Editoriales

Alternancia e incertidumbre / Teodoro Barajas Rodríguez

El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas
El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas

Después de los comicios del domingo anterior se ha dicho y escrito mucho, las constantes son la alternancia, la suciedad electoral y la incertidumbre porque no existe un destino manifiesto por más triunfalismo o pesimismo que se expanda a través de los interesados

Morelia, Michoacán, 12 de junio de 2016.- Después de los comicios del domingo anterior se ha dicho y escrito mucho, las constantes son la alternancia, la suciedad electoral y la incertidumbre porque no existe un destino manifiesto por más triunfalismo o pesimismo que se expanda a través de los interesados.

Don Jesús Reyes Heroles, uno de los más significativos ideólogos  del siglo XX señaló en su oportunidad que en política no debe haber ilusos para que no haya desilusionados; el Partido Revolucionario Institucional fue derrotado, los votos del hartazgo le propinaron un revés que caló hondo en el ánimo tricolor, en varios casos los verdugos tienen la procedencia priista como Miguel Ángel Yunes Linares o Carlos Joaquín González.

A través de la historia de nuestro país las rupturas han sido una constante cíclica, del PRI proceden muchos opositores a lo que fue su organización en la que militaron originariamente como Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador o Ricardo Monreal.

Más allá de los resultados que hicieron quedar en ridículo, por enésima ocasión, a las empresas encuestadoras, lo que habría que destacar es el nivel en extremo soez de las campañas, las calumnias y señalamientos no cesaron con un gran caudal desinformativo.

Parece que en cada edición electoral la suciedad se incrementa, ya las ideologías hace mucho tiempo colapsaron porque los partidos actúan como simples franquicias que trazan la ruta por el poder sin mayores contenidos, derecha e izquierda se hermanan por los votos, otros institutos se aferran a los más grandes para sobrevivir.

Manlio Fabio Beltrones el dirigente del PRI y reconocido operador político perdió su apuesta, en entidades como es el caso de Veracruz su partido perdió por vez primera aunque se anticipaba el resultado porque el aún gobernador Javier Duarte fue una carga aparatosa, individuo impresentable del que, inexplicablemente, el tricolor no se deslindó.

En Tamaulipas fue burda la campaña diseñada por el PRI incluso se valió de fotomontajes, en esa tierra norteña los gobernantes han sido nocivos, algunos tienen líos con la justicia, el actual es impersonal porque nunca da la cara.

El PAN que  se distancia mucho de sus orígenes y la mística impregnada por Manuel Gómez Morín, la profecía de Daniel Cosío Villegas al señalar que una vez que Acción Nacional ganara el poder perdería el partido pareció cumplirse en los gobiernos de Vicente Fox que no pasó de vender expectativas y con Felipe Calderón se recuerda la guerra contra el narco, además de poner y quitar dirigentes en el albiazul, como lo hicieron los mandatarios del PRI.

El PAN está de regreso con una alianza con el PRD, aunque tengan agendas programáticas disímbolas en varios temas,  el triunfalismo desbordado puede conducir a la soberbia que suele provocar serios reveses como lo ilustra a cabalidad la historia.

Lo cierto es que la democracia mexicana aún no es vigorosa, la lucha no es en el terreno ideológico, lo es simplemente en lo electoral, esperemos que los futuros gobernadores cumplan sus promesas, Miguel Ángel Yunes promete cárcel para Javier Duarte en Veracruz, pero lo único que se mantiene ya con los resultados rubricados a través de los órganos electorales es la incertidumbre.

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