Editoriales

Adiós Fausto / Yadhira Y. Tamayo Herrera

Tamayo Herrera es abogada con maestrías en administración pública y políticas públicas (ITESM), ingeniería en Imagen Pública (CCIP); actualmente cursa el Doctorado en Derecho en la Universidad Panamericana
Tamayo Herrera es abogada con maestrías en administración pública y políticas públicas (ITESM), ingeniería en Imagen Pública (CCIP); actualmente cursa el Doctorado en Derecho en la Universidad Panamericana

Fausto Vallejo fue hasta antes de ser gobernador de Michoacán, un político exitoso, con una excelente imagen pública y la reputación de ser un buen hombre. Todo ello comenzó a desmoronarse cuando llegó a la gubernatura de Michoacán.

México, D.F., 19 de junio de 2014.- Fausto Vallejo fue hasta antes de ser gobernador de Michoacán, un político exitoso, con una excelente imagen pública y la reputación de ser un buen hombre. Fue secretario particular del entonces gobernador de Michoacán Genovevo Figueroa Zamudio, presidente estatal de su partido, el PRI, y tres veces alcalde de Morelia. Ser elegido y vuelto a elegir directamente por su pueblo, es uno de los más grandes retos y orgullos para un político.

Todo ello comenzó a desmoronarse cuando llegó a la gubernatura de Michoacán. Aunado a sus problemas de salud, que evidentemente son muy serios, y lo llevaron a pedir licencia tres veces durante su gestión, podemos mencionar los factores que contribuyeron a que hace unos días renunciara a ser gobernador. ¿Qué factores son esos? Una elección muy cuestionada por acusaciones de vínculos con la delincuencia organizada; un Michoacán con serios problemas de gobernabilidad; la decisión presidencial de enviar un gobernador de facto que lo mandó a la sombra; y por supuesto, la foto que circula en redes sociales con la cual se afirma que un hijo suyo aparece junto a Servando Gómez “La Tuta”, líder de los malosos.

La foto en cuestión –que usted encuentra fácilmente en internet- no es muy clara, pero nadie ha salido a desmentirla, y por el contrario, Vallejo parece lanzar una coartada para justificar cómo podrían aparecer esos dos personajes juntos: afirmó que un hijo suyo fue “levantado” por la delincuencia organizada en 2013. Finalmente, Fausto Vallejo, anuncia a través de un tuit enviado a Joaquín López-Dóriga “me retiro del @gobmichoacan para poder atender mi salud”.

¿Qué sigue? El artículo 57 de la Constitución michoacana establece qué procede cuando el gobernador falte de manera absoluta en los “cuatro últimos años del periodo para el cual fue electo”. Ya no habrá elecciones, el Congreso nombrará al gobernador sustituto. Mientras tanto, estará a cargo el Secretario de Gobierno, Marco Vinicio Aguilera Garibay. Así que, michoacanos, esperemos el humo blanco del Congreso que nos avise que ya hay gobernador sustituto hasta que nos alcance el día que podamos elegir en las urnas a uno nuevo.

En 2015 tenemos elecciones para gobernador en Michoacán. Eso coincide con la reforma político electoral federal donde se sustituyó el Instituto Federal Electoral por el Instituto Nacional de Elecciones y en función de dichas reformas hay necesidad de armonizar las leyes estatales en los estados que tienen elecciones en 2015. Michoacán es uno de esos estados. Sin embargo, a la fecha, no hay legislación estatal que permita echar a andar ya los procesos legislativos. ¡No tenemos las nuevas reglas del juego con las que elegiremos el gobernador, diputados, alcaldes y regidores en Michoacán en el 2015 y el plazo se vence este 30 de junio! Pero esa… es otra historia.

Adiós Fausto, que te recuperes pronto y bien. Michoacán la tiene más difícil.

 

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