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Pareja de mujeres mata a los seis niños que adoptó y se suicida

Las mujeres, Jennifer y Sarah Hart, solían publicar en Facebook fotos de ellas y de los niños con gestos sonrientes. Parecía todo muy idílico, un ejemplo de “familia progresista” e “inclusiva”, usando términos muy habituales en ciertos medios.
Las mujeres, Jennifer y Sarah Hart, solían publicar en Facebook fotos de ellas y de los niños con gestos sonrientes. Parecía todo muy idílico, un ejemplo de “familia progresista” e “inclusiva”, usando términos muy habituales en ciertos medios.

Ambas recibían miles de dólares al año por cuidar de ellos, como suele hacerse en las familias de acogida estadounidenses. Sin embargo, la muerte de los ocho destapó un historial de abusos contra los niños por parte de las mujeres.

Nueva York, E.U., 08 de abril de 2019.- En el esquema ideológico de la izquierda, los hombres heterosexuales son violentos y opresores, y las mujeres y homosexuales son seres oprimidos. Pero ¿qué pasa si una noticia rompe ese esquema?

En marzo del año pasado, el New York Post informó de la muerte en Estados Unidos de una pareja de lesbianas de raza blanca junto a los seis hijos de raza negra que habían adoptado.

Las mujeres, Jennifer y Sarah Hart, solían publicar en Facebook fotos de ellas y de los niños con gestos sonrientes. Parecía todo muy idílico, un ejemplo de “familia progresista” e “inclusiva”, usando términos muy habituales en ciertos medios.

De hecho, Jennifer y Sarah apoyaron al candidato izquierdista demócrata Bernie Sanders (en la foto vemos a los ocho con camisetas azules de apoyo a su candidatura en un mitin celebrado el 20 de marzo de 2016; en el vídeo del mitin aparecen detrás de la tribuna, a la derecha).

También llevaron a los niños a una manifestación en 2014 en Portland contra la brutalidad policial hacia los negros: en ella uno de los niños, Devonte, se abrazó llorando a un policía.

La imagen dio la vuelta al mundo y para intentar explicarla, Jennifer aseguró que el agente le había pedido un abrazo al niño.

Puñetazos a una niña de seis años, hambre y niños subdesarrollados

Sin embargo, la muerte de los ocho destapó un historial de abusos contra los niños por parte de las mujeres.

Los tres primeros habían sido adoptados en 2006 y los otros tres en 2008.

Ambas recibían miles de dólares al año por cuidar de ellos, como suele hacerse en las familias de acogida estadounidenses.

En septiembre de 2008 una de las niñas, Hannah, entonces con seis años, le dijo a la Policía que Jennifer la había golpeado en un cinturón.

La pareja alegó que las heridas de la niña se debían a que se había caído por unas escaleras, y la Policía cerró el caso sin tomar ninguna medida. Los vecinos decían que los niños se portaban como robots, incluso para ir al baño tenían que pedir permiso, y por cualquier motivo eran castigados sin comer.

En 2010 y 2011 los niños protagonizaron varios incidentes en la escuela por buscar comida en la basura o quitarle su comida a otros niños.

En 2011 Sarah fue condenada por agredir y herir a puñetazos a una de las niñas, Abigail, entonces con 6 años. Una profesora descubrió que la niña tenía el cuerpo lleno de moretones. Después de aquella condena, los niños dejaron de ir al colegio.

Una niña denunció que Jennifer y Sarah eran racistas y abusaban de ella

En julio de 2013, el Estado de Oregón emitió un informe de 30 páginas lleno de denuncias de maltratos contra los niños. Varios de ellos eran demasiado pequeños para sus edades. Jennifer y Sarah alegaron que los niños siempre habían sido más pequeños de lo normal. Un médico los examinó y no mostró ninguna preocupación, señala The Washington Post.

Tras mudarse a Washington en 2017, la Policía recibió una denuncia de que Hannah -ya con 16 años, aunque aparentaba muchos menos por su estatura- había saltado por la ventana de un segundo piso de madrugada y apareció en casa de unos vecinos: le faltaban dos dientes. La niña le dijo a sus vecinos que Jennifer y Sarah eran racistas y estaban abusando de ella. Sin embargo, los niños pedían a los vecinos que no llamasen a la Policía porque no querían que les separasen de sus hermanos.

Otro día Devonte apareció en casa de esos vecinos pidiendo comida. Cuando el niño se abrazó a ese policía en 2014, él y sus hermanos llevaban años maltratados y hambrientos.

Finalmente, el 23 de marzo del año pasado un vecino denunció lo que pasaba. Cuando la Policía llegó a la casa, nadie abrió la puerta. Al día siguiente, las mujeres hicieron las maletas y se marcharon desde su lugar de residencia en Woodland (Washington) a California.

Un día después su vehículo se despeñaba por un acantilado cerca de San Francisco. Dentro iban las dos mujeres y los seis niños.

Un jurado confirma que el accidente fue en realidad  un homicidio

La semana pasada un jurado de California dictaminó que el suceso no fue un accidente, sino que fue un acto deliberado, de forma que las mujeres cometieron suicidio y la muerte de los niños ha pasado a considerarse un homicidio.

Según un testigo, el vehículo aceleró antes de caer por el acantilado en la madrugada del 26 de marzo de 2018.

Además, las autopsias realizadas han revelado que los niños fueron drogados antes del homicidio. Según se estableció en el proceso judicial, las mujeres decidieron que si no podían tener a los niños, entonces nadie los tendría.

Minutos antes de que la camioneta cayera al precipicio, Sarah buscó en Google la dosis perfecta para sedar a sus hijos. Su historial muestra que buscó de sobredosis con Benadryl. Otra búsqueda aún más macabra: “¿Cuánto tardas en morir de hipotermia mientras te ahogas en un carro?”.

(CON INFORMACIÓN DE: ACTUALL.COM).

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