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Día de Asueto: Pobre Bedolla; pobre Michoacán

A menos de dos semanas de que inicie mandato, si es que no le dan pa-trás como hasta los de Morena quieren, el panorama político de Alfredo Ramírez Bedolla se torna cada día más difícil y triste

Morelia, Michoacán, 17 de septiembre de 2021.- A menos de dos semanas de que inicie mandato, si es que no le dan pa-trás como hasta los de Morena quieren, el panorama político de Alfredo Ramírez Bedolla se torna cada día más difícil y triste. 

El elegido en la pasada (narco) elección de Michoacán, está solo con su alma y para colmo, el Congreso local, tan necesario para él, se advierte ya como un escenario poco amigable para el amigo intimísimo del presidente.

La realidad de Bedolla es que, sin mayoría legislativa, el amigo del presidente no va a poder instaurar la 4T en Michoacán como tanto juró y perjuró. Es más, no le alcanza ni siquiera para cabildear para lograr un buen presupuesto en el 2022. Eso sí es preocupante.

A menos de dos semanas de que inicie mandato, los problemas de Bedolla aumentan. Pobre. Sin mayoría en el Congreso y sin diputados aliados; peleado con su partido, todo mundo se le monta; con filtraciones a morir: todo mundo sabe quiénes serán sus colaboradores y casi ninguno es de su equipo, Leonel y Morón avasallaron.

Súmele usted los compromisos que debe atender, como con Fausto Vallejo, que vuelve a dar cátedra política al acomodar cuadros en la capital michoacana y en el gobierno estatal. Cualquier cosa. Ni el propio Bedolla tiene tantas posiciones. Sí, de pena ajena.

Bedolla es a las claras un gobernador electo sin control político. Rebasado. Hasta parece el candidato del Equipo por Michoacán, avasallado en el Congreso local, a pesar de ser mayoría, por un Fidel Calderón ejerciendo el control al impedir que se instalaran; neta, dice mi Lupe, hasta parecen principiantes y mire que hay varios diputados priístas, panistas y perredistas que ya casi son parte del inventario legislativo de tanto que repiten.

Y hablando del Congreso, deje le platico la trágica historia de un poder que sólo sabe cobrar y no legislar. Y no es sólo la nueva legislatura, ahí tiene usted la pasada, que dejó casi 400 temas sin concluir.

A partir del 15 de septiembre de este año, tenemos además un congreso machista, con todo y que las mujeres son mayoría, al ocupar 25 de las 40 curules, es decir más del 60 por ciento, pero eso no importa. No hay liderazgos claros.

La prueba fehaciente: la Junta de Coordinación Política es de hombres. Ni una sola fracción parlamentaria será encabezada por alguna de esas 24 diputadas votadas o plurinominales. Triste.

Además, es una legislatura que ya aprendió del ejemplo nacional y en la que se acomodaron cuatro dirigentes estatales de partidos o ex dirigentes que brincaron de la dirigencia a la diputación: Ernesto Núñez, del Verde; Jesús Hernández, del PRI; Víctor Manríquez, PRD y un misógino Óscar Escobar, de Acción Nacional.

El problema no es el Congreso, es lo que siguen y los que llegan.

Tres de los diputados ya van por su tercer periodo consecutivo: la priísta Adriana Hernández; la del PT, Brenda Fraga y, otra vez, el del Verde, Ernesto Núñez.

Los tres prácticamente van por nueve años “legislando”, es su tercer periodo consecutivo sin ni una sola iniciativa o acción legislativa de relevancia en esos 3 mil 285 días cobrando más de 100 mil pesos mensuales y todo parece indicar que aprovecharán al máximo la posibilidad de quedarse en el Congreso por los 12 años que les permite la ley. Cobrando y sin hacer nada de importancia. Benditas leyes mexicanas.

Pero no crea que son los únicos que repiten, los tres anteriores son los que van por el tercer consecutivo, pero el también priísta, por ejemplo, Marco Polo Aguirre, quien va por segundo periodo consecutivo, ya ha sido legislador tres veces, es decir, también va por nueve años.

De la anterior legislatura, de hecho, repiten nueve en total. Nomás echaron brinco, pues, como el panista Hugo Anaya y la Mayela Salas, esa legisladora que le gusta “tomar” mis columnas para basar sus iniciativas.

Otros que ya han sido diputados, aunque en diferentes momentos y no consecutivos: Fidel Calderón, que hoy debo decir, sí les comió el mandato a todos; Daniela de los Santos, bateada por el Tribunal Electoral y hasta por el casi extinto partido Fuerza por México, al que le fue a pedir la dirigencia y la malquerida Andrea Villanueva (ni sus propios colaboradores la soportan). Una legislatura con harta “experiencia” en no hacer y las mismas mañas.

La nueva legislatura arranca con 25 mujeres y 15 hombres: de Morena, son 11 legisladores, siete féminas y el resto varones; el PAN,  lleva 8 diputados, cuatro y cuatro; el PRI, 6 mujeres y dos hombres; el PRD, 3 damas y dos varones y el PT, dos y dos.

El Verde Ecologista logró acomodar dos diputados pluris; el Partido Encuentro Social, uno al igual que Movimiento Ciudadano. Por votación, ninguno de los tres institutos lleva nada. ¡Viva la democracia!

Y pues sí, no hay partidos con mayoría, así que estarán de a peso los jaloneos por las comisiones, a según el sapo será la pedrada; lo más peor para el pobre Bedolla, es que su gobierno -si es que lo ratifica el Tribunal-, tendrá un contrapeso fuerte y el tema del presupuesto, se torna más en una papa caliente difícil de controlar. Al tiempo.

Día de Asueto (Por: Rosamaría Sánchez Rincón)

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