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Toque de nano sabiduría: Iglesia simul iusta et peccatrix (al mismo tiempo justa y pecadora)

Hay quienes satanizan a la Iglesia, la ven como a su divino fundador como poseída por un demonio. Desde una posición ideológica hay quienes se ensañan y la juzgan y condenan sin ecuanimidad y objetividad.

Morelia, Michoacán, 19 de octubre de 2021.- UNA VISTA PANORÁMICA.

La Iglesia, en su acción humana tiene muchas limitaciones, en esta etapa de marcha y purificación, con rumbo hacia la consumación. La Iglesia, jerarquía y pueblo, reconoce sus límites. Aunque también “le cuelgan milagritos”, ya desde la vida de su fundador, el divino Maestro y de los adversarios, los fariseos.

No podemos ser maniqueos, tenemos que ver la realidad integral, no sólo lo bueno de nosotros y lo malo de los adversarios, así sean de la Transformación de Cuarta y de los adversarios de antes, conservadores, neo liberales y todo lo que ya sabemos.

Hay quienes satanizan a la Iglesia, la ven como a su divino fundador como poseída por un demonio. Desde una posición ideológica hay quienes se ensañan y la juzgan y condenan sin ecuanimidad y objetividad.

Es cierto en nuestros días el escándalo de los pecados de pederastia y los crímenes que se le asocian. Son lamentables los abusos sexuales de los clérigos en Francia que son la nota de nuestros días.

El Papa Francisco con humildad y objetividad enfrenta la realidad. Se indigna por ese pecado y toma providencias para corregir el mal de raíz.

En ese tiempo del pecado, de los escándalos su servidor trabajó en Francia con adolescentes, scoutts y chicas del Liceo. La experiencia fue de una pulcritud y de un encanto extraordinario. No noté nada en toda Francia, no todo era podredumbre.

También se ha señalado en la Iglesia los pecados de la conquista realizada por España, donde la Iglesia estuvo bien presente. Hay que ser honestos y reconocer la realidad toda entera. Los abusos, aunque fueron perpetrados por católicos, no los cometió, por lo general, la institución eclesial. 

No hay que soslayar la gran obra evangelizadora de la Iglesia. La historia de la humanidad ha sido de peregrinaciones, conquistas y mestizaje. El papel de la Iglesia fue formidable, a veces sublime en esos avatares.

Se produjeron obras extraordinarias, verdaderas maravillas, escribió también  una historia épica y muy limpia. Llena de asombro la evangelización que fue un proceso de dignificación y de civilización de los indígenas vejados, torturados, baste asomarse a la obra civilizadora y evangelizadora del admirable Vasco de Quiroga. Asómense al Convento de Tzintzuntzan. Hay que recordar al agustino Fr. Alonso de la Veracruz, contemplemos el Palacio Clavijero y la biblioteca de los jesuitas, como botón de muestra.

LA LUZ DE LO ALTO

La Iglesia está formada por hombres, no es santa en su realidad humana, tiene luces y sombras, como el ser humano es al mismo tiempo santa y pecadora. Debemos conocer nuestra realidad y al mismo tiempo no perder de vista la meta divina de santidad.

Es santa por su fundador, Jesucristo el Hijo de Dios que todo lo hizo bien, no hubo engaño en boca. Nadie lo puede hacer después de él, aunque algunos parecen creérsela.  Él puso las bases para llevarla a su verdadera transformación, hasta realizar el hombre perfecto. Esta utopía se realizará ciertamente con el tiempo, cuando el Señor Jesús venga en su gloria, lleve la creación a su punto omega, según la expresión de Teilhard de Chardin, al hombre a su realización plena, hasta hacerlo santo.

Cuando se realice plenamente el designio divino de salvación el hombre será perfecto y santo, será más que el superhombre de Nietzsche, serán hijos de Dios. La salvación es divinización (¡!).

Pero en los hombres, que la formamos en esta etapa provisoria, existe la maldad y el error. Hay que aceptar humildemente la condición humana.

La Iglesia en su historia tiene errores graves que han dejado huella, así el patronato regio por el que los Reyes de España tenían injerencia en la obra de evangelización y en el gobierno de la Iglesia.

El hombre lleva el mal en su corazón y la Iglesia también lo ha sufrido en sus hijos. También ha habido páginas negras de despojo y atropello, como en tiempo de Juárez cuando perdió sus bienes y fue marginada. Lo mismo sucedió en los tiempos autoritarios de los generales y la persecución de Calles hasta Cárdenas. Nada más señalo hechos de la historia.

Hay que enfrentar la realidad con valentía y dignidad y no negarla o dar explicaciones necias y falaces como acostumbran muchos de la clase política y gobernante. No se puede tapar el sol con un dedo. También entre ellos hay escándalos abominables: legisladores que abusan de los adolescentes y jefes que acosan a las mujeres y las manosean, senadores y gobernadores, y de eso no dicen nada.

Se dan crímenes en otro orden de cosas, como la realidad asquerosa de robos e injusticia. La caja de Pandora se está destapando con la colaboración del que se acoge al criterio de oportunidad, Emilio Lozoya.

En el caso de la pederastia, en la Iglesia se han cometido pecados, es triste, pero el caso no deja de ser una excepción, no es sano generalizar como si toda la manzana estuviera poseída.

Proyecto Secreto: El mejor país en la retórica y la ficción

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