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Proyecto Secreto: Debacle moral y social

La convivencia social se sustenta en los principios y valores universales, los gobernantes arbitrarios y caprichosos llevan al desastre.

Morelia, Michoacán, 10 de febrero de 2020.- Son grotescos los personajes del teatro del Senado de Estados Unidos en el juicio de impeachement. Sale Trump altanero, vociferando, quejándose de una gran injusticia y auto proclamándose inocente. Cuando las evidencias dicen lo contrario.

Se ha perdido el sentido del orden moral, la justicia, la ley, la verdad. En teoría se aceptan y se toman como bandera, en la práctica, con frecuencia, actúan por conveniencia y capricho.

Muchos gobernantes obran contra la ley, cometen crímenes y se defienden con sofismas, manipulando la ley.

Se autoproclaman inocentes con malabarismos retóricos. Tranquilamente se contradicen para autoproclamarse inocentes. Mienten impúdicamente, han perdido la vergüenza, sin dignidad se revuelcan en el cinismo.

Pierden los valores fundamentales, universales, inmutables. No se guían por la verdad y la ley, como valores superiores que se imponen a todos. Deciden los juicios por el consenso de la mayoría y según intereses facciosos.

Es el caso de Trump sometido al juicio de impeachement. Su partido lo declara inocente por ser mayoría en el Senado .

Es el caso de otro presidente que por decreto establece que su pueblo es muy feliz, niega los problemas, se sale por la tangente arguyendo que tiene “otros datos”. Suelta al hijo de el Chapo por su autoritarismo y contra la razón y la ley

Es el caso de los jueces que sueltan a los criminales… Los casos se multiplican por dondequiera.

Por este camino volvemos a la ley de la jungla, a los zarpazos violentos, a la ley del más fuerte, la pérdida del estado de derecho, la involución en la producción, al terror y la muerte por la violencia, la falta de policía, la impunidad. Nos destinan a la barbarie, los asesinatos y despojos, al holocausto, la muerte.

Sigue vivo el recuerdo del holocausto de las guerras mundiales. Llegan los resplandores del holocausto en Venezuela y en otros países.

Necesitamos despertar nuestro sentido crítico, tomar conciencia de la terrible realidad que estamos enfrentando prepararnos a detener la debacle.

Una institución que tiene aceptación en el pueblo con la inmensa mayoría de católicos, es la Iglesia. Tiene como misión la liberación de los vicios y crímenes, y la construcción de la paz con el progreso y bienestar de los humildes.

La Iglesia ofrece a México una sabiduría, el progreso y la paz se construyen en la sabiduría, no basta con medidas pragmáticas. No es suficiente vivir en el “aquí y ahora”, se necesita una visión integral del hombre en el espacio y el tiempo para que realice su destino definitivo recibido de Dios, se realice plenamente y sea feliz.

En el modelo de país, hay que tener en el centro la persona humana, algo que se ha perdido en los programas de los hombres del poder y del dinero.

Los obispos de México afirman: “destacamos el trabajo para elevar la dignidad del ser humano, que reconoce su valor fundamental… Buscando ampliar y fortalecer el respeto de sus derechos humanos… Buscando siempre el sentido de la vida y la trascendencia como valores esenciales…”

Hace tiempo que la Iglesia está atenta al cambio de época, a la nueva era y señalan: “en esta transformación profunda, se evapora la concepción integral del ser humano y va surgiendo con gran fuerza una sobrevaloración del individuo…. Un individualismo que debilita y rompe los vínculos y abre camino a la satisfacción inmediata de los deseos del individuo”. “Proyecto Grupal de Pastoral, nn. 27 y 29).

Hay tanto que decir del egoísmo en un mundo de aislamiento, insensibilidad, soledad, en una cultura del descarte. 

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