DestacadasEditoriales

Se fueron al final del arcoíris (Por: Salvador Hurtado)

En la cotidianeidad del mexicano la muerte aparece salpicada de picardía, y en este día en particular, todos los cementerios del país se llenan de gente que está ansiosa de compartir esta sagrada fecha con sus difuntos

Morelia, Michoacán, 02 de noviembre de 2023.- El día que mi madre falleció, fue el día más triste de mi vida, una serie de sentimientos encontrados y por supuesto los cargos de conciencia por haberle fallado a lo que hubiera querido ella.

Han sido momentos difíciles para mí dejar partir a ese ser tan amado y tan especial, por la simple y sencilla razón de que volaría hasta el final del arcoíris y ya no podría abrazar y besar sus mejillas, me resistía el aceptar que una mujer tan importante en mi vida como mi querida madre la que se hizo cargo de mis hermanos y de mi desde antes de nacer y no vería más.

Como suele ocurrir en muchas personas, el arrepentimiento de tanta estupidez cometida y que tantos sin sabores sufrió por culpa nuestra, no es tan fácil subsanar, sin embargo pasado el tiempo ya un poco más resignado, creo que lo importante es recordarla con cariño y valorar lo que nos dejó en vida.

Gracias a ella tenemos y somos lo que somos, mis hermanos sacaron su vida por delante, yo me he esmerado a lo que hago lo mejor posible en su memoria, de lo que más recuerdo y extraño es sus apapachos, sus consejos y los regaños creo que son lo que más falta me hace.

Otra pérdida para mí, aunque igual de un proceso espinoso y de dolor también para poder  asimilar, fue el de la repentina partida al mismo lugar que mi madre, al final del arcoíris, del padre de mi querida Sol, fue para ambos triste y doloroso a poco más de ocho meses que partió, hemos tenido que hacer de los momentos, por su memoria, convertirlos en momentos de alegría, Sol está consciente y agradecida como yo por el tiempo que pudo tener a su padre y no ha perdido la oportunidad de recordar cada momento que pasó a su lado.

El recuerdo que tengo yo de él es de un hombre fuerte y rudo, nunca dejó de mostrar el que fuera originario del campo, para mí que lo trate muy de cerca, fue todo un placer. Sol lo añora a través de la canción que tanto le gustara; “Las casas de cartón que interpretan originalmente y de forma magistral el “grupo comanche” del salvador. Descanse en Paz.

Cuando falleció el abuelo de David mi yerno, un hombre al que conocí y traté, en sus razonamientos pude percibir el amor que este le tenía a su familia  y el orgullo que sentía por sus hijos y nietos, dejo un legado que para ellos siempre ha de perdurar en su mentes y corazones, sobre todo de generación en generación. Hoy se le recuerda por su partida, y se le envían saludos hasta el lugar de armonía y de descanso en el que se encuentra y que seguramente es al final del arcoíris.

Otra persona más por la cual sentí una profunda pena al enterarme de la noticia de su fallecimiento, fue del padre de Roció mi nuera, para toda la familia Hernández fue triste la pérdida de ese ser tan querido con el cual tuve largas charlas de afecto. Sé que lo era todo para “Chío” y para mucha más gente de Santa Teresa en Guanajuato. Su memoria seguirá viva en muchos corazones. Sentí pesar y tristeza por su pérdida y esperamos que su esposa, hijas, hijo y nietos, en breve ya superados, lo recuerden como lo que fue, un  hombre emprendedor, responsable y amoroso.

El más reciente de todos y que aún no supero, fue el de mi tío Miguel, hermano más chico de mi madre y casualmente el único que quedaba en este plano de los  hermanos. “Tio querido, hace poco más de un mes que te fuiste y siento,  perdí una parte de mi corazón, extrañare  tus recomendaciones, el consuelo que me brindabas, tus llamadas, tus risas, tus reprimendas, un abrazo hasta atrás del arcoíris desde lo más profundo de mi corazón”. 

Haciendo un repaso de la historia, en las culturas nuestras los nativos consideraban a la muerte como el paso a seguir hacia una nueva vida y fue hasta la llegada de los españoles que trajeron consigo las nuevas creencias con respecto a la vida y la muerte. La muerte producía terror, pues en el juicio final los justos recibirían su recompensa y los pecadores su castigo… Y lo difícil era no contarse dentro de los pecadores.

En la cotidianeidad del mexicano la muerte aparece salpicada de picardía, y en este día en particular, todos los cementerios del país se llenan de gente que está ansiosa de compartir esta sagrada fecha con sus difuntos. Familiares y amigos llegan a la tumba de su ser querido, con flores y escoba en mano, ya que ha pasado mucho tiempo desde la última visita, algunos llevan comida para disfrutar en compañía de sus difuntos, otros hasta músicos llevan para alegrar el momento que pasan en el cementerio con sus seres queridos y muchas veces los familiares y amigos deciden continuar la fiesta en la casa de algunos de ellos.

Sus tradiciones culturales se han seguido conservando gracias a la religiosidad y fervor de su gente, las cuales se han transmitido de generación en generación a pesar de que estas tradiciones están en peligro de desvirtuarse debido a la influencia y mezcla con otras costumbres extranjeras.

Es por eso que en el extranjero es aún más importante que se conserven estas tradiciones, ya que mantienen el espíritu de unidad y nacionalismo entre las personas de un mismo país y de aquellos que sin importar el lugar de donde provienen se sienten identificados con esta bella expresión cultural.

Los conciertos, las pachangas y otros desenfrenos

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba