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Usar religión para proyecto político, moralmente inaceptable: Carlos Garfias

El arzobispo de Morelia explica las razones por las cuales la Iglesia Católica no participa en la distribución de la Cartilla Moral de AMLO; rechaza que el documento viole el Estado laico, “pero no usamos la religión al servicio de una política partidista”

Morelia, Michoacán, 15 de julio de 2019.- Usar la religión para un proyecto político, aunque sea bueno, es poner a Dios al servicio del césar reinante, y eso de ninguna manera es moralmente aceptable, señaló el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos.

En rueda de prensa, el líder religioso explicó las razones por las cuales la Iglesia Católica no participa en la distribución de la Cartilla Moral del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Carlos Garfias recordó que la Cartilla Moral que el Gobierno Federal está promoviendo para su distribución, es obra original de Alfonso Reyes (1889-1959), adaptada por José Luis Martínez, editada por vez primera en 1952, reimpresa por la Secretaría de Educación Pública en 1992 y en 2018.

Indicó que López Obrador sostiene, con razón, que su Cuarta Transformación requiere una educación moral de la ciudadanía. 

“Como Iglesia, estamos de acuerdo y no es contrario al Estado laico, pues no se trata de impulsar una religión, sino de cimentar los cambios necesarios en principios de moral natural, de una ética humana, fruto de la experiencia secular de la humanidad, para convivir en paz y en justicia”, expresó Garfias Merlos.

Sin embargo, detalló que hay dos razones para no promover la Cartilla Moral del presidente:

  1. Porque la Sagrada Escritura, en particular el Nuevo Testamento, que nosotros predicamos, tiene eso y muchísimo más, pues la fe no se reduce a una moral, sino que es el encuentro experiencial con Jesucristo vivo, encarnación del amor misericordioso del Padre.
  2. No se puede utilizar la religión para apoyar un partido político, aunque sea el gobernante. Usar la religión para un proyecto político, aunque sea bueno, es poner a Dios al servicio del césar reinante, y eso de ninguna manera es moralmente aceptable.

“Con todo, no reprobamos la buena intención de nuestro presidente, de insistir en que el cambio del país depende, en el fondo, de la conversión de las mentes, los corazones y de los comportamientos”, expresó Carlos Garfias.

“Como católicos estamos llamados a una renovación moral de nuestra sociedad, con ella vendrá la paz que tanto anhelamos, pero estamos conscientes que no usamos la religión al servicio de una política partidista”, recalcó el prelado.

Posteriormente manifestó: “Respetando el principio del Estado Laico que establece la sana separación de Iglesia y Estado, sin dejar de lado el diálogo y la mutua colaboración, la Iglesia Católica en México apoya plenamente los esfuerzos del gobierno para moralizar la sociedad y propone la revisión de la educación y las leyes”.

Para Garfias Merlos, el tema de la distribución corresponderá a quien se le encomiende y a quien acepte realizarla. “Lo pueden hacer los hermanos evangélicos, la Iglesia católica o a quienes la autoridad lo solicite y las personas u organizaciones acepten hacerlo”.

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