Editoriales

Acordar lo Educativo / Erik Avilés Martínez

Nuestro colaborador de Atiempo.mx, Horacio Erik Avilés, es presidente de Mexicanos Primero en Michoacán y director del Polifórum digital de Morelia
Nuestro colaborador de Atiempo.mx, Horacio Erik Avilés, es presidente de Mexicanos Primero en Michoacán y director del Polifórum digital de Morelia

Desde la sociedad civil hemos pedido la inclusión de los temas señalados en la mesa educativa del Acuerdo por Michoacán, buscando fomentar la discusión seria de la política educativa estatal y lograr acciones que verdaderamente resuelvan los problemas más sentidos de los michoacanos

Morelia, Mich., 29 de octubre de 2013.- El 24 de octubre tuvo lugar la reunión temática del ámbito educativo del Acuerdo por Michoacán, un esfuerzo conjunto entre académicos, empresarios y actores políticos, que busca generar direccionalidad y sentido de urgencia para el desarrollo integral de la entidad, en donde se plantea como objetivo esencial obtener resultados de corto y mediano plazo en los rubros e indicadores que se propusieron inicialmente. Para tales efectos, se constituyeron mesas de trabajo, de las cuales la de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación destaca tanto por la enorme responsabilidad que implica como por el nivel de complejidad que implica conjuntar visiones respecto a las finalidades de la educación estatal y a los elementos que deben integrarla con las necesidades de los niños y jóvenes michoacanos. Debido a lo señalado, en estos momentos es digno de reconocimiento que se esté honrando la palabra empeñada y se le siga brindando seguimiento al Acuerdo independientemente del cambio de estafeta en el poder ejecutivo estatal, esperando llegue a buen puerto este esfuerzo conjunto y se pueda demostrar con resultados que la intención articuladora de esfuerzos ha valido la pena.

Los documentos rectores en materia de planeación del desarrollo siempre han sido una excelente manera de predecir el éxito o fracaso de una administración gubernamental, ya que podemos verificar los logros que se han alcanzado en el pasado planteando procesos y metas dadas, que al compararse con la planeación de corto y mediano plazo que proponen los diferentes órdenes de gobierno suelen exhibir sus bondades o la repetición de un eterno retorno hacia el subdesarrollo, la opacidad, corrupción y dispendio.

En este contexto, el proyecto al que se han comprometido los convidados a la mesa del Acuerdo por Michoacán resulta altamente retador, ya que la serie de divergencias en cuanto a cosmovisiones, cuestiones de intereses y hasta barreras epistemológicas puede lograr dilaciones que generen que una vez más un esfuerzo de planificación participativa quede en buenas intenciones o abandonado en algún cajón de escritorio.

Por principio, es imperativo que la mesa de educación contemple una visión compartida desde donde se debe de retomar el sentido de lo humano, las finalidades últimas del sentido de la especie y proyectando las cualidades, destrezas, habilidades y sentido de criticidad que debe conformar el ciudadano del mañana en equilibrio con su albedrío. Partiendo de este hecho, es impensable que el tema educativo se debata de manera aislada en cuanto a las medidas que son prerrequisito para generar un punto de inflexión en los indicadores educativos, como asegurar que los docentes estén 200 días cada ciclo escolar impartiendo clases de acuerdo a la normalidad mínima que fija la SEP.

Por ende, pensar en la integralidad del concepto de educación implica que los rubros y dependencias que están encargadas de educar a la sociedad michoacana estén sentadas en la mesa y estén atendiendo temas que en muchas ocasiones se soslayan por enfocar lo urgente olvidando lo trascendente. Particularmente, esto sucede con el deporte, la ciencia, la tecnología, la innovación, el arte y la cultura.

En cuanto a ciencia, tecnología e innovación, es sabida la falta de investigación pura y aplicada, la escasez de investigación, la poca vinculación que se realiza y que redunda en un diminuto número de patentes, que impactan en la transferencia tecnológica, la identificación y seguimiento de talento que permita la generación de un sistema local de innovación estatal, ideal que en otros periodos gubernamentales generó la entelequia discursiva que afirmaba que Michoacán era “líder nacional en clusters”, mientras que 305 mil personas analfabetas eran invisibilizadas de las cifras oficiales.

El estado de la cultura y el arte en la entidad también es preocupante, ya que no se atiende masivamente a la población en el ámbito de la iniciación artística, mientras que el acceso a la cultura es francamente impensable en las comunidades rurales y en los cinturones de pobreza, razones por las cuales es perentorio que estén presentes estos temas en la definición de acciones de corto plazo en el Acuerdo por Michoacán.

En cuanto a deporte, ya en la antigua Grecia, el gran pensador Platón señalaba que “en una sociedad que marcha bien, cada individuo no tiene tiempo de gastar su vida en estar enfermo”. Siguiendo esta frase, definitivamente estamos transitando estatalmente por senderos fangosos al ubicarse una pandemia estatal de enfermedades metabólicas, renales, obesidad y sobrepeso, que se podrían combatir con una política masiva de fomento al deporte, a la par que se podrían atender simultáneamente problemas como el encausamiento de los jóvenes que ni estudian ni trabajan, por poner un ejemplo.

Por las razones expuestas, desde la sociedad civil hemos pedido la inclusión de los temas señalados en la mesa educativa del Acuerdo por Michoacán, buscando fomentar mayor efervescencia respecto a la discusión seria de la política educativa estatal y lograr acciones que verdaderamente resuelvan los problemas más sentidos de los michoacanos. Sin que se centralice el sentido de lo humano en la discusión seguramente habrá soslayo de los ámbitos que deben forzosamente considerarse para poder aseverar que Michoacán es una entidad educadora, más allá de temas de metodología, tiempo y de presupuesto. Mientras tanto no perdamos de vista que la ignorancia, corrupción y la mala educación conspiran para destruir el sentimiento de dignidad y el futuro de los niños y jóvenes michoacanos.

Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y Twitter: @Erik_Aviles

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