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Locura y poder, una mala combinación (Por: Alejandro Vázquez Cárdenas)

Cuando hablamos de gobernantes etiquetados como “locos” o cuando menos fuera de sus cabales, debemos aprender de la historia

Morelia, Michoacán, 26 de noviembre de 2019.- Cuando hablamos de gobernantes etiquetados como “locos” o cuando menos fuera de sus cabales, el primero que nos viene a la mente es Cayo Julio César Augusto Germánico, más conocido como “Calígula”. Emperador romano desde el año 37 al 41 DC, hijo del brillante General Germánico del cual  heredó únicamente su nombre pues mentalmente Calígula fue un verdadero desastre.

El enorme poder de un Emperador Romano, aunado a una personalidad patológica es definitivamente una mala combinación y dio como resultado muchos y muy graves problemas; tantos que terminó siendo asesinado por su propia guardia pretoriana, él junto con su esposa y su hija.

El emperador Calígula gobernó un inmenso imperio. Pero su salud mental era tan inestable que fue capaz de promulgar leyes como que nadie podía mirarle a la cara bajo pena de muerte; incestuoso y bisexual, se nombró a sí mismo como semidiós. Un episodio famoso es el de su caballo favorito, Incitatus, su devoción por el equino llegó a extremos impensables, como nombrarlo Cónsul del Imperio, acto que algunos lo achacan únicamente a su locura, pero otros como el historiador Suetonio afirman que fue un acto irónico por la actitud servil y pusilánime del Senado Romano.

Ahora bien, pasemos a ejemplos de gobernantes con severos problemas mentales de un pasado más reciente  Va un pequeño recuento.

Yahya Jammeh, político y dictador gambiano que gobernó su país entre 1994 y 1996 como Jefe de Estado militar, y desde 1996 hasta 2017 como Presidente constitucional (muchos años en verdad), llegó al poder por medio de un golpe de Estado incruento, instauró una dictadura militar y en 1996 legitimó el régimen por medio de una reforma constitucional y fue elegido Presidente ese mismo año, siendo sucesivamente reelecto bajo acusaciones de intimidación y fraude en 2001, 2006, y 2011.

Fue conocido por sus declaraciones descabelladas y su comportamiento irracional, destacando su intento de curar el SIDA, el asma y la infertilidad femenina con hierbas medicinales, en un programa gubernamental denominado Programa de Tratamiento Alternativo del Presidente (PATP). ¿El resultado de tener a un demente en el poder? Para finales de su mandato, Gambia tenía uno de los índices de desarrollo humano más bajos del mundo.

Pero vayamos  nuestra América, donde tenemos un ejemplo  que no desmerece ante nadie; Francois Duvalier conocido como “Papa Doc”  Presidente vitalicio de Haití que gobernó desde 1957 hasta 1971 cuando falleció de muerte natural. Decía ser la encarnación del Barón Samedi, el espíritu vudú de la muerte. En 1959 sufrió un ataque que le dejó en coma durante nueve horas. Al despertar, ordenó que su sucesor temporal, Clement Barbot, fuera arrestado. Al no encontrarle, sus hombres contaron a Papa Doc que creían que se había transformado en un perro negro. Obviamente su mejor ocurrencia fue mandar matar a todos los perros negros del país. Al poco tiempo Barbot fue capturado y ejecutado pero Duvalier se quedó su cabeza, imagino que para algo relacionado con su pasión, el vudú.

Su régimen fue brutal y represivo, apoyado por su Guardia Nacional, los Tontons-Macoutes. En 1961 convocó elecciones, donde, sorpresiva o muy previsiblemente obtuvo el 100% de los votos ya que para entonces controlaba la totalidad del aparato electoral. ¿Esto suena parecido a algo?

Murió en 1971 de causas naturales. Lo sucedió su hijo Baby Doc, y al ser derrocado en 1986, tras 15 años de presidencia, el cuerpo de Francois Duvalier fue desenterrado y apaleado ritualmente. Lo cual, a esas alturas a Duvalier le venía valiendo.

Recordemos  a otros gobernantes de evidente insania mental. Jean Bedel Bokassa de República Centroafricana, llega por medio de un golpe de Estado en 1966, rápidamente se adueña de las estructuras de la República, posteriormente, ya con todo el poder abolió la Constitución y se autonombra Emperador con el nombre de Bokassa I. Se afirmó que era un caníbal. Era tan impresentable y torpe que Francia intervino directamente para  retirarlo del poder el 1979.

Cierro con Teodoro Obiang Nguema de Guinea Ecuatorial. A la fecha es Presidente y Jefe de Estado de la República de Guinea Ecuatorial, desde el golpe de estado del 3 de agosto de 1979; el 3 de agosto de 2019 cumplió cuarenta años en el poder. En una única ocasión perdió las elecciones, pero las declaró nulas y las volvió a repetir con unas ejecuciones como aviso a la población;  en la vuelta las ganó con 98.8% de los votos, sorprendentemente obtuvo más votos a favor que habitantes del país.

Debemos aprender de la Historia.

Alejandro Vázquez Cárdenas

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