El gobierno que merecemos (Por: Alejandro Vázquez Cárdenas)
Si continúa la oposición fragmentada y adormilada, si no podemos hacer a un lado nuestras diferencias y buscar nuestras coincidencias, el avance de la secta que apoya a López seguirá su ruta destructiva y antes de terminar el sexenio ya no habrá nada que rescatar, nada
Morelia, Michoacán, 08 de diciembre de 2020.- ¿Tenemos el gobierno que merecemos? Esta duda no es nueva, repasando la historia averiguamos que esa afirmación, equivocadamente atribuida a Nicolás Maquiavelo, en realidad es de otro italiano, José de Maistre (1753-1821), que sostuvo que cada pueblo o nación tiene el gobierno que merece. Otro pensador europeo, pero este del siglo XX, André Malraux (1901-1976), modificó la sentencia y dijo que la gente tiene los gobernantes que se le parecen. En nuestro hemisferio tenemos la sentencia de José Martí: «Pueblo que soporta a un tirano, lo merece». Cualquiera de las tres modalidades resulta incómoda. ¿Nos parecemos a Díaz Ordaz?, ¿a Echeverría?, ¿a Salinas? ¿Nos merecíamos a Obrador?
¿Será posible que los mexicanos estemos condenados a tener únicamente gobiernos como los emanados del priismo, los opacos y no muy eficientes panistas , los decepcionantes gobiernos emanados del ya agónico PRD ? o en el colmo de las desgracias debemos aceptar que nos identificamos con el probadamente incompetente y al parecer muy corrupto (des) gobierno de MORENA? ¿Estaremos condenados a producir solo políticos como Echeverría , López Portillo, Bartlett y López Obrador?
Es una realidad que en un sistema democrático cada pueblo elige a los gobernantes que desea y si aquí en su momento tuvimos a Calderón, a Marín, alias «El Gober Precioso», a Ebrard, EPN, a Godoy etc., es porque los hemos elegido, activa o pasivamente. Estos personajes no nos cayeron del cielo ni vinieron de Marte, son mexicanos que llegaron ahí por la fuerza de los votos, racionales o irracionales, informados o viscerales, pero votos válidos, todos y cada uno de ellos.
¿Por qué están las cosas así? Entre otras razones porque los mexicanos hemos tolerado y fomentado, por apatía, por ignorancia o por lo que sea, un elevado abstencionismo electoral. Hemos aceptado la génesis y permanencia de una casta de políticos acostumbrados a la transa, a la corrupción, a la mentira, en suma, políticos carentes por completo de dignidad y congruencia. Tenemos Gobernadores dedicados a tiempo completo a realizar negocios con dineros públicos; funcionarios de mortecino currículum que están ahí como pago a sus servicios, el último caso lo acabamos de ver con el nombramiento de la escandalosamente ignorante titular de Economía, persona que difícilmente se sabe el abecedario completo, tenemos diputados y senadores tontos e incultos, buena parte de ellos profesionistas mediocres o fracasados. El resto es un heterogéneo grupo de analfabetas funcionales con altísimos e injustificados sueldos,
¿Cómo podemos resolver esto? Los tengan la costumbre de leer, solo les bastará recordar la tiranía monárquica de la Francia de los Luises y cómo llegó a su final por medio de la Revolución Francesa; si queremos algo más reciente tenemos la caída del muro de Berlín, evento que ocurrió cuando la mayoría de los alemanes orientales así lo quisieron. La tiranía rumana de Nicolae Ceausescu terminó cuando el pueblo se manifestó harto de ellos; y más cercano a nosotros tenemos el éxito del acuerdo que dio origen a la multicolor coalición que eliminó a Pinochet del poder; todos los partidos, de todos los colores y tendencias, hicieron a un lado sus diferencias para presentar un frente único que logró la salida de Pinochet y la llegada de Patricio Alwin.
Pero esos son otros países. Acá estamos en México y por lo que podemos leer y observar todo hace pensar que merecemos lo que nos pasa y aún más. Recientemente han surgido varios movimientos que pretenden ejercer de contrapeso al poder y las ocurrencias de López. ¿Cómo han reaccionado analistas, medios y muchas personas? El ejemplo del balde de cangrejos mexicanos lo describe perfectamente. Todos se van en contra de quien o quienes se pretendan erigir como contrapeso al mesías; un buen ejemplo es la larga lista de adjetivos con los que pretenden descalificar al Ing. Gilberto Lozano, cabeza visible del movimiento FRENAA; de aspirante a dictador, líder incendiario, o de reencarnación de Francisco Franco no lo bajan.
Si continúa la oposición fragmentada y adormilada, si no podemos hacer a un lado nuestras diferencias y buscar nuestras coincidencias, el avance de la secta que apoya a López seguirá su ruta destructiva y antes de terminar el sexenio ya no habrá nada que rescatar, nada.
La pregunta es ¿Podremos ubicarnos en nuestra realidad en un plazo razonable? ¿Hacer a un lado nuestras diferencias? ¿Buscar coincidencias? Lo veo difícil, muy difícil.
Alejandro Vázquez Cárdenas
