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Monarcas a la final de la Copa MX

Con humillación incluida, el cuadro Monarca se encargó de despachar a una escuadra rayada que luce en caída libre
Con humillación incluida, el cuadro Monarca se encargó de despachar a una escuadra rayada que luce en caída libre

En una noche de pesadilla, Rayados perdió 0-3 ante Morelia en casa, para despedirse del certamen de Copa MX, donde aparecía invicto y coqueteaba con la Final; Mancilla anotó en dos ocasiones, el tercero fue de Morales de penal

Monterrey, Nuevo León, 23 de octubre de 2013.- En una noche de pesadilla, Rayados perdió 0-3 ante Morelia en casa, para despedirse del certamen de Copa MX, donde aparecía invicto y coqueteaba con la Final.

Con humillación incluida, el cuadro Monarca se encargó de despachar a un cuadro albiazul que luce en caída libre, y que entre cambios de técnico, juveniles y refuerzos extemporáneos, ya no sabe a lo que juega.

Con la clasificación casi imposible, y ahora con esta eliminación, el Estadio Tecnológico acabó dándole la espalda al cuadro de casa, y cerca del Final el clamor por Vucetich le hizo saber al «Profe» cruz que su saldo como recién llegado se ha consumido.

Monterrey quedó evidenciado como un monumento a la improvisación, ya que si bien logró tocar la puerta en el primer tiempo y hasta quedarse al borde de anotar, tras recibir el primer gol acabó maniatado, derrumbándose dramáticamente sin que nadie lo pudiera impedir. Trece tiros de esquina a favor sin remates a gol hablan del poco trabajo del equipo.

Y tenían que ser dos ex archirrivales los que clavaran el ataúd regiomontano, ya que el chileno Héctor Mancilla se apuntó un doblete y Carlos Adrián Morales cerró la cuenta, para festejarle a la tribuna con su pasado tigre, y devolver una de varias afrentas en el pasado.

En el arranque fue La Pandilla quien tuvo los mejores arribos, en un duelo intenso y de vaivenes, aunque sin imprimir un estilo claro en el campo.

Lo más claro llegó en los botines de Neri Cardozo, quien recibiendo de Suazo enganchó en la media luna y sacó un zapatazo al ángulo, hasta donde llegó volando Federico Vilar para salvar a una mano.

La intensidad parecía ir en aumento, y al 33′ Suazo empalmó una volea de zurda desde la media luna, y nuevamente Vilar apagó al estadio plantándose a dos manos.

Ya para esas alturas Monterrey tenía controlado al rival, pero en una descolgada, Salinas desbordó por derecha y centró a la llegada de Mancilla, quien disparó al cuerpo de Ibarra, pero el rebote le favoreció al pegarle en el pecho y salir directo a las redes, en el 1-0 que inclinaba la balanza al 41′.

Así se irían al medio tiempo, y para el complemento Rayados sacó a un débil Darvin Chávez para ingresar a Gael Acosta, con lo que el equipo modificó a dos líneas de cuatro, y ahí se acabó la historia.

Morelia comenzó a llegar cada vez con más claridad, hasta acabar perdonando una humillación peor a los regios.

Al 64′ Montero entró como un tren por la izquierda y tocó a segundo palo para Zamorano, quien tenía que empujar a las redes, pero la puso por un lado de forma increíble.

Pero si la falla había sido notoria, la que seguía no tendría nombre, ya que Montero volvió a entrar al área hasta la línea de fondo, y cedió para Mancilla, quien mano a mano con Ibarra abrió para que Zamorano firmara, pero nuevamente el jugador echó el esférico por un costado.

La diferencia ya era muy marcada, y al 67′ Mancilla firmó el segundo, en un balón largo que bajó como maestro, y que tras amagar con disparar de derecha enganchó y sacó un zurdazo cruzado desde la media luna, dejando sin oportunidad a Ibarra. Su festejo, en franco reto a la tribuna rayada.

Para entonces ya el «Profe» Cruz había mandado a Marlon de Jesús al campo, pero nada lograba cambiar en el funcionamiento. Suazo tuvo el descuento al 71′, pero voló su remate cuando estaba de frente al marco.

Morelia seguía como amo y señor del partido, y al 78′ Montero fue derribado por Leo López en el área, para que se marcara le pena máxima. Un minuto más tarde, Morales convirtió engañando a Ibarra, para poner el 3-0 que ya dejaba en la lona a La Pandilla.

La tribuna comenzó a corear a su técnico anterior, y el silbatazo final decretó un nuevo fracaso de La Pandilla, que volverá a llegar al Mundial de Clubes con rostro de todo, menos de campeón.

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