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Cuba, Venezuela y México meten las manos en Ecuador

Ecuador vive hoy las clásicas revueltas provocadas desde círculos más altos de poder, pues es evidente la manera en la que estos grupos, aparentemente populares y genuinos, están operando, con estrategia, bien organizados y, por supuesto, bien financiados

Morelia, Michoacán, 14 de octubre de 2019.- A pesar de que el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, ha derogado el decreto 883 por el que se eliminaron los subsidios a la gasolina, y que está en la mejor disposición de dar solución a los problemas derivados, los conflictos en la calle no cesan, al contrario van en aumento y Ecuador está hoy convertido en un polvorín para la región.

No es difícil creer que Nicolás Maduro tenga metidas las manos, el gobierno venezolano ha jugado un papel preponderante en la propagación de la izquierda latinoamericana actual -para nadie esto es secreto-, financiando el Foro de Sao Paulo y a candidatos de los partidos integrantes para llevarlos al poder de sus respectivos países.

Tampoco es un secreto que Cuba es la parte ideológica, la que crea y planea las acciones que los integrantes del Foro llevarán a cabo.

Pero México también tiene parte en el conflicto, a pesar de que el presidente López Obrador ha reiterado que nuestro país no es intervencionista y respeta la soberanía de las demás naciones, el gobierno ha decidido dar refugio a por lo menos dos correístas, Ricardo Patiño, ex ministro de Exteriores, quien se encuentra en el país, y Gabriela Rivadeneira, asambleísta quien se encuentra protegida en la Embajada de México en Quito.

Aunque por las señales que se están dando, yo no dudaría -aún sin tener pruebas- que México esté apoyando con algo más que asilos políticos.

¿Por qué la crisis en Ecuador?

En las últimas semanas se agravaron los problemas en Ecuador, los levantamientos de varios grupos, especialmente en la sierra y la capital Quito, fueron cada vez más violentos y han estado tomando una fuerza que nadie esperaba.

Las políticas implementadas por el actual presidente Lenin Moreno, de eliminar los subsidios de los combustibles mediante el decreto 883, provocaron un disparo en los precios de las gasolinas en un 123%.

La razón para esto fue el continuo robo de combustible por parte de grupos delictivos que provocan cuantiosas pérdidas para el país, según el gobierno.

Esto desató protestas de grupos sociales, especialmente de estudiantes, transportistas e indígenas, que han llegado a exigir la disolución de los Poderes en el país.

Pero Ecuador vive hoy las clásicas revueltas provocadas desde círculos más altos de poder, pues es evidente la manera en la que estos grupos, aparentemente populares y genuinos, están operando, con estrategia, bien organizados y, por supuesto, bien financiados.

El propio gobierno acusa al ex presidente Rafael Correa de estar detrás de estos levantamientos, con ayuda de los gobiernos de Venezuela y de Cuba, que quieren derrocar a Lenin Moreno para imponer una figura a modo.

Al parecer el presidente Moreno se alejó de los cánones que marca el grupo del Foro de Sao Paulo, y éstos no perdonan. Cabe recordar que el presidente Lenin pertenece al mismo partido político de izquierda que su antecesor.

Incluso, Correa le ha criticado muy duramente que haya aceptado algunas de las exigencias del Fondo Monetario Internacional, como la eliminación de subsidios a las gasolinas y reducir el gasto público del gobierno de ese país; acusando que se trata de servilismo al neoliberalismo.

Sin embargo, llama la atención que Ecuador siga teniendo hoy al dólar estadounidense como su moneda soberana desde el año 2000.

Es decir, ni siquiera Correa, que se dice enemigo del neoliberalismo, que se asume de izquierda, contrario al imperialismo, cambió esto. 

Pero hoy, ante un presidente con poco liderazgo, según reconocen algunos analistas, se empezó a preparar un golpe al gobierno, con suficiente antelación, que ha llevado a realizar diversos ataques muy bien enfocados y con objetivos específicos, como la quema de instituciones públicas, ataques a los medios de comunicación, secuestros a policías, vandalización de comercios que han optado por cerrar indefinidamente sus puertas.

El papel de Correa

A pesar de haber ostentado el poder de su país por poco más de 10 años, Rafael Correa no pudo, o no quiso eliminar al dólar americano como su moneda.

En un foro sobre migración en 2017, luego de concluir con su mandato, el expresidente dijo que no era fácil hacer esos cambios en la economía, que hubiera sido más sencillo para un gobierno de derecha que para uno de izquierda.

Entonces, ¿era fácil o no era fácil?

Curiosamente también reconoció que hay políticas que pueden ocasionar una grave crisis social, como eliminar los subsidios; justo lo que sucedió en el actual gobierno.

Según él los banqueros, los poderes económicos, mediáticos y religiosos estaban como “buitres acechándolo” y “buscando cualquier error para desestabilizar” al país.

Parece que todo esto que acusaba en aquél año, es lo mismo que ahora él hace a un gobierno que ve fácil de eliminar.

La semana pasada Correa habría viajado en un avión de Pdvesa a Venezuela para entrevistarse con Maduro. Esto resultó muy sospechoso para Moreno y también para Guaidó que confirmó que el ecuatoriano estuvo ahí. La visita se tradujo por ambos, como parte de la conspiración para desestabilizar Ecuador.

La estrecha relación entre Maduro y Correa es bien conocida. Correa es su asesor, incluso en una reciente entrevista para RT, el ex mandatario hacía algunas recomendaciones y hasta críticas a su homólogo venezolano, proponiendo que bajara los subsidios a la gasolina porque estaba regalando la riqueza venezolana.

A Maduro le sugiere reducir los subsidios, mientras a su compatriota le fustiga por haber hecho eso mismo.

Así, Lenin Moreno parece ser víctima de su propio grupo político y de amigos, los pactos entre él y Correa fenecieron, ambos se acusan de malos manejos, aunque Lenin lo hizo primero, cuando declaró que su ex jefe, había dejado una deuda multimillonaria, mucho mayor  lo que había declarado, lo que complicaba mucho la situación del país.

Los problemas no cesarán, pero no serán sólo en Ecuador, toda la zona está en conflicto y parece que el Foro de Sao Paulo va por más.

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