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Continúa violencia contra choferes de UBER en Morelia

Uno de los jóvenes precisó que ya van dos veces que es detenido a bordo de su unidad, en una de las cuales le chocaron su carro para que no pudiera darse a la fuga
Uno de los jóvenes precisó que ya van dos veces que es detenido a bordo de su unidad, en una de las cuales le chocaron su carro para que no pudiera darse a la fuga

Después de más de un mes las detenciones se han tornado cada vez más violentas, al grado de que grupos de personas a bordo de unidades rotuladas de taxis algunas con placas particulares, han incrementado las agresiones ya no solo contra los conductores, sino hasta con los usuarios que nada tienen que ver en el problema

Morelia, Michoacán, 27 de noviembre de 2017.- A pesar de que al inicio de las operaciones de los taxis UBER en Morelia los trabajadores del volante del servicio público concesionado los estuvieron deteniendo de manera un tanto pacífica, después de más de un mes las detenciones se han tornado cada vez más violentas, al grado de que grupos de personas a bordo de unidades rotuladas de taxis algunas con placas particulares, han incrementado las agresiones ya no solo contra los conductores, sino hasta con los usuarios que nada tienen que ver en el problema.

Y es que los testimonios de algunos de los agredidos, la mayoría jóvenes, señalaron que ingresaron a la plataforma con la única finalidad de obtener recursos económicos que puedan llevar a sus familias a vivir mejor igual que lo hacen la mayoría de los taxistas que a bordo de su unidad, pretenden llevar una mejor calidad de vida.

Uno de los jóvenes precisó que ya van dos veces que es detenido a bordo de su unidad, en una de las cuales le chocaron su carro para que no pudiera darse a la fuga, y precisó que la manera en que los localizan para detenerlos es pidiendo un servicio como si fueran usuarios para que al llegar la unidad a recoger al pasaje, otros taxistas ya lo estén esperando y de esa manera poder literalmente «cazarlo».

Destacó que lo raro del asunto es que al parecer quienes dirigen estos «operativos», lo hacen en contubernio con las autoridades, es decir, que los taxistas parecieran como si fueran los jefes de los elementos de tránsito y de los inspectores de la Comisión Coordinadora del Transporte (Cocotra) ya que con una sola llamada, en minutos llegan los funcionarios a requerir la unidad.

Todos los agredidos coincidieron en que cuando llega la autoridad a retener el auto, «nadie sabe en qué artículo o ley se basan para detener un auto particular que no tiene identificación de que esté prestando un servicio público, que no tiene número económico alguno y mucho menos, calcomanías que lo identifiquen como UBER».

Otro testimonio narró que es profesionista pero por las tardes prende la aplicación y trabaja, «antes de llegar a donde me pidieron el servicio ubiqué unos taxis pero no les di importancia, pero cuando llegué al punto exacto, se me dejan venir los taxis y eso medio miedo, como pude me di a la fuga pero más adelante, un motociclista de tránsito se me pone enfrente y me obliga a pararme a pesar de que yo no estaba cometiendo ninguna infracción al reglamento».

En otro caso, el propietario de un auto que fue comprado de manera exclusiva para poder trabajar en la plataforma, fue amedrentado por varios taxistas pero en esa ocasión la situación no pasó a mayores, pero en la siguiente, la persona que le ayudaba como chofer fue agredido en la zona del Pípila, se asustó y dejó de trabajar luego de que el auto quedó «encerrado» en el corralón por algunos días.

Un joven más se dijo preocupado de que los taxistas ya se hayan puesto más violentos que anteriormente pues ahora también la autoridad argumenta que ellos tienen una base de datos que comprueba que las unidades que detienen están al servicio de UBER cuando en realidad no es así, porque nunca la muestran.

Uno de los casos más sonados se registró en pleno Centro Histórico cuando un joven estuvo a punto de ser detenido en la salida a Charo, pero pudo librarse hasta que llegó frente a Palacio de Gobierno al filo del mediodía, donde pidió ayuda a la policía pero para esos momentos, «llegaron los taxistas alegando que les había echado el carro encima y rodearon su unidad y como no me bajé yo de mi auto, la policía y la Cocotra se llevaron la unidad conmigo a bordo a pesar de que algunos taxistas que ahí estaban, traían placas particulares y ellos sí estaban prestando el servicio público de manera irregular pero no les hicieron nada».

Finalmente, una mujer que también trabaja en la plataforma, señaló que ella necesita el trabajo para poder llevar un sustento a su hogar y que por fortuna, a ella no le ha tocado que los taxistas la hayan detenido en alguna ocasión pero pidió comprensión a los trabajadores del volante ya que, «todos merecemos trabajar mientras la labor sea honesta, así como ellos necesitan su empleo nosotros igual, a veces salgo de mi casa y rezo para que no me vaya a pasar nada ya no con algún usuario, sino con algún taxista y eso me mantiene en un miedo constante», finalizó.

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