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Ser de izquierda o de derecha (Por: Alejandro Vázquez Cárdenas)

Actualmente decirse de izquierda o de derecha no significa ni garantiza absolutamente nada. Estos términos son poco menos que un cascajo bajo el cual cualquier demagogo puede transitar con engaños.

Morelia, Michoacán, 02 de agosto de 2022.- ¿De dónde vienen los términos Izquierda y Derecha? Veamos, su ubicación en el espacio político es una metáfora, fijada 1789 en la votación de la Asamblea Constituyente francesa, cuando se acuñó el término “izquierda” en referencia a los representantes de las ideas republicanas, que solían ocupar los asientos ubicados justo al lado izquierdo de la sala. La derecha, por el contrario, era el área que ocupaban los monárquicos.

Esta disposición de los votantes en el espacio físico, posteriormente pasó a metaforizar el republicanismo revolucionario en el siglo XIX en Europa. En la transición del siglo XIX al XX, su uso quedó ligado a los movimientos de carácter socialista y, a partir de marzo de 1919, cuando Lenin organiza la III Internacional, su uso queda ligado con la definición del comunismo.

Pero es historia vieja, ya que en la actualidad lo que en algún tiempo se llamó “lucha social” se ha convertido en lucha partidista y la lógica electoral es una lógica de mercado, donde, mediante el voto, los ciudadanos eligen de entre diversas opciones posibles. Y en este contexto, siendo absolutamente sinceros ¿A quién representan los políticos sino a sí mismos o, en el mejor de los casos, a los intereses de su grupo o facción?

Actualmente decirse de izquierda o de derecha no significa ni garantiza absolutamente nada. Estos términos son poco menos que un cascajo bajo el cual cualquier demagogo puede transitar con engaños.

Ahora bien, ser de derechas es fácil, basta con declararse de derechas y a nadie se le ocurrirá dudarlo, así seamos un empleado de una paraestatal en el más bajo peldaño escalafonario o el dueño de una miscelánea pobretona. Ser de izquierdas es más difícil, aquí si que no basta con decirlo, hay que parecérselo; y aquí hablamos desde la ropa hasta del vehículo que se conduce ( lo mejor es no tener vehículo), también importa la colonia donde se vive, donde se cursó la educación tanto elemental (debe ser escuela pública) como universitaria (de preferencia la UNAM) y si la carrera es del área de Humanidades prácticamente se tiene amarrado el título.

En lo personal considero que la izquierda, y sobre todo la izquierda mexicana, es la representación más fiel de la hipocresía. En nuestro país decirse de “izquierda” no es, ni por equivocación, pertenecer a un movimiento preocupado por aliviar las penurias ajenas y ampliar las conquistas sociales; nada de eso , aquí “ser de izquierda” equivale a tener un certificado de supremacía moral.

Un ejemplo de su sesgo moral; a la izquierda , internacional y nacional, le ha interesado siempre el conflicto entre Israel y los palestinos. Si muere un niño palestino por una bala perdida de un soldado israelí veremos a los militantes de la izquierda indignados, oiremos todo tipo de críticas contra el lobby judío y el Imperio Americano. Repaso otros conflictos: Vietnam, el Congo Belga de Patricio Lumumba, el Irak de Saddam, el Chile de Allende, la invasión a la Granada de Hudson Austin etcétera, esos son los conflictos en los que la izquierda quiere sentirse moralmente superior a las siempre malvadas fuerzas de la derecha, cuya expresión más acabada es la política exterior de los EUA, o como dicen los izquierdistas trasnochados “el imperialismo yankee”.

A esa izquierda no le interesó la invasión de la URSS a Hungría en 1956, o cuando los tanques del Pacto de Varsovia entraron a Checoslovaquia para aplastar la “Primavera de Praga” en 1968. En Ruanda se mataron casi un millón de personas entre Hutus y Tutsis y la izquierda no se movilizó ante el genocidio más grande de la Historia reciente como lo hace con el conflicto de Palestina. De la “Revolución Cultural” en la China de Mao de 1966 a 1975 con sus millones de asesinados y torturados ninguno habla.

Hay muchos otros conflictos que no tienen la atención de la izquierda, fundamentalmente aquellos que no brindan una oportunidad de posicionarse ideológicamente para sentirse moralmente superiores. ¿Alguien supo de alguna manifestación por el genocidio en Darfur? Cifras conservadoras reportan más de 400 mil muertos, pero como no se puede buscar la responsabilidad última en una fuerza de la derecha capitalista, entonces la causa no interesa. Eso independientemente que muchos ni sabrán dónde queda Darfur.

La izquierda ha dado siempre prioridad a las causas rentables en su lucha ideológica contra la derecha. La injusticia y las muertes no son lo que les hace opinar con gran vehemencia en una cafetería, solo protestarán en la medida en que ello sea achacable a los adversarios políticos.

Lo anterior, en correcto español se llama hipocresía.

Alejandro Vázquez Cárdenas

Antiintelectualismo, fascismo e ignorancia (Por: Alejandro Vázquez Cárdenas)

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