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Los suspirantes… Morena + ADN

El único problema es que cada vez más quedarían relegados los que se le jugaron para la fundación del partido, a quienes se les advirtió -pero no creyeron- que serían desplazados por los arribistas de último momento en las elecciones del año pasado

Morelia, Michoacán, 10 de junio de 2019.- Pese a las quejas de algunos de los fundadores del Morena en Michoacán, el domingo 9 de junio se concretó el tan cantado anuncio de la suma de la expresión ADN, del diputado federal Carlos Torres Piña.

El hasta entonces líder estatal de la corriente anunció el fin de la misma, toda vez que no pueden sumarse como grupo al Morena, ya que el estatuto partidista indica que las afiliaciones se hacen de forma individual.

Sin embargo, nada impide que los ex perredistas de ADN se registren individualmente cuando se reabra el proceso de afiliación y que una vez adentro se reagrupen.

A fin de cuentas, al interior del Morena ya operan tribus -igual que en su momento ocurrió en el PRD-, más allá de que hasta el momento no estén institucionalizadas.

En el morenismo michoacano hay algunos que se hacen llamar “Morenos de Corazón”, que son el grueso de los fundadores del partido en Michoacán y que, por cierto, son los que menos presencia tienen en los cargos de elección popular.

También está el grupo del superdelegado y ex dirigente estatal, Roberto Pantoja Arzola, con Graciela Andrade, Osvaldo Ruiz Ramírez, Cristina Portillo Ayala y Fermín Bernabé Bahena, entre otros. Detrás de ellos está el ex gobernador Leonel Godoy Rangel.

Otro grupo es el del ex líder magisterial, Juan Pérez Medina, y está el de otro ex líder de la CNTE, Artemio Ortiz Hurtado, sin dejar de mencionar el todavía no tan cohesionado equipo que apoya al presidente interino del Morena en Michoacán, Sergio Pimentel Mendoza.

Además está el del senador Cristóbal Arias Solís y hay otro grupo minúsculo que apoya al presidente municipal de Morelia, Raúl Morón Orozco, aunque este no se ha afiliado al partido.

Es más, hasta el ex diputado federal perredista, Fidel Calderón Torreblanca, tiene algunas pocas fichas.

Y, por si lo anterior fuera poco también están los institucionales, la mayoría de ellos fundadores, que apoyan a quienes queden en los cargos, sean quienes sean.

Por lo anterior, no sería nada despreciable -por su capital político- una corriente interna como la de ADN que de pronto se presente con perfiles muy experimentados como los de los ex perredistas Carlos Torres Piña, Erik Juárez Blanquet, Miriam Tinoco Soto, Humberto González Villagómez, Manuel López Meléndez, Jesús Mora González y Mauricio Prieto Gómez, entre otros.

El único problema es que cada vez más quedarían relegados los que se le jugaron para la fundación del partido, a quienes se les advirtió -pero no creyeron- que serían desplazados por los arribistas de último momento en las elecciones del año pasado.

Vamos a ver cómo se amalgaman todas esas distintas visiones, ideologías e intereses en un sólo partido, pero yo insisto en que se parece mucho a los inicios del PRD. Por eso les recomiendo que se vean en ese espejo.

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