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Filosofía del Pueblo: El regreso a las aulas

No es necesario estudiar un doctorado en Economía para saber que de seguir así los pequeños negocios desaparecerán, recaudando menos impuestos y que algún día no habrá para pagar esa burocracia que ferozmente se alimenta de ello

Morelia, Michoacán, 26 de agosto de 2021.- Hace algunas semanas se anunció el tan esperado regreso a clases, pues desde hace ya un año y medio se interrumpió a causa de la contingencia que ahora vivimos.

Si hablamos específicamente de nuestra ciudad atraería nuevamente los ingresos económicos de los estudiantes tanto foráneos como locales,  pues parte de la economía de la ciudad los extraña(me refiero a los que consumen, no a los que secuestran y roban productos a nombre de luchas que ni ellos entienden).

Los de educación media y media superior, si, a esos que rentaban cuartos, usaban los cibercafés, transporte público, compraban en las  papelerías, librerías, abarrotaban centros de recreación, etcétera…

También a los de educación básica, pues son los que le daban esa alegría a las calles, plazas y jardines donde se les podía observar jugando, esa mezcla de uniformes de todos los colores y edades caminando o corriendo en compañía de sus papás cuando iban rumbo a sus casas después de la jornada de estudios y los mismos que a su paso compraban las golosinas a los puestos que encontraban a su paso.

Eso y más es lo que ahora no podemos ver, posiblemente es de lo que no se acuerdan esos que están en contra de el regreso a clases presenciales, pues alegan que sería un foco de infección aquella normalidad con la que muchos crecimos.

Esa dónde bebíamos agua de la llave, compartíamos la torta, cargábamos la mochila de alguien más a manera de caballerosidad, ofrecíamos alguna fritura llena de salsa Valentina a quien lo quisiera, que caminaba en grupitos cuando se iba por el mismo rumbo y sin olvidar prestarle algún útil escolar al olvidadizo a la hora de clase.

Tal vez todo lo anterior tendría que ser suprimido por el miedo a dispersar el bicho, pero el que ya no haya juventud en los planteles sería una desgracia.

¡Ah! pero, ¿qué tal las playas o centros comerciales dónde no precisamente se vendía lo esencial? 

Se observaron bastantes marchas, plantones, mítines e inclusive una ridícula protesta para que regresara el “loser” equipo de fútbol local, elecciones y uno que otro espectáculo popular, porque los culturales de plano están cancelados.

Los puntos de culto de fé recomendado a poco aforo, pero marchas del orgullo o las chicas del pañuelo verde sin alguna restricción.

Entonces, ¿cuál es la limitación para el regreso al aprendizaje? 

De antemano el mensaje del Ejecutivo hacía referencia a qué no es obligatorio el modo presencial, ya que se mantendría la modalidad de seguir enseñando a distancia. 

No es necesario estudiar un doctorado en Economía para saber que de seguir así los pequeños negocios desaparecerán, recaudando menos impuestos y que algún día no habrá para pagar esa burocracia que ferozmente se alimenta de ello, al igual que los salarios del sector educativo, no dejando atrás el precario servicio de salud.

Posiblemente nunca recuperemos la tan ansiada normalidad, pero con las medidas recomendadas por los eruditos de la OMS se podría poner en marcha ese regreso tan anhelado, pues el tener un pueblo o ciudad en el analfabetismo solo nos traerá nuevamente retraso y más pobreza.

Filosofía del Pueblo: Otro cambio

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