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Médicos mexicanos pueden callar a AMLO (Por: Alejandra Ortega)

Ojalá tanto médicos como profesores tuvieran más ese sentido de servicio que hace tanta falta en estos momentos y no hubiera ni necesidad, ni pretexto para que el gobierno traiga gente ajena a hacer el trabajo que aquí nadie quiere hacer

Morelia, Michoacán, 23 de mayo de 2022.- Ha generado muchas reacciones la decisión del presidente mexicano de traer médicos cubanos para atender las zonas más alejadas del país.

Comentarios a favor y bastantes más en contra.

Incluso algunos muy “despiertos” advierten del peligro de tener a comunistas dentro del país y que en lugar de médicos, sean operarios del peligroso régimen cubano castrista.

Hasta la hija de Salvador Jara, de ominoso paso por el gobierno del estado, se hizo famosa por criticar que se de preferencia a médicos extranjeros antes que a los mexicanos.

Hay que reconocer que tenemos un problema, un grave problema y no sólo por la falta de personal médico en comunidades de muy difícil acceso, a las que nadie quiere ir. Lo mismo es para los profesores, incluso aquellos egresados de las normales rurales, que lo primero que hacen cuando les han dado su plaza, es buscar que los cambien a zonas urbanas, todos quieren estar en las ciudades.

Así que el problema que tenemos es grande. A nivel mundial se alerta sobre dos situaciones de peligro para la salud, una epidemia de hepatitis en niños y otra enfermedad muy rara y que se extiende como pólvora, el virus de la viruela del mono. Ambas mortales y que tienen al mundo nuevamente el vilo y a los gobiernos comprando más vacunas. Sin contar la pandemia de Covid que aún no acaba.

En este estado de cosas, puede ser hasta comprensible que el gobierno federal busque opciones para cubrir esas zonas a las que sólo se llega caminando por varias horas, o dejarlas descubiertas.

Es hora que los mexicanos cerremos filas en un tema tan importante como el de la salud y que los médicos mexicanos acepten ir a atender a los ciudadanos más vulnerables de las comunidades más alejadas.

Pero seamos sinceros. Es comprensible también que quien ha pasado años estudiando una carrera y luego una especialidad, incluso en el extranjero, como la citada joven médica, estén buscando mejorar su nivel de vida, trabajar en hospitales de alta especialidad, reconocidos y no a irse a padecer a las rancherías, con sueldos como los que les van a pagar a los cubanos.

Ojalá tanto médicos como profesores tuvieran más ese sentido de servicio que hace tanta falta en estos momentos y no hubiera ni necesidad, ni pretexto para que el gobierno traiga gente ajena a hacer el trabajo que aquí nadie quiere hacer.

El mayor desastre de la historia moderna (Por: Alejandra Ortega)

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