DestacadasEditoriales

El Derecho a la Ciudad: ¿Qué es la acupuntura urbana?

Así como la medicina necesita de la interacción entre médico y paciente, en urbanismo también es preciso hacer reaccionar a la ciudad y “pinchar” un área, de tal manera que ella pueda ayudar a mejorar

Después de trabajar en las ciudades casi 40 años, sé que cada ciudad puede mejorar su calidad de vida en menos de tres años, independientemente de la cuantía y condiciones financieras.

Jaime Lerner

Morelia, Michoacán, 24 de octubre de 2023.- Estas palabras tienen un gran respaldo de experiencias. Jaime Lerner, Arquitecto y urbanista brasileño nació en 1937 y fue quien comandó un gran equipo de trabajo que transformó a la ciudad de Curitiba, hasta ubicarla como un ejemplo del paradigma de ciudad sustentable.

Su brillante labor lo llevó a ser alcalde en tres ocasiones de su ciudad natal, y en dos ocasiones, gobernador del estado de Paraná, en Brasil. Falleció en mayo del 2021, pero su legado en el campo del urbanismo, sin duda, perdurará por sus impactos, al demostrar que es preciso considerar otras perspectivas de actuación de los gobiernos sobre la ciudad, que obliguen a ir más allá de los instrumentos de planeación tradicionales.

Para este arquitecto brasileño, al separar en la ciudad las funciones básicas, como el sitio de trabajo del sitio de donde se vive, provocó que se separaran las funciones y se perdiera una escala humana de las ciudades, para dar paso a la imperiosa necesidad del automóvil. De forma tal que su principio fue que: “Cuanto más se integren las funciones urbanas y se mezclen las personas de distintos niveles de ingresos, edades y actividades, más humanas se volverán las ciudades”. 

Lerner nos recuerda, a propósito de aquella práctica médica desarrollada en China y otros países asiáticos, que consiste en estimular partes específicas del cuerpo, mediante la inserción de agujas muy finas para generar un cambio en las funciones físicas del organismo y, al respecto señala: “Creo que algunas ´magias´ de medicina pueden, o deben, ser aplicadas a las ciudades, porque muchas de estas están enfermas, algunas casi en estado terminal.”

Acuñó el término de acupuntura urbana para impulsar la idea, de que, así como la medicina necesita de la interacción entre médico y paciente, en urbanismo también es preciso hacer reaccionar a la ciudad y “pinchar” un área, de tal manera que ella pueda ayudar a mejorar, a crear reacciones positivas y en cadena para revitalizar zonas de la ciudad. Este autor aclara que no sólo se refiere a obras, y menos a las grandes obras, sino que en la mayoría de los casos se trata de obras no significativas en inversión, y en otras, incluso refieren la introducción de una nueva costumbre, un nuevo hábito, que crea condiciones positivas para transformar la ciudad. 

De entre los muchos elementos que se consideran como guías para el desarrollo de esta estrategia de “acupuntura urbana”, conviene señalar los siguientes:

Discontinuidad en la ciudad. Muchos de los grandes problemas urbanos ocurren por falta de continuidad, derivada de la presencia de terrenos baldíos sin actividad o sin vida. Rellenarlos sería una buena acupuntura; preferentemente con alguna actividad de animación, con estructuras provisorias para consolidar algunas actividades, hasta que surjan nuevos proyectos. Las instalaciones de estructuras portátiles pueden garantizar vida, revitalizar una región, generando la función urbana que estaba faltando. 

Gente en la calle. Una buena estrategia de acupuntura urbana consiste en atraer gente a la calle, crear puntos de encuentro y, principalmente, hacer que cada función urbana catalice bien el encuentro entre las personas. Aquí el diseño del espacio público es importante y más la interacción social que propicie.

Reforestación. La vegetación puede ser una buena acupuntura. Ciudades que no tienen grandes atractivos; en determinadas regiones cambian radicalmente cuando son reforestadas. Además, muchas ciudades logran conseguir una imagen urbana más armoniosa a través de la vegetación intensa. 

El silencio. Las ciudades tienen sus sonidos y difícilmente son escuchados por los habitantes, pues hay una invasión sonora, con ruidos que se mezclan con el son de la ciudad. Una buena acupuntura es suspender temporal o definitivamente el tránsito de automóviles en una calle determinada, para permitir que se escuche el silencio o el ruido normal de las ciudades y sus habitantes. 

Finalmente, un aspecto significativo señalado por Jaime Lerner es el tiempo; al respecto señala que, en la acupuntura lo importante es que la puntada sea rápida, pues la acupuntura exige rapidez en la puntada precisa. La misma cosa sucede con la acupuntura urbana; en Curitiba, en 1972, se implantó la primera zona de peatonales y su adecuación requirió tan sólo de 72 horas. Se comenzó un viernes en la noche y entregaríamos la obra a la población el lunes de noche; “En el caso en que el pueblo no aprobase el cambio, siempre podríamos reestablecer lo que había antes. Pero era necesario que el pueblo viese la obra completa. Y así fue hecho”. 

Sin lugar a dudas, la enseñanza más valiosa de Jaime Lerner es haber demostrado que se puede lograr mejorar la calidad de vida de los habitantes de una ciudad, con base en pequeñas pero significativas y necesarias obras, que modifican la dinámica social, mejorar la forma en que se habita la ciudad y brinda a sus habitantes un mayor confort. Pensemos por un momento cómo cambiaría nuestra ciudad si se construyera o habilitara un pequeño parque para propiciar el encuentro de vecinos, si se dispusiera de ampliar y seguras aceras para caminar; si se pavimentaran esos pequeños tramos de calles que permiten unir las existentes y brindar más opciones de traslado; si disfrutáramos de más árboles en la ciudad para caminar bajo su sombra. 

Es preciso que nuestros gobernantes cambien su perspectiva de pensar que sólo con “grandes” obras pasarán a la historia.

El Derecho a la Ciudad: Conciertos musicales en la ciudad

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba