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La verdad de las remesas (Por: Rubén Alcántar)

En economía no todos los aumentos son buenos, y en este caso, a pesar de que no puedo negar que las Remesas son algo benéfico para las familias, para nada resulta un logro de ningún gobierno que éstas aumenten

Morelia, Michoacán, 03 de marzo de 2022.- Dentro del actual sexenio atravesamos tiempos difíciles, para nadie resulta un secreto que las cosas no han avanzado cómo quienes hoy gobiernan pensaban o siquiera planteaban, la falta de logros por parte del ejecutivo federal, y el exceso de fracasos por supuesto que los ha llevado a celebrar “logros” que en realidad no son logros, por el contrario, resultan señales de alarma para una economía cada vez más golpeada y perdida en el rumbo de esta transformación.

Una de estas preocupantes señales que anuncian como algo bueno pero que sin embargo no lo es, recae en las Remesas, que para quienes no se especializan en materia económica, no son más que los dólares con los que nuestros connacionales migrantes, que casi en su totalidad radican en los Estados Unidos, envían a nuestro país para apoyar a sus familias.

Las remesas desde hace un ya considerable tiempo ocupan un lugar importante dentro de nuestra economía nacional, desde el programa bracero, hasta la profundización de la migración hacia nuestro vecino del norte en los últimos 30 años; de tal dimensión es su importancia que 38.8 millones de habitantes en los Estados Unidos son de origen mexicano, ya sea en primera, segunda o incluso tercera generación, la población México-Americana representa el 12% del total poblacional en dicho país.

Esta importante migración a lo largo de los años, como mencioné anteriormente únicamente ha venido en aumento, por ejemplificar un poco, entre los años 2015 y 2020 se calcula que 802’807 personas migraron hacia el vecino país, siendo Guanajuato, Jalisco y Michoacán los Estados que mas compatriotas aportaron.

Y es que claro, al menos en este Estado, todos tenemos algún familiar, amigo o conocido que labora en los Estados Unidos, tal es la importancia del dinero que envían nuestros compatriotas que de acuerdo a cifras del Censo Nacional de Población y Vivienda que elaboró el INEGI en 2020, para ese año el 5.1% del total de los hogares a nivel nacional, cifra superior al 3.6% que recibían para el año de 2010.

La cantidad de Remesas no ha parado de aumentar, para 2020 estas representaron el 3.8% del Producto Interno Bruta Nacional, nivel máximo desde 2003, y en Estados como Michoacán, Guerrero y Oaxaca, representa el 17.1%, 14.4% y 12.9% del PIB respectivamente, Estados dependientes indudablemente de dicho ingreso.

Tal es la importancia de este ingreso para nuestro país que de acuerdo al Banco Mundial nuestro México lindo y querido ocupa el tercer lugar a nivel global en recepción de Remesas, quedando solo por detrás de la India y muy cercano a los ingresos que percibe China.

Como bien tengo mencionando a lo largo de este escrito, el aumento en los ingresos por Remesas ha sido continuo y sostenido, sin embargo durante los últimos dos años este se ha profundizado, para el año 2020 tuvieron un aumento de 11.4% con respecto a 2019, alcanzando los 40’604.6 Millones De Dólares (MDD), y en 2021 el aumento impresionantemente alcanzó un 27.1%, llegando a los 51’585.7 MDD, cifra bastante superior por ejemplo a la Inversión Extranjera Directa, que para dicho año alcanzó los 31,621.2 MDD y superior incluso a las Exportaciones Petroleras que cerraron año en 28,925.6 MDD.

En economía no todos los aumentos son buenos, y en este caso, a pesar de que no puedo negar que las Remesas son algo benéfico para las familias, para nada resulta un logro de ningún gobierno que éstas aumenten; el aumento potencial en las Remesas no es más que el resultado de la agudización de problemas económicos que nuestro país viene aquejando desde hace al menos 30 años y que se han disparado en el presente sexenio, profundizando la enorme brecha de desigualdad en nuestro país y disparando el aumento en la pobreza, que la población de nuestro país tenga que abandonar su tierra hacia el norte buscando mejores oportunidades no es un logro, y menos lo es que las familias aquí tengan que depender de ello, cuando el dinero llega de fuera, algo malo está ocurriendo dentro.

El costo de bajar el precio (Por: Rubén Alcántar)

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