DestacadasEditoriales

Examen cívico para votar, ¿justo o discriminatorio?

Es dable valorar la conveniencia de establecer un examen de conocimientos generales y cívicos antes de otorgar el derecho a votar a un ciudadano al cumplir su mayoría de edad

Morelia, Michoacán, 28 de marzo de 2023.- Etimológicamente la palabra democracia significa “el poder del pueblo”. Este término fue acuñado en Atenas, ciudad-Estado de la Antigua Grecia, en el siglo V a. de C. en los tiempos de Pericles y su llamado “Siglo de Oro”.

Su mecanismo era sencillo, las decisiones se tomaban en función de la propuesta que tuviera mayor apoyo por parte de los ciudadanos. Eso sí, vale aclarar que esta primitiva democracia era ejercida exclusivamente por un grupo reducido de ciudadanos, constituido por los varones libres. Quedaban por lo tanto excluidos los esclavos, los extranjeros y las mujeres.

Según la muy popular Wikipedia, Democracia es, en sentido estricto, un tipo de organización del Estado en el cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes.

Dicho en otras palabras, es un sistema político en el que el poder está en manos del pueblo, es decir, en manos de los ciudadanos. Pero las cosas no son siempre muy sencillas pues para que la democracia funcione de manera adecuada, es importante, diríase que fundamental, que los ciudadanos estén bien informados y capacitados para tomar decisiones políticas responsables y conscientes. En este sentido, es dable valorar la conveniencia de establecer un examen de conocimientos generales y cívicos antes de otorgar el derecho a votar a un ciudadano al cumplir su mayoría de edad.

Uno de los argumentos a favor de esta medida es que ayudaría a mejorar la calidad del voto. Si los ciudadanos están obligados a demostrar que tienen un conocimiento mínimo sobre temas políticos y cívicos, es más probable que emitan votos informados y razonados, en lugar de votar por impulso o influenciados por factores ajenos a la política. De esta manera, se promovería la toma de decisiones políticas más conscientes y responsables, lo que a su vez podría mejorar la calidad de la democracia en general.

Otro argumento a favor de exigir un examen de conocimientos generales y cívicos es que podría fomentar la participación ciudadana y el interés por la política. Muchas personas no votan porque no se sienten lo suficientemente informadas o capacitadas para hacerlo, o porque creen que su voto no tiene ningún impacto real. Si se establece un requisito de conocimientos mínimos para votar, es posible que más ciudadanos se sientan motivados a aprender sobre política y cuestiones cívicas, y a participar activamente en la vida política de su país.

Por otro lado, hay quienes argumentan que exigir un examen de conocimientos generales y cívicos podría ser discriminatorio y limitar el acceso al derecho al voto. Al establecer un requisito de conocimientos, se estaría excluyendo a ciertos grupos de la población que pueden no haber tenido la misma oportunidad de educación o información. Además, existe el riesgo de que el examen se utilice de manera injusta para excluir a ciertos grupos políticos o ideológicos.

Sin embargo, es posible contrarrestar estos argumentos al considerar que el examen podría ser diseñado de manera inclusiva y equitativa, de manera que tenga en cuenta las diferentes realidades socioeconómicas y culturales de la población. Además, el examen no necesariamente tendría que ser muy riguroso o difícil, sino que podría ser una prueba básica que garantice que los ciudadanos tienen un conocimiento mínimo sobre cuestiones políticas y cívicas. Vamos, que cuando menos (figuradamente), sepan de qué lado sale el sol.

Concluyo, la exigencia de un examen de conocimientos generales y cívicos antes de otorgar el derecho a votar a un ciudadano al cumplir su mayoría de edad es un tema que genera controversia. Si bien existen argumentos en contra, también hay razones de peso a favor de esta medida. En última instancia, la implementación de un examen de este tipo dependerá de cada país y su realidad política, cultural y educativa. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el objetivo de esta medida es mejorar la calidad de la democracia y promover la participación ciudadana consciente y responsable en la vida política del país. En lugar de ser visto como una forma de limitar el acceso al derecho al voto, el examen podría ser visto como una herramienta que ayuda a garantizar que los ciudadanos tienen el conocimiento mínimo necesario para participar en el proceso político de manera informada y responsable.

Ahora pongamos los pies en la tierra. ¿Existe siquiera una remota posibilidad de que un examen así se implemente en México? No, cero , ninguna. Aquí votará cualquiera que tenga edad legal y sepa poner una cruz en una boleta. Punto.

Alejandro Vázquez Cárdenas

Maltrato animal en medicina (Por: Alejandro Vázquez Cárdenas)

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba