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Así en la Tierra como en el Cielo (Por: Beatriz Eugenia Andrade)

Cuando Jorge Mario Bergoglio, comience el próximo desfile de eufemismos diciéndonos que no dijo lo que sí dijo, y diciéndonos que no entendimos lo que sí entendimos, tengamos presentes las palabras que pronunció en septiembre del 2018:  Yo soy el responsable del acuerdo con China.

Morelia, Michoacán, 13 de octubre de 2020.- Antes de comenzar a leer el siguiente artículo, sugiero a quienes no estén enterados de quién es Teodoro Mc Carrik y cuál es la situación de los auténticos católicos en China, les sugiero revisar los contenidos de los siguientes enlaces:

a) https://proclamarlaoscuridad.blogspot.com/search?q=mccarrick

b) https://ejercitovigano.blogspot.com/search?q=mccarrick

c) https://pederastiaeclesiastica.blogspot.com/search?q=mccarrick

d) https://iglesiachinasubterranea.blogspot.com/

Después de haber leído atentamente el artículo «El Papa no se reúne con Pompeo pero su secretario de Estado sí con Biden», escrito por de Mamela Fiallo Flor, me ha llamado la atención que en el cierre de su texto haya señalado lo siguiente:

«Esto indicaría que no existe animosidad entre la administración Trump y el Vaticano, sí la duda respecto a por qué altos dignatarios de la Santa Sede sí se reunirán con Biden, pese a estar en campaña electoral y no con un funcionario de Trump.»

Joe Biden se reúne con el Papa Francisco en el Vaticano

Si bien es cierto que Bergoglio no se entrevistará con ellos, en atención a una norma vaticana que evita las entrevistas con el Papa durante la etapa pre electoral de cada país, con el fin de que dichos encuentros no sean utilizados para influir en la decisión de los votantes; también me veo en la necesidad de aclarar que la afirmación de la articulista Fiallo, acerca de que altos dignatarios de la Santa Sede no se reunirán con un funcionarioTrump, es falsa.  Basta asomarse a la página oficial del Departamento de los Estados Unidos de Norteamérica para leer en una nota ahí publicada, que el Secretario de Estado, Michael Pompeo [1], en paralelo a su asistencia a un simposio sobre libertad religiosa, tendrá un encuentro personal con su homólogo en el Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin y con el Secretario de Relaciones con los Estados, el Arzobispo Paul Richard Gallagher. Es decir tanto Pompeo como Biden serán recibidos por estos miembros de la Curia Vaticana.

Hay dos puntos por los cuales las condiciones y oportunidades en las respectivas audiencias de estos dos políticos norteamericanos, son totalmente disímiles. El primero es porque los roles políticos y el nivel jerárquico -sin mencionar el obvio estado de salud mental- de cada uno de estos dos visitantes del Vaticano, son distintos en esencia: uno asiste como candidato presidencial del Partido Demócrata y el otro como Secretario de Estado.

A pesar de que los medios de comunicación afirman que la negación de recibir a Pompeo, por parte del okupa del Vaticano, está directamente relacionada con su espíritu de neutralidad política, la realidad es que el halo de la justicia bergogliana brilla por su cochambre, no solo en el Cardenal argentino que viste de blanco, sino también en quienes son sus cómplices, y entre ellos, uno de los más destacados es precisamente el Cardenal Pietro Parolin, quien en esta ocasión con tanto gusto ha vuelto a subirse al escenario del teatro de las simulaciones vaticanas, para participar en las próximas audiencias con estos dos políticos de los Estados Unidos.  El segundo punto se refiere a las características de los dos anfitriones: Parolin y Gallagher, cuyas miradas, alianzas, trayectorias, encuadres políticos y calidad del «sentido sobrenatural de la existencia» -¿lo tienen?-, están en connivencia con todo aquello a lo que Joe Biden representa: el Estado Profundo.

Aun cuando el Arzobispo Gallagher, es un apasionado apoyador del fraude del Calentamiento Global y por ende defensor del concepto de «pecado ecológico» y de todas sus implicaciones, preferiría hablar sobre él, en otro momento. Hablemos de Parolin:

¿Qué podemos decir de quien fuera designado por Bergoglio, como Secretario de Estado de la Santa Sede, el 15 de octubre del 2013, y que por motivos de salud tomara dicho cargo «in absentia», en reemplazo del controvertido Cardenal Tarcisio Bertone?

