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Pejezombies (Por: Alejandro Vázquez Cárdenas)

Rescato parte de un artículo viejo por el interés que tiene el conocer esa fauna que acompaña al Mesías de Macuspana, fauna que contamina buena parte del periodismo en línea, en las llamadas redes sociales

Morelia, Michoacán, 09 de junio de 2020.- Rescato parte de un artículo viejo por el interés que tiene el conocer esa fauna que acompaña al Mesías de Macuspana, fauna que contamina buena parte del periodismo en línea, en las llamadas redes sociales y mantiene miembros permanentes entre el grupo de los “abajofirmantes”, esos que aparecen en cualquier medio impreso o electrónico apoyando acríticamente cuanta ocurrencia tenga YSQ.

Van unos datos. La palabra zombi, o con la grafía inglesa, zombie, es un neologismo de relativamente reciente cuño en nuestra lengua; y como ya sabemos, los neologismos no aparecen solos, surgen a partir de los préstamos de otras lenguas o de las onomatopeyas.

En la tradición se conoce como zombies a aquellas personas cuya muerte ha sido aparentemente confirmada, incluso han sido sepultadas a la vista de todos aquellos que le acompañaron al cementerio, y posteriormente  se les encuentra caminando por estos rumbos, en un estado parecido al sonambulismo.

Recordemos que los franceses importaron a su entonces colonia Haití una gran cantidad de negros de origen ewé,  nativos de Dahomey, hoy Benín. A su llegada a América continuaron con sus creencias religiosas, mismas que siguieron cultivando  aunque sus dueños intentaron imponerles los ritos y creencias cristianas. Para sobrevivir, los negros aceptaron, pero solo en en apariencia,  se dejaron bautizar y se dijeron católicos, pero en realidad solo mezclaron el catolicismo con las ideas y creencias de su tierra nativa, de sus antepasados, produciéndose así un sincretismo religioso que es lo que hoy puede verse en muchos lugares de América

En la actualidad, por extensión, Zombi es una palabra que se utiliza comúnmente en el habla coloquial, para describir a un individuo sin carácter, torpe, lento, cuyos movimientos son algo así como los de un autómata, permanece en aparente estado semi letárgico y carece de voluntad propia. Sabiendo esto ya podemos imaginar a dónde nos envía esa definición

Un neologismo que circula profusamente en las redes sociales mexicanas es el de «Pejezombie». Pero, ¿qué debemos entender por «Pejezombie»? Se designa como «pejezombies» a todos esos individuos que son fanáticos seguidores del «Señor de los pantanos», y que tienen como común denominador una indigencia cultural desoladora, una buena dosis de rencor social más una violenta intolerancia a cualquier persona que sostenga una opinión diferente a la suya. Siguiendo las indicaciones que hace unos cuantos días dio el Sr.López (están conmigo o contra mí),  su visión es en blanco y negro, maniquea, o se es un seguidor de AMLO o se es su enemigo, no hay medios tonos; para fines prácticos funcionan como  los rinocerontes,  con solo dos neuronas, una de inhibición y otra de excitación.

En México, según  diversas fuentes, tenemos un enorme grupo personas que encajan en esta definición. Desde hace un par de decenios estos individuos revivían  cada seis años; con cada elección presidencial  se activaban  al escuchar la voz de su amo. Muchos de ellos, durante sus seis años de hibernación, recuperaban parcialmente  su apariencia humana y hasta podían pasar como personas normales  Pero, al final siempre responden  a las proclamas vindicativas de YSQ.  Ellos son los Pejezombies, la fauna política más persistente y acrítica  que se haya visto en México. Son, nada más ni nada menos, los votantes con los que soñaba Echeverría, los que siempre quiso tener el PRI, cuya lealtad pudo comprar, pero nunca mantener de una forma permanente 

¿Cómo funcionan y qué características tienen los pejezombies? Hay varios datos que los los hacen fácilmente identificables; primero, sostienen que todo lo que  diga su mesías es la verdad, pues él nunca se equivoca. Para confirmar lo anterior recuerden cualquier barbaridad  dicha por AMLO y ahora imagínenla dicha por Enrique Peña Nieto, por Felipe Calderón o por cualquier miembro de La Mafia del Poder; con ellos sería un escándalo inimaginable, pero dicha por López, por algún truco argumentativo (maroma)  es completamente aceptable.

El pejezombie está entrenado para hablar mucho sin decir nada, son los llamados “rollos mareadores” elaborados con  frases hechas que nada significan. Aprendió de la escuela del “desarrollo estabilizador” del “arriba y adelante” .  Creen que la patria se arregla con una colección de frases sacadas de su manual de la demagogia. En las masas insoladas de la plaza pública se encuentran todas las soluciones de la patria.

El pejezombie tiene una escala de valores muy elástica, digamos que sui generis. Si el Mesías llama como colaboradores en su gabinete a un grupo de impresentables bribones y rateros, el pejezombie dirá que es por un bien superior. No importa que hayan trepado haciendo pactos inconfesables, montándose en costales de estiércol. El fin justifica los medios, así sean un fin más retorcido que la cola de Minos.

La herramienta básica del pejezombie es la falacia. Si te atreves a afirmar que la democracia plebiscitaria que quiere instaurar el mesías terminará con la democracia liberal y llevaría necesariamente a su reelección y al fin de la Constitución, el pejezombie contraatacará rápidamente: “¿Y tú crees que existe la democracia?”. Si cuestionas que en la salvación de la Patria lo acompañen Elba Esther Gordillo, Manuel Bartlett o Napoleón Gómez Urrutia, el pejezombie rápidamente enfilará su solvencia argumentativa: ¿Y a tu prefieres a los corruptos del PRI? Y así ad nauseam. Para el todo es explicable.

¿Y cómo es que llegaron a este nivel de envilecimiento intelectual?; de a poco, diría un cotizado filósofo argentino. El ciudadano mexicano es el producto de un sistema educativo degradado a niveles extremos y brutalmente politizado. No se puede esperar otra cosa de él. Tenemos lo que producimos.

Alejandro Vázquez Cárdenas

México y la ignorancia (Por: Alejandro Vázquez Cárdenas)

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