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Filosofía del Pueblo: La tlayuda de la discordia

Si bien es cierto que un aeropuerto se debe distinguir por tener un orden en los servicios que ofrece para dar una buena imagen a los turistas y visitantes, también sería mejor mostrar a su llegada lo que orgullosamente tiene nuestro país

Morelia, Michoacán, 31 de marzo de 2022.- Horas después de que el presidente y toda la élite del gobierno al igual que algunos empresarios y medios hicieran un acto para la inauguración del polémico nuevo aeropuerto General Felipe Ángeles, justo en la tarde, aparecieron unas imágenes, donde a unas mujeres se les apreciaba vendiendo tlayudas al interior (aunque solo eran doraditas con algunos ingredientes) las cuales reventaron las redes sociales.

Aunque de inicio se tomara como una clase de broma que entre partidos políticos y personajes se hacen entre sí (Fake news como dice la chaviza) esto para causar algún impacto, ya sea positivo o negativo para el que recibe la información, pero ahora no fue así, las imágenes nos dejaron ver que a la orilla de uno de los pasillos estaban las comerciantes únicamente con sus productos y con fila de clientes.

De inmediato los opositores al gobierno federal, tanto la prensa fifí como les nombra AMLO, partidos de oposición y personajes de la élite (que en realidad son los mismos pero disfrazados) se tornaron con comentarios bastante desafortunados hacia la acción de vender de manera ambulante en un aeropuerto de talla internacional, alegando que daba mal aspecto ese tipo de negocios, ya que es informal.

Pero si nos remontamos a la historia de la gran Tenochtitlan, el tianquiztli (tianguis o mercado como ahora lo conocemos) era parte fundamental para el comercio y distribución de lo necesario en esa zona, cosa que para nada era informal, se podían encontrar desde pescados, maíz, telas, animales, frutas, entre otros…

A los vendedores se les conocía como Pochtecas y que al igual que ahora,  tendían sus cosas sobre alguna tela en el suelo  y mostraban sus productos, naciendo así lo que conocemos como trueque ( que consistía en el intercambio de productos)

Tlatelolco y  Tenochtitlan eran solo algunos de los lugares donde se encontraban los Tianquiztlis y sus característicos “tamemes” o huacaleros cargando sus productos.

La llegada de los españoles no pudo y dudo que haya querido desaparecer tal manera de comercializar entre el pueblo Azteca en aquellos entonces, pues al contrario, aprovecharon que no solo servía para surtir lo necesario, sino también para socializar, por lo que no perdieron oportunidad y construyeron iglesias a los alrededores para así evangelizar a los pocos que quedaron después de enfermedades y enfrentamientos.

Al pasar de los años le han llamado mercado sobre ruedas y algunas tonterías que inventan los medios de comunicación masivos, mismos que un día los veneran y al otro les nombran comercio informal, solo porque no está dentro de un local, cosa que no existía hasta llegada la conquista.

Los intelectuales de las redes llamaron a esta práctica como símbolo de un país de tercer mundo, es cuando yo les pregunto: ¿Los países que se dicen ser de primer mundo con el solo hecho de haber desaparecido el comercio ambulante llegaron a ese auge económico y social? ¿Es que los Starbucks o los McDonald’s dejaron de poner sus lonas en la calle y construyeron sus locales como símbolo del desarrollo?

Si bien es cierto que un aeropuerto se debe distinguir por tener un orden en los servicios que ofrece para dar una buena imagen a los turistas y visitantes, también sería mejor mostrar a su llegada lo que orgullosamente tiene nuestro país, la gastronomía y sus tradiciones.

Pareciera que de manera deliberada el propio gobierno hizo tal acción esperando esa reacción por algunos sectores de la población, dejando ver así lo que ahora han llamado “clascismo” lo que algunos definen como la manera hipócrita de sentirse mexicano, alabando sus tradiciones pero que en realidad anhelan ese concepto gringo o europeo que muestran  las películas de Hollywood, donde solo hay gente a la que le llaman “bien parecida” con piel clara y ropa de marca donde no existe el rezago económico.

Ya han pasado varios siglos y nada  pudo desaparecer ese comercio callejero que aún sigue siendo necesario para la economía, ya que da sustento a gran parte de la población, así que dudo que esas manifestaciones de rechazo lo hagan extinguir algún día.

Muchos países admiran esas tradiciones y los que se quedan aquí las adoptan, mientras que aquellos que piensan que son europeos las desprecian, no sabiendo que la identidad es un valor que un pueblo debe de conservar, por alguna razón México se ha negado a perderlo a pesar de invasiones y la importación de costumbres sobretodo de Estados Unidos.

Filosofía del Pueblo: Un líder de opinión

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