¿Qué decir de quien a partir de julio del 2014 se incorporara al Consejo de Cardenales que asesora a Bergoglio en la labor de la reforma de la Curia?

Mucho, muchísimo, pero solamente mencionaremos algunos hechos significativos:
Pietro Parolin, aquel a quien Su Excelencia Monseñor Carlo Maria Viganò, en el último párrafo de la página 5 de su primera Carta-Testimonio, fechada el 22 de agosto del 2018, denunciara como cómplice del encubrimiento de los abusos sexuales, del pederasta Cardenal Teodoro McCarrick -además importantísima pieza política para que el Acuerdo entre el Vaticano y China, se concretara….

Pietro Parolin, aquel que habiendo declararado en el 2014: «Es lícito y urgente detener al Estado Islámico», no ha cesado de apoyar incondicionalmente el migracionismo ilegal, haciéndose de la vista gorda, ante los 50 mil yihadistas que simulando ser refugiados, ya vivian en Europa en el año 2017… [2] y ante los crímenes sexuales cometidos en contra de niñas y mujeres europeas por parte de inmigrantes.[3]

Pietro Parolin, aquel que tuvo tiempo para felictar a México por el aniversario del Mundial de futbol de 1970, pero que cuando la vida de Asia Bibi pendía de un hilo a causa de haber defendido su fe católica, en un ataque masivo de inmisericordia y a modo de Poncio Pilato´s reloaded, se lavó las manos declarando que eso era un asunto interno de Pakistán…

Pietro Parolin, aquel que a decir de la desopilante versión del Vaticano, asistiera a la reunión número 66 del Club Bilderberg, durante junio del 2018, con el propósito  -bondadosísimo-  de explicarles a sus miembros, la Doctrina Social de la Iglesia…

Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano

Pietro Parolin, aquel que no contento con la abundante evidencia de la crecida persecusión de los católicos en China, a consecuencia del Acuerdo Provisional y Secreto que el Vaticano firmara con el Partido Comunista de dicho país en octubre del 2018, hace apenas unos días declarara que el Vaticano quiere renovar ese Acuerdo, declarando que la intención «es que éste se prolongue y que continuemos adoptándolo ad experimentum.»   -¡Vaya  «visión sobrenatural»  la del Cardenal Parolin!  Recién me entero de que la fe católica, las almas y las vidas de las personas son para usarlas ad experimentum…-

Han pasado cuatro años de aquella fotografía tomada por Pamela Coulter en el 2016, en la que vemos al Cardenal Parolin y a Joe Biden estrechándose las manos mientras sonríen… un torrente de imágenes, de declaraciones y de hechos que entonces se perfilaban como hipótesis, ahora nos atropella con alaridos de realidad, para los cuales la sordera y la ceguera deliberada, el negacionismo serial y la ingenuidad, ya no tienen de dónde asirse.

Y así nos encontramos frente:

1.  Al Secretario de Estado Vaticano, Parolin, declarando que: «Por primera vez, todos los Obispos en China están en comunión con el Papa».  -Cabe preguntarse si Bergoglio está en comunión con todos los Obispos chinos…-.

2.  A Su Excelencia Joseph Zen  -Arzobispo emérito de Hong Kong- , a quien además de habérsele negado conocer el contenido del Acuerdo del que hemos hablado y de no parar de de denunciar los abusos que están sufriendo verdaderos los católicos chinos ,  en los más recientes días, obviamente se está posicionando en contra de la posible renovación del Acuerdo.

3. A un candidato demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos  -Joe Biden-, cuyo historial de manoseos públicos a menores de edad, así como a mujeres, ha quedado registrado en amplias compilaciones de imágenes y videos.

4.  A Su Excelencia Carlo Maria Viganò, quien junto al Padre Altman, han puesto los puntos sobre las íes, dejando claro que un apoyador del aborto y del Lobby LGTB, como lo es Biden -quien al igual que Nancy Pelosi y John Kerry,-  se autodefine como «católico», además de no serlo  -precisamente por las causas que apoya-  tampoco debe ser votado por los católicos.

