Editoriales

Agoniza el Seguro Popular (Por: Rubén Alcántar)

Por supuesto que el Seguro Popular puede ser muy criticable, y hay que hacerlo, la calidad de este “acceso” deja mucho que desear, pero creo que el trasfondo del problema es otro. Continuamos con la eliminación de instituciones de gobiernos anteriores.

Morelia, Michoacán, 08 de agosto de 2019.- El seguro popular es una de esas instituciones transexenales, que a pesar de sus carencias han logrado evolucionar y avanzar. No olvidemos que, el seguro popular fue creado, en el ya lejano 2003, por el gobierno del entonces presidente, Don Chente Fox, ya para el sexenio del paisano Calderón, logró su auge, y a pesar del cambio de régimen el gobierno de Peña Nieto lo mantuvo e incluso amplió.

La intención era obvia, en un país plagado de economía informal, la cobertura de salud por parte del IMSS y el ISSSTE, dejaba aislada a más de la mitad de la población. Era más que indispensable acercar los servicios de salud, a quienes carecían de ellos, la cobertura se amplió a niveles quizá inimaginados, cuando se lanzó en 2003, llegando a más de 60 millones de mexicanos, con acceso a los servicios de salud en la actualidad.

Obviamente vivimos en el país que vivimos y aquí nada puede ser completamente bonito, desde su inicio las críticas no cesaron, con justa razón, desde el hecho económico de incentivar a la informalidad, lo cual resulta una realidad, pues <<-¿Para qué cotizo al IMSS? Si el Seguro Popular me da “lo mismo” gratis>>.

No solo fomentaba la informalidad, el pueblo no es culpable de todo, claramente también fomentaba la corrupción, no resultaba tan complejo, desde los gobiernos, inflar los padrones, recibir más recursos y gastarlos en sabrán ellos qué. Y por supuesto la cereza del pastel, la infraestructura en todo momento resultó insuficiente, falta de equipos, de utensilios, en algunos (muchos) casos hasta de personal.

Los datos son duros, y a pesar de sus deficiencias, los datos del CONEVAL recién publicados, nos dejan en claro que los efectos del Seguro Popular son inmensamente positivos, prueba de ello es el hecho de que, en 2008 (primer año de medición) la población con carencia por acceso a los servicios de salud, ascendía a 38.4 millones, dejándonos en 2018 tan solo 16.2 millones, de acuerdo a los datos obtenidos en la ENIGH que elabora el INEGI cada dos años.

Por supuesto que el Seguro Popular puede ser muy criticable, y hay que hacerlo, la calidad de este “acceso” deja mucho que desear, pero creo que el trasfondo del problema es otro.

Continuamos con la eliminación de instituciones de gobiernos anteriores, el Seguro Popular al igual que muchas de las instituciones en peligro AMLiminio, funciona, nadie le dice al señor que no las transforme, que las mejore y las consolide, pero no es el caso.

Solo queda esperar la muerte anunciada de una institución más, que habrá de abrirle paso a las “nuevas” y “purificadas” instituciones, que el Presidente ha dicho se establecerán. Al cabo que para el Presidente, ni tan Seguro era, pero para nosotros, si bien Popular.

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