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Ágora: El chiste de los 28 candidatos de Morena

Esos 28 aspirantes ya se acarician las manos, unos buscando la más alta nominación, otros esperando algo de rebote, la mayoría sólo para figurar y darse tono con los que mandan en el partido

Morelia, Michoacán, 09 de diciembre de 2020.- Parece chiste, pero no lo es; y si lo es, es un chiste de mal gusto: el caso es que 28 candidatos se registraron para buscar la candidatura de Morena a la gubernatura del estado.

Podría decirse que esto demuestra el vigor de la democracia mexicana, que permite que cualquier aspirante a un puesto de elección popular puede optar por una candidatura. Pero en realidad es debilidad; si cualquiera puede hacerlo, eso significa que no hay un proceso de calidad que indique que sólo pueden participar los mejores.

Porque, seamos claros: de esos 28 aspirantes, sólo dos o tres tienen el suficiente respaldo como para aspirar a la nominación; los demás sólo son relleno o buscan, de rebote, una candidatura a una diputación, alcaldía, sindicatura o hasta una regiduría.

Lo que se avizora es una lucha por las candidaturas que quizá no tenga precedentes en Michoacán. El afán protagónico, la falta de disciplina, el fuego amigo, son factores que no auguran un proceso terso.

Esto ya lo podemos ver desde ahora, con las diferentes encuestas pagadas que se han dado a conocer, en las que todos los candidatos, incluso aquellos que son poco conocidos, aparecen como punteros. Esto también parecería un chiste, sino fuera una grosería; se trata de crear la percepción de un éxito personal que no lo es.

Lo mismo puede decirse de los anuncios panorámicos que proliferan en diversos espacios de Morelia, en los que esos mismos candidatos que presumen su liderazgo en las encuestas inducidas, presumen ahora entrevistas en las que se les presenta como grandes líderes políticos, cuando todos sabemos que se trata de propaganda muy bien pagada.

Como sea, Morena vende muy barata la democracia al permitir esos procesos de falsa apertura, en los que la pluralidad no es garantía de transparencia sino, por el contrario, un ejemplo de simulación.

Lo más censurable es que la decisión última dependerá no de un consejo político, sino de quien manda en ese partido, que es el presidente de la República, el dedo elector que definirá al candidato.

Mientras tanto, esos 28 aspirantes ya se acarician las manos, unos buscando la más alta nominación, otros esperando algo de rebote, la mayoría sólo para figurar y darse tono con los que mandan en el partido.

Parece chiste, en efecto, pero un chiste de mal gusto.

jmochoa4@hotmail.com

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