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¿Las feministas de Soros detrás del #MeToo? (Por: Alejandra Ortega)

Este movimiento aparentemente genuino y noble, poco tiene de ambas cosas, pero sí tiene bastante de perverso. Organizado y financiado por alguien, el mismo que financia los movimientos feministas y la ideología de género.

Morelia, Michoacán, 04 de abril de 2019.- En las últimas semanas el movimiento conocido como #MeToo ha acaparado la atención de la población y los medios de comunicación, pues por esta iniciativa mujeres han denunciado casos de abuso, acoso y violencia sexuales a través de las redes sociales, sobre todo Twitter, usando ese hashtag.

Así, miles de mujeres acusan públicamente a novios, amigos, conocidos, jefes y hasta personajes famosos, sin dar grandes detalles de los hechos, pero tampoco aportando ninguna prueba, sólo sus dichos.

Todo esto, usando perfiles reales y muchos anónimos, cosa que poco importa, pues parece que por el simple hecho de asegurar que se es mujer y se es víctima de alguno de estos delitos, basta para que el señalamiento cobre total veracidad.

Denuncias muy fuertes que provocaron ya un suceso lamentable en la Ciudad de México, el suicidio del músico Armando Vega Gil, integrante de “Botellita de Jerez”, quien de forma anónima fue acusado por una mujer del delito de acoso, cuando ésta tenía 13 años de edad.

El artista, aparentemente, no soportó la andanada de agresiones e insultos y publicó una carta en la que avisaba de su decisión de quitarse la vida.

El hecho ha tenido la atención de todos y pone al descubierto una serie de personajes y situaciones que no parecen casuales, que más bien se ven muy bien construidas y orquestadas.

Todo esto invita a la reflexión y al análisis sobre el uso y abuso de las redes sociales, sobre las campañas nocivas que se pueden preparar para ciertos fines como #MeToo, que luego se extendió a sectores muy específicos como #MeTooMusicos, #MeTooPeriodistas o #MeTooEscritores.

Las mujeres así, van usando estos hashtags para denunciar específicamente a esa parte de la población, algo bastante perverso, pues son sectores objetivos que a alguien le interesa sacudir, como en una cacería de brujas.

¿Pero cómo inicia este movimiento?

Surge en Estados Unidos en 2017 y el sector al que se enfocaron fue el de los actores y directores de cine famosos. Así,  llovieron las denuncias de mujeres y hombres hacia actores como Billy Cosby o Kevin Spacey y el director Harvey Weinstein. Todos ellos, con sus carreras destruidas hoy.

Pero luego de la acusación a este tipo de personajes públicos, en los que incluso hubo mexicanos que abonaron a las denuncias, siguieron contra los políticos. Uno de los casos más sonados fue el del candidato de Donald Trump a Juez de la Corte, Brett Kavananugh, quien representaba la posibilidad de una mayoría de republicanos en ese Poder y el escándalo de abuso ponía en juego su candidatura.

Así parece ser esta una estrategia política para ir quitando del escenario a personajes que estorban a alguien, en este caso parece que todo indica que es a los demócratas.

Y así lo aseguró Trump en varias ocasiones, acusando a George Soros (promotor y pieza clave en el grupo de poder de los liberales y progresistas), de ser el que financia este movimiento que más parece de una persecución.

#MeToo en México

Y en México, la cosa pinta para ser igual. De hecho hay evidencias de que muchas de esas cuentas que acusaron y fustigaron a Armando Vega, pertenecen a personas con una clara tendencia de izquierda, feministas radicales.

Por ejemplo, uno de esos perfiles es el de una mujer llamada Karina Almaraz, que se presenta en Twitter como feminista, periodista, “todóloga web”, lo que llama la atención pues algunas personas la señalan como la responsable de manejar la cuenta @metoomusicamx, que con 20 mil seguidores fue cerrada luego de la muerte del músico mexicano.

Posteriormente, circuló una foto de Karina acompañada de toda la banda de Botellita de Jerez, abrazada a uno de ellos y en la que también aparece el músico fallecido.

Siguiendo la historia en la red, se pueden leer varios mensajes de la cuenta @almarazkari, en los que ella ejercía acoso a varios hombres y pedía sus muertes.  Además hablaba, tiempo atrás, de hacer un #MeTooMusicos , #MeeTooEscritores y un #MeTooPeriodistas. Los tres proyectos se llevaron a cabo.

En Michoacán el movimiento #MetooPeriodistas recibió numerosas denuncias, mismas que ya se encuentran en la Fiscalía en donde se inició una carpeta de investigación.

No es de extrañar que pronto el colectivo, que aglutina a muchas feministas radicales, vaya por los políticos, tal como sucedió en Estados Unidos. Y así servir para los intereses de algunos grupos de poder en el país.

Este movimiento aparentemente genuino y noble, poco tiene de ambas cosas, pero sí tiene bastante de perverso. Organizado y financiado por alguien, el mismo que financia los movimientos feministas y la ideología de género, ya lo dijo Trump y algunos analistas como Ryan Saavedra que escribe en The Daily Wire, o Francesca Totolo, experta en inmigración y geopolítica, analista de Il Primato Nazionale de Italia: George Soros.

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