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De Primera Mano: ¡Que los mantenga el gobierno…!, pero el federal

Cifras millonarias se han ido en pagar los enormes compromisos de nómina, bonos y otros boquetes que heredaron anteriores gobiernos estatales, sobre todo los de Cárdenas Batel y Leonel Godoy
Cifras millonarias se han ido en pagar los enormes compromisos de nómina, bonos y otros boquetes que heredaron anteriores gobiernos estatales, sobre todo los de Cárdenas Batel y Leonel Godoy

Se habla de un gasto educativo enorme y ya impagable que no sólo está apretando y agotando las finanzas estatales, sino que además es como dinero tirado a la basura en un estado que ha multiplicado su gasto en educación, pero al mismo tiempo permanece, como hace 25 años, en los últimos lugares de aprovechamiento escolar en el país

Morelia, Michoacán, 28 de noviembre de 2018.- “¡Que los mantenga el gobierno!…, pero el federal”, es lo que parece querer decir el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, a los integrantes del magisterio michoacano con su anuncio de esta semana.

Y es que para el estado se ha vuelto muy oneroso mantener la nómina educativa que representan los agremiados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

De acuerdo con el mandatario estatal de las plazas laborales existentes en el sector educativo básico de Michoacán hay 50 mil 944 que son federales, que equivalen al 63% del total, así como 29 mil 267 estatales, que equivalen a un 37%, y estas últimas le representan al estado un gasto anual de 6 mil 764 millones de pesos, sólo en el pago de nómina.

A lo anterior hay que sumar los bonos extralegales que el magisterio michoacano obtuvo como producto de una doble negociación con la Federación y el Estado, mismos que de 1992 a 2018 suman pagos por 23 distintos conceptos y por un monto de 1 mil 021 millones de pesos anuales.

La mayoría de esos bonos derivan de las minutas secretas que se firmaron durante las diferentes administraciones estatales, pero sobre todo en los gobiernos de los ex gobernadores perredistas Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangel, hoy flamantes colaboradores del Morena y su dueño, Andrés Manuel López Obrador, el próximo presidente de México a partir del 1 de diciembre.

Silvano Aureoles argumenta que en 1992, cuando se firmó el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación, la aportación estatal en educación representaba el 9.6% y la federal el 90.4%, pero después del paso de los años, las administraciones estatales y las minutas en lo oscurito con el magisterio, pero sobre todo con la CNTE, la participación estatal se ha incrementado a 36.59%, mientras que la federal ha disminuido al 63.41%.

Sólo por poner un ejemplo de los beneficios obtenidos por las dirigencias magisteriales a través de la doble negociación, de 2000 a 2010 la participación estatal en la nómina educativa pasó de 1 mil 131 millones a 6 mil 410 millones de pesos (casi 6 veces más), mientras que la federal se incrementó de 6 mil 410 millones a 11 mil 106 millones de pesos (lo que implica que ni siquiera se duplicó).

Y bueno…, la danza de cifras sigue, pero se está hablando de un gasto educativo enorme y ya impagable que no sólo está apretando y agotando las finanzas estatales, sino que además es como dinero tirado a la basura en un estado que ha multiplicado su gasto en educación, pero al mismo tiempo permanece, como hace 25 años, en los últimos lugares de aprovechamiento escolar en el país.

Hablamos de un estado como Michoacán en el cual a la menor provocación, con cualquier pretexto, los líderes de la CNTE abandonan las aulas, cierran calles, bloquean carreteras, toman casetas, impiden el paso del tren, mientras que sus fuerzas básicas, los normalistas, además secuestran autobuses, saquean vehículos de carga y pintarrajean inmuebles, incluyendo edificios históricos.

Por eso ha sido bien recibida en general la medida anunciada por Silvano Aureoles en el sentido de regresar la nómina educativa al gobierno federal. Una decisión que seguramente también pasa por el tema de los cambios políticos de los próximos días, pues está claro que con López Obrador el gobernador de Michoacán no tendrá la misma interlocución ni recibirá las mismas deferencias con las que era atendido en el saliente gobierno de Enrique Peña Nieto.

Por el contrario, se rumora que en 2019 habrá un severo ajuste en las partidas federales hacia los estados, con especial atención a las entidades donde el Morena no es gobierno, como Michoacán.

A pesar de las críticas bien ganadas por muchos otros temas, el mexiquense Peña Nieto cada año de la actual administración estatal silvanista autorizó miles de millones de pesos de recursos adicionales para la entidad, mismos que rescataron financieramente a Michoacán, pero que por desgracia nunca fueron canalizados a infraestructura ni a inversión productiva.

Esas millonarias cifras se han ido en pagar los enormes compromisos de nómina, bonos y otros boquetes que heredaron anteriores gobiernos estatales, sobre todo los de Cárdenas Batel y Leonel Godoy, quienes en sólo 10 años contrataron de forma automática como maestros a 18 mil normalistas recién egresados sin contar con el debido soporte financiero.

Y eso que sólo hablamos de la herencia en el sector educativo… ¿Usted qué opina?

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