ojalá que todos podamos unirnos para acompañarles, para ayudarles, para hacer una presencia significativa ante las situaciones que sufren quienes son víctimas de la violencia. Yo he estado expresando que desde la Iglesia queremos hacer una acción de construir la paz con un énfasis en la atención a las víctimas de la violencia; de manera que cuando surjan hechos violentos, no corramos a buscar quién es el culpable, sino nos inclinemos para atender a la persona que recibió la agresión y para acompañar a todos los que son parte de su familia, más cercanos a ellos. Y a eso les hago invitación a todos: que una de las grandes preocupaciones que podamos tener ante tanta violencia e inseguridad sea el atender a las víctimas de la violencia”.

Dado el carácter imprevisible de muchas agresiones, insistió en la necesidad de generar medidas preventivas.

Acerca de las deficiencias en la impartición de justicia señaladas en el Comunicado, aclaró que, aunque él no tiene en mente algún caso en particular, sí es notorio que los resultados de las investigaciones en muchos casos no dejan claridad acerca de lo sucedido.

Preguntado sobre el cambio climático, dijo que “todos sabemos que es consecuencia del deterioro de la naturaleza, de ‘la casa común’, como nos lo ha dicho el Papa Francisco en la Laudato Si. Naturalmente que crear una cultura del cuidado de la casa común es un esfuerzo que la Iglesia está haciendo de diferentes maneras. Y lo que seguiremos haciendo es buscar que se respeten los ritmos de la naturaleza, que se evite la tala inmoderada, como ha sucedido sobre todo en nuestros ambientes; que se genere una cultura para cuidar de no contaminar, de no llenar de basura los espacios; eso es lo que nosotros estamos haciendo, en la medida en que podemos participarlo desde la Iglesia”. A una pregunta acerca de si estaremos ante ‘el final de los tiempos’, no lo compartió, pero señaló que “si no se toman medidas suficientemente enérgicas, podrá haber mayores consecuencias”, e insitió en llamar a un mayor cuidado de nuestra casa común, que es la Tierra.

En otra pregunta, que aludió a la desaparición de periodistas en nuestro Estado e inquiría acerca de la responsabilidad de las autoridades, señaló que “al Estado le corresponde generar las condiciones de seguridad y de prevención”, y cree que “finalmente el Estado está haciendo su esfuerzo, con todas las interpretaciones que puedan hacerse en torno a una falta de responsabilidad del Estado; que son interpretaciones de acuerdo a las informaciones que se tengan, y yo creo que el esfuerzo –yo seguiré insistiendo mucho– es que el Estado se apoye en la sociedad civil para generar mejores condiciones de seguridad. Ahora que, ante los delincuentes, ante los agresores, habrá que ir tomando las medias propias de los que se dedican a eso, Nosotros tendríamos que estar en la línea de buscar la mejor participación de la sociedad para colaborar con el Estado”.

A pregunta de si ante el ‘aumento exponencial’ de la inseguridad no estará fallando el Estado, Mons. Garfias repuso: “Depende de las ópticas desde donde se vea. Yo no tengo toda la información para dar un juicio. Tengo la información que ustedes transmiten, pero no tengo toda la información para poder juzgar si está o no está cumpliendo el Estado.

Sobre las agresiones a periodistas, reiteró que éstas “siempre serán algo muy lamentable. Tendremos que ser muy solidarios con todos los periodistas caídos y con los familiares: un caso concreto de lo que yo hablo de las víctimas de la violencia, y, finalmente, ustedes como periodistas y todos los que se mueven en este mundo de los medios de comunicación, saben de la necesidad que hay de ir procurando las medidas preventivas para no acercarse a los espacios donde puede haber mayor violencia. Sin embargo, es parte de esa misma realidad: todos los que andamos sirviendo a la comunidad, al pueblo tenemos riesgo, sobre todo en un ambiente donde se exacerba la violencia”.

Preguntado sobre si haría un llamado al respeto a los comunicadores, dijo que debe hacerse llamarse al respeto a toda persona en la sociedad y a que no haya ese tipo de agresiones.

