Editoriales

Alan y la crisis migrante / Teodoro Barajas Rodríguez

El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas
El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas

Las estampas trágicas de los migrantes en el mar Mediterráneo no cesan, miles de sirios que huyen de las atrocidades del llamado Estado Islámico, gente que desea vivir pero apenas sobrevive, historias truncadas que reflejan los dramas repletos de penas

Morelia, Michoacán, 06 de septiembre de 2015.- Las estampas trágicas de los migrantes en el mar Mediterráneo no cesan, miles de sirios que huyen de las atrocidades del llamado Estado Islámico, gente que desea vivir pero apenas sobrevive, historias truncadas que reflejan los dramas repletos de penas. La imagen del pequeño Alan sacudió a la comunidad internacional, un infante postrado en la arena de una costa que simboliza muerte, ahí murieron otros seres humanos que se aferraba a nuevos horizontes.

El destino que buscan los emigrantes del Medio Oriente se ubica en Europa, el viejo continente en crisis, las beligerancias de un amplio grupo de fanáticos religiosos llamado Estado Islámico así como las pugnas internas en algunas naciones orillan a miles de personas a buscar otro lugar exento de violencia en que puedan ser libres.

Derivado de los dramas mortales asoma la solidaridad internacional por diversos puntos del orbe, en Holanda veinte mil familias ofrecen refugio a los migrantes de Siria, el ex presidente bondadoso de Uruguay José Mujica hace lo mismo con cien niños. México fue durante muchos años un refugio solidario para perseguidos políticos como lo dejó de relieve el general Lázaro Cárdenas con los españoles republicanos, León Trotsky y muchos más que escapaban de las atrocidades.

Tras el golpe de estado perpetrado en Chile por un asesino llamado Augusto Pinochet auspiciado por Estados Unidos, las puertas de México se abrieron a los exiliados simpatizantes del heroico presidente Salvador Allende, actualmente el gobierno de Enrique Peña Nieto no ha dicho algo con relación a la crisis de los migrantes de Medio Oriente.

Siglo XXI y mucha gente sigue masacrando al prójimo por motivos religiosos, en nombre de la deidad muchos se convierten en asesinos y embusteros, en ruines como déspotas tenedores de su verdad. Hace muchos años leía que si las grandes potencias armamentistas destinaran un año de lo que gastan en producción de armas y ensayos nucleares se aliviaría el problema del hambre en la tierra, sé que no lo harán porque tienen miedo, porque para ellos el mundo es un sitio para dejar su mierda.

No hay fin que justifique tanta pena, esos dramas cotidianos en el mítico mar Mediterráneo son un motivo poderoso para que la solidaridad internacional se materialice porque de lo contrario lo inhumano tomará por asalto todos los rincones y la muerte será un paso visto como normal en la gran oleada del sufrimiento.

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