5.  A un Russiagate [4] a todas luces desmentido y cuya naturaleza de boomerang ahora golpea y seguirá golpeando, precisamente a quienes lo lanzaron. En ese sentido, sugiero tener muy presentes a Hunter Biden, a Burisma Holdings, a Rosatom y a Ihor Kolomoyskyi.

6. A la Juez católica Amy Coney Barrett, quien además de tener una postura pro vida – quizás le complique la existencia a la red global de tráfico de cuerpos, órganos y tejidos de bebés abortados-, será una pieza estratégica en el caso de que Donald Trump gane las elecciones y de que sus adversarios no lo acepten e impugnen los resultados de manera fraudulenta.

7. Y a Michael Pompeo que luego de publicar un artículo sobre la falta libertad religiosa y de oponerse la renovación del Acuerdo por los abusos en China, participará en un simposio [5] sobre libertad religiosa, y rematará con la reunión en el Vaticano, apuntalando aquello que que hace un año señalara sobre las violaciones a dicha libertad.

Todo esto y más, está sucediendo a poco más de un mes de que las elecciones presidenciales de los Estados Unidos se lleven a cabo… y a muy pocos días de que Bergoglio se traslade a Asís para firmar su -masónica- Encíclica Hermanos todos.[6]

Entonces…

¿Qué hacer con este «devoto» de la gente común, de las periferias existenciales y del diálogo humanista, que a traición, se ha encargado colocar en la periferia de las periferias a la grey católica china; y que apenas hace unos días, lejos de toda compasión y derrochando absoluta majadería, ignorara el pedimento de audiencia, de Monseñor Zen, quien a sus 88 años de edad y con algunos problemas de salud, viajara desde Hong Kong hasta Roma, para exponerle la grave situación por la que atraviesa la Iglesia Católica en ese lugar?

¿Qué hacer con un Secretario de Estado Vaticano, que luego de dos años de sufrimiento de la misma grey que acabamos de mencionar, ha evaluado al causante de este horror, es decir al Acuerdo firmado con China, con la frase: «resultados no particularmente excitantes»?

¿Qué hacer con las «defensoras de los derechos femeninos» que de manera tan discrecional y cómplice, han elegido callar frente a los brutales abusos sexuales perpetrados por inmigrantes en contra de las niñas y mujeres europeas; en el caso estadounidense, callar frente a los abusos de su candidato presidencial y callar también frente a la violencia de la Sharía [7]?

Sin duda alguna, aquel manotazo que Bergoglio le diera a la ciudadana de origen chino, que lo jaló para llamar su atención en la Plaza de San Pedro, es la metáfora física de la violencia, de la traición y de la furia que él y sus compinches ejercen en contra de la auténtica Iglesia Católica en China.  A la par, es vergonzoso atestiguar de qué manera la Compañía de Jesús, tan proclive a la «defensa» de los Derechos Humanos de los menos favorecidos, ha elegido mirar hacia otro lado, cuando se trata de sus hermanos espirituales traicionados, abandonados y martirizados en aquel país.

Cuando Jorge Mario Bergoglio, comience el próximo desfile de eufemismos con el fin de dorarnos la píldora con respecto a los temas que hemos planteado: diciéndonos que no dijo lo que sí dijo, y diciéndonos que no entendimos lo que sí entendimos, tengamos presentes las palabras que pronunció en septiembre del 2018:  Yo soy el responsable del acuerdo con China.

Me llega el recuerdo de las palabras de una querida amiga italiana, que refiriéndose a Pietro Parolin, hace tiempo me escribiera en una carta:  «No olvides que su apellido en Italiano significa «palabrita».

La palabra «palabrita», en este caso, tan emparentada con: no tener palabra…

Beatriz Eugenia Andrade Iturribarría.
29 de septiembre del 2020.

Festividad Litúrgica de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.

Texto original: https://proclamarlaoscuridad.blogspot.com/2020/09/asi-en-la-tierra-como-en-el-cielo.html?m=1

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