Reiteró que él ha insistido mucho en el tema del diálogo y de poder hacer agenda común entre el Estado y la sociedad civil.

A continuación, A TIEMPO.MX (www.atiempo.mx), su portal de noticias y denuncias por internet, reproduce de manera íntegra el comunicado previo al que dio lectura el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos.

Morelia Mich., a 21 de mayo de 2017

Comunicado 06-17

EL DIÁLOGO SOCIAL COMO CONTRIBUCIÓN A LA PAZ

El descontento por el desacuerdo ante la deficiente competencia de jueces para impartir la ley que ha hecho surgir diversas controversias que pueden llevar a confrontaciones de todo tipo, me lleva nuevamente a hacer un llamado para que todos tengamos en cuenta la necesidad de dialogar. El diálogo conlleva escuchar las partes y tener consensos y decisiones en la. verdad y la justicia. Como «la Iglesia habla desde la luz que le ofrece la fe».los invito a ir más allá de la razón humana para enriquecer a los que no creen e invitar a la razón a ampliar sus perspectivas. La Iglesia proclama «el Evangelio de la Paz» y está abierta a la colaboración con todas las autoridades para cuidar este bien universal tan grande. Es hora de diseñar una cultura que privilegie el diálogo como forma de encuentro, la búsqueda de consensos y acuerdos, pero sin separarla de la preocupación por una sociedad justa, memoriosa y sin exclusiones, apegada a la verdad y al bien de las personas. El autor principal, el sujeto histórico de este proceso, es la persona y su cultura, no es una clase, una fracción, un grupo, una élite. Se trata de dialogar para alcanzar un acuerdo para establecer un pacto social y cultural. Al Estado compete el cuidado y la promoción del bien común de la sociedad. Sobre la base de los principios de subsidiaridad y solidaridad, y con un gran esfuerzo de diálogo político y creación de consensos, desempeña un papel fundamental, que no puede ser delegado, en la búsqueda del desarrollo integral de todos (EG 238-240).

MORELIA, CIUDAD DE HERENCIA Y COMPROMISO

En torno al 476º aniversario de la fundación de la ciudad de Morelia (18 de mayo), quiero felicitar a todos los morelianos, así como también recordar el compromiso de todos los ciudadanos y autoridades por el desarrollo integral de nuestras ciudades y pueblos. Nuestra ciudad hermosa en su arquitectura, manifiesta cultura y belleza heredadas. Pero más allá de nuestros tesoros históricos tenemos el compromiso de seguirla construyendo hoy, no sólo en su aspecto físico-material sino en su calidad humana, en la belleza social de sus habitantes. Ciudadanos y autoridades, instituciones y asociaciones civiles, tenemos que poner nuestra mirada en aquellos habitantes que se esfuerzan por escapar del hambre, de la miseria, de las enfermedades endémicas, de la ignorancia; que buscan una más amplia participación en los frutos de la civilización, una valoración más activa de sus cualidades humanas; que se orientan con decisión hacia el pleno desarrollo (PP1). En nuestra Ciudad y en todo nuestro Estado se necesita asegurar el bien de las personas ya que es condición necesaria para asegurar la paz. Es absolutamente necesario el firme propósito de respetar a los demás hombres y pueblos, así como su dignidad y el apasionado ejercicio de la fraternidad en orden a construir la paz (GS 78). Somos una familia humana cualesquiera que sean nuestras diferencias políticas, religiosas, raciales, étnicas, económicas e ideológicas, todos somos custodios de nuestros hermanos y hermanas dondequiera que se encuentren. Tenemos la tarea de ser solidarios entre nosotros mismos, ya que en el centro de la virtud de la solidaridad está la búsqueda de la justicia y la paz. El amor por todos nuestros hermanos y hermanas exige que fomentemos la paz como la mejor manera de celebrar el aniversario de la fundación de nuestra ciudad de Morelia. ¡Felicidades habitantes y ciudadanos de Morelia!

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