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Los suspirantes… Aniquilar a la oposición

El debilitamiento financiero de la oposición definitivamente terminaría por evitar casi cualquier posibilidad de contrapesos políticos
El debilitamiento financiero de la oposición definitivamente terminaría por evitar casi cualquier posibilidad de contrapesos políticos

Claro que de entrada suena atractivo disminuir a la mitad los recursos a los partidos, pero antes de pronunciarse en un sentido o en otro, hay que medir las consecuencias, porque el debilitamiento financiero de la oposición definitivamente terminaría por evitar casi cualquier posibilidad de contrapesos políticos

Morelia, Michoacán, 20 de marzo de 2019.- El siguiente paso para un nuevo partido en el poder intolerante a la crítica, revanchista y ventajoso como el Morena de Andrés Manuel López Obrador, pasa por aniquilar lo que queda de la oposición.

Ya obtuvieron la Presidencia de la República -desde donde reparten dinero y programas sociales a diestra y siniestra-, ya tienen la mayoría en el Congreso de la Unión, ya impusieron ministros carnales en el Poder Judicial de la Federación y ya tienen el control en 19 de 32 congresos estatales.

De acuerdo con el librito, después de atacar mediáticamente a los críticos del sistema el paso que sigue para las huestes de López Obrador pasa por debilitar financieramente a los institutos políticos opositores.

La estrategia está en marcha, pues con el añejo argumento de lo “mucho que se gasta en los partidos políticos”, ahora el Morena impulsa la reducción del 50 por ciento de los recursos públicos destinados para esos entes.

Con el Morena ya en el poder, haciendo uso a su gusto de los recursos públicos, la reducción del presupuesto a los partidos sería en este momento un golpe severo a la democracia, pues si bien para este 2019 el INE repartirá 4 mil 965 millones de pesos, el instituto menos afectado es el que tiene el control del erario público.

Por poner un ejemplo, el propio Morena, encabezado por Yeidckol Polevnsky Gurwitz, contará este año con 1,628 millones de pesos, que en caso de reducirse a la mitad quedarían en 814 millones de pesos -sin contar lo que se opere desde el gobierno-, un presupuesto aún superior a los 649 millones que recibió del INE en 2018.

En tanto, el PAN encabezado por el michoacano Marko Cortés Mendoza, que cuenta con 900 millones de pesos, se quedaría con sólo 450 millones de pesos, mientras que el PRI de Claudia Ruiz Massieu pasaría de tener 840 millones de pesos a sólo 420 millones; y, el presupuesto del PVEM -de Carlos Alberto Puente– se reduciría de 404 a 202 millones de pesos.

Por su parte, el PT que comanda Alberto Anaya Gutiérrez -también con su raja en el gobierno federal-, ya no contaría con 371, sino con 185.5 millones de pesos, mientras que el PRD -encabezado por ahora por una dirección colegiada-, que hasta hoy cuenta con 389 millones de pesos, contaría sólo con 194.5 millones de recursos federales para todo el año.

Claro que de entrada suena tentador, suena atractivo, disminuir a la mitad los recursos a los partidos políticos, pero antes de pronunciarse en un sentido o en otro, hay que medir las consecuencias, porque el debilitamiento financiero de la oposición a López Obrador definitivamente terminaría por evitar casi cualquier posibilidad de contrapesos políticos.

Antes de decantarse sobre el tema…, hay que pensarlo bien.

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