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El combate al alcoholismo (Por: Jorge Álvarez Banderas)

Con la reforma constitucional de 1917 se prevé que el Congreso de la Unión y las Legislaturas de los Estados dictarán, desde luego, leyes encaminadas a combatir el alcoholismo

Morelia, Michoacán, 17 de diciembre de 2024.- Con la reforma constitucional en 1917 promovida por el constituyente permanente, se prevé en la parte final del artículo 117, que el Congreso de la Unión y las Legislaturas de los Estados dictarán, desde luego, leyes encaminadas a combatir el alcoholismo, mientras que dentro de las facultades del legislador federal previstas en el artículo 73 del texto constitucional.

Se consigna que, las medidas del entonces Consejo de Salubridad General, dependiente del Presidente de la República, sin intervención de ninguna Secretaría de Estado, serán disposiciones de carácter general obligatorias en el país, las que una vez emitidas, serían revisadas por éste; desde entonces, se preveía sobre el establecimiento de campañas contra el alcoholismo y la venta de substancias que “envenenan al individuo y degeneran la raza” (sic).

Las disposiciones constitucionales anteriores, vigentes a la fecha al parecer son letra muerta en general, ni la federación ni las entidades federativas han legislado debidamente al respecto, contrario a ello, se promueve su consumo al poner a disposición la venta de dichas sustancias alcohólicas en proyectos que son considerados de “seguridad nacional” como el llamado “Tren Maya”, que con su viaje inaugural en días pasados, es del dominio público el expendio de bebidas alcohólicas a bordo del medio de transporte que circula sobre rieles arrastrado por una locomotora.

La venta de bebidas alcohólicas en el país se encuentra regulada por las autoridades administrativas, que en el caso del “Tren Maya”, obra de “seguridad nacional”, infiero carece de las licencias de funcionamiento para su operación y su venta hacia los pasajeros se hace sin distinción alguna, lo que conlleva a una actuación contraria a lo previsto por el constituyente originario ante un problema de naturaleza social grave, que es la puerta de acceso al consumo de otras sustancias incluso prohibidas que son parte de la desintegración social. Tomar consciencia de esta conducta inconstitucional, permitirá enderezar el camino

Eliminar del “menú” de alimentos y bebidas la venta de las bebidas alcohólicas situará a la federación en el renglón constitucional debido. 

@lvarezbanderas

Fidecine, su desaparición inconstitucional (Por: Jorge Álvarez Banderas)

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