Proyecto Secreto: ¡Alto a la destrucción de México!
Es lamentable que el presidente se convierta en un fariseo-juez que condena a la ligera y sin razón a quienes defienden la democracia de las amenazas de una dictadura apenas disfrazada
Morelia, Michoacán, 14 de noviembre de 2022.- Vista panorámica
La condición humana no ha cambiado: los sabios, los ejemplos de la sociedad, las personas de excelencia son lo mismo. Cumplen su deber y no se vuelven jueces implacables que condenan a los demás, a la ligera y con rabia. los prototipos lo cambian.
Es lamentable que el presidente se convierta en un fariseo-juez que condena a la ligera y sin razón a quienes defienden la democracia de las amenazas de una dictadura apenas disfrazada, de un ególatra, destructora, antimexicana.
Estemos perdiendo las formas, la compostura, la dignidad, la educación, el respeto de los demás y de las normas establecidas. Un legislador de MO–NA gritaba a los legisladores de la oposición: ¡malditos! Que bajeza en las actitudes y en el vocabulario. Se pierde la dignidad y la corrección.
Ninguna persona educada juzga a su prójimo. Es impensable que un presidente se dedique a juzgar, a condenar, denostar sin ninguna mesura a quienes no le aplauden incondicionalmente. ¿En qué mundo de barbarie estamos? Como hemos dado marcha atrás, se perdió el trato decente, correcto, atento. es el retorno a lo pasado, más atrás en los peores tiempos.
Extrañamos la dignidad y la elegancia del primer mandatario, del promotor del bien de todos los mexicanos, del servidor público que estudia filosofía, la historia y los procesos del país, elegante y humilde. Que busca el rumbo que debe seguir la patria, del estadista digno que sabe guiar la nación en el concierto de las naciones, que gobierna para todos.
No puede perder el tiempo en chismes y pleitos de vecindad en que se ha convertido la “mañanera”. Ya no necesitas mítines todo el tiempo, debe darse cuenta de que ya. no es oposición. Es hora de que no pierda un tiempo y se ponga a gobernar. Hay un vacío de gobierno que se traduce en crímenes, impunidad, luto y dolor de la gente y vacío de autoridad, Estado fallido e injerencia del poder narco.
La luz de Dios
Estamos en franca regresión, hemos vuelto al tiempo de los bárbaros, no de los primitivos, de los salvajes que están libres de corrupción y tienen altos valores humanos. Hemos caído en la degeneración, la brutalidad, las conductas vandálicas y antisociales y el ataque demoledor de las instituciones de la democracia.
Estamos en un Estado fallido, sin ley. Todos los días hay asesinatos y masacres y el gobierno lo permite, no hace nada para detener los crímenes, está absorto en el poder. Esto es lo que tiene que hacer: enfrentar la violencia y parar los asesinatos, ¡no más sangre derramada, ni un asesinato más!
No mira de frente los problemas, los niega, ve al cielo y habla sin parar, ocupado en exhibirse en el teatro lamentable y absorbente de la política. Está faltando al primer deber del presidente según la Constitución: proteger la vida del ciudadano, la de todos los queridos mexicanos, hasta el último.
El país pasa por una grave crisis de insuficiencia y deterioro en los servicios vitales, en la educación, ¿cómo que se les ahoga un niño en clase de natación? La atención médica en los hospitales públicos es dolorosa, desesperante muchas veces. La mamá de mis amigos entró por una crisis de riñón, necesitaba hemodiálisis. Se la programaron una y otra ves y por cualquier razón no se la hacían. Le dieron de alta y pronto me dieron la dolorosa y triste noticia: ya se fue. Falleció.
Ciudadano sabio, no te dejes envolver por esta ola de retroceso de la gestión de la cosa pública y de la democracia impulsada por el gobierno. El presidente ha dado marcha atrás o ha perdido el rumbo llevado por su ansia de poder, por su soberbia y por su egolatría que deja en la sombra el bien de México.
Es necesario repetir que cuando el primer mandatario dice nosotros o dice México quiere decir yo. Es un egocentrismo exacerbado de quien vive en su burbuja y quiere realizar sus sueños guajiros, sin importarle los mexicanos, sus sufrimientos y angustias, el Bien Común, el progreso y el bienestar de todos en la transformación de la desesperanza. importa el ego del presidente rodeado de sus incondicionales que se olvidan del bien de la nación.
Existe, no sueltes sus conquistas, tu buena educación, los principios de Dios y de la cultura mexicana. Que no te envuelvan con labia, no oigas voces seductoras, falsas y perversas.
Se pierden los grandes valores que fundamentan la civilización y la paz y el progreso, se cambian por una ideología y por intereses particulares, realmente banales y hasta mezquinos de la clase en el poder.
Se miente alegremente para hundir al adversario. A Martí Batrés de MO–NA le falló la vista o la conciencia moral, vio 12,000 marchistas a favor del INE cuando los organizadores vieron 500,000 ó 600,000. ¿Por qué ese afán de mentir? Y no les da vergüenza y se creen muy dignos.
Sin la verdad, la justicia, la coherencia vamos al desastre.